Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comHace quince años, Perú le robó un 0-0 a Uruguay en el Centenario. Lejos de celebrarse, aquel resultado, obtenido gracias a los palos y a una memorable actuación de Johnny Vegas, desnudó el endeble discurso de Francisco Maturana en su paso por la blanquirroja.

 

El travesaño. Vegas. El vertical izquierdo. Vegas. Un disparo que pasó cerca. Vegas. En épocas no muy lejanas pero en las que aún no existían las tablets ni los smartphones, eso rezan los apuntes de la libreta de notas fechada el 26 de julio de 2000. Perú se presentó en el Centenario de Montevideo ante Uruguay, por la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, y absolutamente colgado de los palos obtuvo un 0-0 increíble e irrepetible.

No es, en absoluto, exagerado señalar que posiblemente nunca una actuación tan futbolísticamente pobre y mediocre de una selección peruana, que apenas si cruzó el mediocampo y disparó una vez -Jayo, de larga distancia y muy desviado- al arco rival en toda la noche, fue tan bien recompensada por un resultado. Un punto que sabía a alivio profundo luego de tres derrotas consecutivas ante Brasil, Ecuador y Colombia; pero que, como nunca, no provocaba celebrar por lo claramente producto del accidente, la casualidad y -Toño Vargas dixit- la pura diosa fortuna.

 

 

El video exime de mayores comentarios para describir lo sobrecompensado que estuvo Perú con el 0-0. Que no puede decirse que haya sido fruto de una propuesta más sofisticada que poner hasta ocho hombres en posición defensiva y reventar todos los balones que estuvieran por delante. La apuesta, aun discutible por lo pobre en variantes, igual no habría sido tan cuestionable si no hubiera provenido de la vena del discurso florido de Francisco Maturana, quien desde que llegó al Perú dijo hasta el hartazgo que su sueño pasaba por ver a una selección que reinvidicara el toque y el buen juego característicos de estas tierras: "Nunca verán conmigo esas cosas de cinco o seis defensas. ¿Acaso Barbadillo jugaba a reventar?". Esas fueron alguna de las joyas dialécticas del 'Pacho'.  

Ciertamente, la selección venía con problemas: en los días previos al viaje había tenido que afrontar la doble exclusión por indisciplina de Juan Flores -detenido en estado de ebriedad por la Policía a las 5 de la mañana cuando "había salido a comprar arroz para su mamá"- y de Carlos 'Kukín' Flores -con un hematoma en la pierna producto de un golpe con un fierrazo en una pelea callejera en su barrio en la única noche libre que se dio a los jugadores-. Pero eso es tan cierto como que el discurso de Maturana se prostituyó por completo en el Centenario, y abrió el camino para la debacle de un proceso que, a pesar de fenecer solo dos partidos eliminatorios después, hundió mucho de lo que se había avanzado en años anteriores con Juan Carlos Oblitas.

Las postales

(Recorte: revista Once)

Jugando su primera Eliminatoria, Claudio Pizarro aportó lo que pudo en Montevideo con un Perú que se dedicó a cuidar el arco. El único delantero de esa jornada estuvo completamente solo y casi no recibió un solo balón; por supuesto, ya por entonces la crítica simplona lo fustigaba por no anotar.

(Recorte: revista Once)

Juan Jayo se le escapa a Darío Rodríguez en un choque lleno de fricción y de escasas acciones claras. El 'Pulpo' fue el único jugador de la blanquirroja que, a lo largo de los 90 minutos disputados en el Centenario, disparó al arco defendido por Fabián Carini.

(Recorte: revista Don Balón Perú)

Encerrado por la defensa de Perú, Nicolás Olivera la pasó mal en busca de algún espacio para atacar. Así se defendió la selección de Maturana: como fuera, con uñas y dientes y metida por completo en campo propio. Un 4-5-1 que por momentos, sin exagerar, fue un 7-2-1 con Solano y Palacios jugando delante del pelotón defensivo.

(Recorte: revista Once)

Francisco Maturana, José Velásquez y Teddy Cardama, parte del comando técnico de Perú que en el Centenario optó por conseguir un punto a toda costa. El DT colombiano, sin empacho alguno, declaró luego del partido: "¿De qué sirve qué sigamos jugando bonito si perdemos?". Frase que nada tendría de cuestionable si no hubiera contradicho todo el discurso que caracterizó no solo sus meses previos de labor, sino su carrera misma.

(Recorte: revista Once)

La pelota se aleja de Roberto Palacios, casi como un espejo de su sacrificada labor ante Uruguay. Antes de ese partido, ya se había comenzado a especular acerca de un cortocircuito en las relaciones entre el 'Chorri' y Nolberto Solano, por entonces desmentido por ambos pero preludio de la que sería la comidilla de moda en la Videna en años posteriores.

(Recorte: revista Once)

Si el arco de Perú acabó sin goles contra la selección uruguaya fue en muy buena medida gracias a lo que Johnny Vegas hizo para salvar su portería. El golero fue titular ante la ausencia por lesión de Oscar Ibáñez y la ridícula indisciplina de Juan Flores, y respondió con creces en la que fue una de las mejores jornadas de su carrera..

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revistas Once y Don Balón Perú


Comentarios ( 1)add
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escrito por Iván , July 27, 2015
Si Petroleo defiende así, esta bien? O sea que el problema fue que el Pacho traicionó sus ideas, no la propuesta en sí? El día que en un DT defensivo salga a jugar lo molerán entonces.
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