Salto de Genes
Víctor Genes, quien se acaba de robar los flashes tras su sorprendente estreno como DT de Paraguay ante Alemania, no solo fue técnico de Gálvez: también tuvo un paso fugaz como entrenador en la Copa Perú. Esta es la historia.
Su nombre, en este instante, ha dado la vuelta al mundo. Víctor Genes tuvo un estreno casi soñado con el buzo de la selección paraguaya: estuvo a un tris de ganarle a Alemania en Kaiserslautern, pero al final consiguió un 3-3 que, de acuerdo con la realidad del plantel guaraní en las Eliminatorias (sin posibilidades de llegar al mundial), hacen pensar que se le vienen nuevos horizontes. Como bien se sabe, Genes, quien en enero de este año clasificó con la Sub-20 paraguaya al mundial de la categoría, sucedió en el cargo de la absoluta albirroja a Gerardo Pelusso, quien lo dejó colero en el proceso clasificatorio a Brasil 2014.
Víctor Genes, sin embargo, no es ningún desconocido en el fútbol peruano: es sabido que, en 2009, dirigió a Gálvez (llegó por recomendación de Markarián). No obstante, al final de esa temporada le tocó pasar las de Caín: con contrato vigente en el elenco galvista, tuvo la misión de repotenciar al equipo con un grupo de jugadores paraguayos -una figura similar a la de 'Petroleo' García al termino de cada temporada con Real Garcilaso-, pero en un abrir y cerrar de ojos la dirigencia -en ese entonces presidida por Felipe Chu- cambió de parecer (por decisiones políticas) y no solo cancelaron abruptamente su contrato, sino que trajeron a Julio César Uribe para que se haga cargo del equipo en 2010.
Tras ese episodio, Genes quedó literalmente en la calle. Tuvo que vivir en un garage con su familia, a la par que esperaba la conclusión del ciclo de su hija, quien estudiaba medicina en una universidad chimbotana. Su situación, de hecho, no solo indignó a sus allegados, sino también al municipio de Nueva Chimbote que, a modo de ayuda, le ofreció tres mil soles mensuales para que se haga cargo de la Academia Municipal de Fútbol de dicho distrito (para captar durante el verano a los jóvenes valores de la zona). En paralelo, gracias a la gestión de algunos amigos en el puerto chimbotano, tuvo contacto con los dirigentes del Juventud La Unión, equipo que participaba en la Liga Distrital de Chimbote.
Genes, pues, llegó a un acuerdo, fue presentado en conferencia de prensa y dirigió a Juventud La Unión, pero solo estuvo por un lapso de dos semanas: al darse cuenta de la realidad institucional del club, muy a la par con las múltiples historias de equipos que transitan en la Copa Perú, decidió regresar, en silencio, a Paraguay. Tras ello, su nombre perdió fuerza en el firmamento peruano. Recién volvió a la luz a inicios de 2013, luego de dirigir a la Sub-20 paraguaya en el Sudamericano, con un empate incluido ante Perú que, a la larga, complicó la clasificación blanquirroja al Mundial. Ahora, tras estrenarse de manera grandilocuente con la absoluta paraguaya, es necesario recordar que, en algún momento, Víctor Genes también supo probar las raíces más profundas del fútbol peruano.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: Diario de Chimbote, EFE
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