Son amores y también buenas razones
Sentarse a ver el primer tiempo del Alianza - Inti Gas probablemente fue la invitación al sueño para muchos hinchas del buen fútbol. Y es que, más allá de la mermada oncena que presentó José Soto y la audacia de Édgard Ospina para cotrarrestar los embates locales, la propuesta de ambos equipos fue muy corta para el espectáculo, tanto como que los porteros Salomón Libman y Mario Villasanti se perdieron en la instrascendencia durante la primera parte del partido. Fue muy chato y mostró excesiva ausencia de ambición.
La segunda etapa, a decir verdad, fue bastante similar, aunque el paraguayo Villasanti esta vez sí tuvo mayor exigencia y, de hecho, una vez más se convirtió en una de las figuras de su equipo, como siempre que actúa fuera de casa. En tienda íntima, era claro que hilvanando jugadas, apelando a la velocidad de 'Coco' Bazán y esperando la desconocida capacidad goleadora de Jhonny Vidales poco o nada se iba a concretar. Por eso es que los dos goles que registró la tarde noche de Matute fueron de balón parado, aunque la felicidad, claro está, fue repartida.
Sobre los 74', Juan Jayo se posicionó frente al balón para efectuar un tiro libre y, con una impresionante sutileza, dejó anonadado a Mario Villasanti. El 'Pulpo', aunque parezca mentira, volvió a anotar tras largos seis años: su ultimo gol en Primera lo había hecho el 24 de mayo de 2006, en la victoria de Alianza Lima por 2-0 sobre Unión Huaral. No obstante, Inti Gas tuvo la fortuna de repetir la misma fórmula, y lo hizo nada menos que vía Javier Chumpitaz, quien con un potente disparo de tiro libre emuló a su tío, el 'Granítico' Héctor Chumpitaz, y selló un 1-1 absolutamente justo por lo que cada equipo pretendió aplicar en los 90'. Eso sí, salvaron el espectáculo con dos golazos de otro partido. Por algo se dice que los goles son amores, aunque en esta ocasión también fueron buenas razones.
Foto: José Salcedo / DeChalaca.com
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