Gálvez rescató un punto de Matute gracias a su buena defensa, la cual se vio favorecida por el azar de los cambios obligados por suspensión.

 

Ricardo Salcedo se volvió un todoterreno en la volante chimbotana que tuvo mucho trabajo al quedarse con uno menos (Foto: José Salcedo / DeChalaca.com)En La Victoria, José Gálvez plantó una oncena en la que el despliegue de sus jugadores destacó por sobre cualquier otra virtud que exhibió en la cancha. Y ese generoso esfuerzo de sus integrantes destacó aún más luego que a los 55’ se quedaron con uno menos por expulsión de Josimar Atoche. Pero en ello no solo tuvo que ver la actitud de los galvistas, sino también en el equipo que dispuso Javier Arce en este partido.

Ante Alianza, la necesidad por la suspensión de Manuel Calderón hizo que Marco Ruiz, usual volante de primera línea, tuviera que retroceder unos metros para actuar como ancla en el medio de su defensa. Pero esa emergencia, lejos de afectar el rendimiento de los chimbotanos, hizo que se crecieran por dos razones. Primero, porque a ‘Chemo’ Ruiz le acomodó bien el que su equipo colmara el área defensiva de jugadores, por lo que su experiencia salió a relucir sin necesidad de exigirse demasiado en lo físico tal como acostumbra cuando actúa en su ubicación natural. Y segundo, porque al retroceder Ruiz, Ricardo Salcedo tuvo la oportunidad de arrancar entre los once titulares en un cotejo en el que el desgaste requería de alguien con sus características para morder todo lo que transitara en el mediocampo.

Para el técnico del equipo chimbotano el asunto siempre estuvo claro en Matute: que la mediacancha fuera para los suyos a toda costa. Así fue que, luego de quedar con diez, sacrificó a Carlos Barrena en pos de mantener su idea con el ingreso de Miguel Cevasco quien, pese a no estar en su mejor nivel físico, se convirtió en un soporte ideal para apoyar en la lucha por el balón.  De ahí en más, cada chance que Gálvez tuvo para contragolpear fue un extra producto de la seguridad que tanto Noronha como Arzuaga tenían detrás sin tener que preocuparse tanto por cubrir la salida aliancista, lo que les permitió tener piernas para aguantar hasta el pitazo final.

Casualidad o no, el reacomodo de nombres acabó por mejorar el funcionamiento de un equipo que en su anterior partido, ante Cristal, sufrió mucho para proteger su arco al punto de convertir a su arquero en figura pese a recibir dos goles en contra.

Foto: José Salcedo / DeChalaca.com

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy