• PAR DE NEGOCIANTES. Este hábil revendedor al lado de su pareja estuvieron desde las primeras horas del día ofreciendo a los ávidos aficionados las entradas que aún tenían en su poder (Foto: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito)
  • CON BUEN TRATO. Con amabilidad, gentileza y buen trato esta revendodora cierra una de sus tantas ventas del día ante la atenta mirada de los otros comercializadores (Foto: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito)
  • TENGO PREFERENCIA. Era el clásico llamado de los revendores, que con entradas y dólares en mano se acercaban a los diversos peatones que circulaban por el Olímpico Atahualpa (Foto: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito)
  • LLEGA A CANSAR. El rostro del veterano revendedor denota su agotamiento y cansancio a lo largo de la calor agobiante de la mañana quiteña (Foto: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito)
  • ENTRADA EN MANO. Momento preciso donde se cierra una transacción, un grupo de jovenes ecuatorianos logran comprar las entradas a la revendedora (Foto: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito)
  • NO HAY IMPEDIMENTO. La necesidad no cree en limitaciones físicas. En la imagen, pese a estar apoyada en una muleta la revendedora cierra otra transacción (Foto: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito)

 

A nuestros ojos limeños en los exteriores del Olímpico Atahualpa, parecen cambistas o voluntarios de Defensa Civil. Pero no: ellos forman parte de una Agremiación que defiende los ingresos de sus asociados, y no precisamente a costa de puntos en mesa. Se trata de los integrantes de la Asociación de Vendedores de Lotería y Anexos de Pichincha, quienes están formalmente a cargo de la reventa de entradas para el partido entre Ecuador y Perú de este martes.

Los revendedores en Ecuador, pues, son eso: formales. Posan para la foto y se sonríen con los policías, quienes se acercan a los grupos de gente que los rodean y los ordenan para que el trabajo sea más ordenado. Y si alguien quiere quiere pasarse de vivo, agárrese: usted puede acordar con el revendedor la compra y, antes de materializar el pago por el boleto, puede acercarse a las ventanillas del estadio -es decir, donde los boletos se vendieron originalmente- para que allí pueda darse fe de que la entrada es original y no falsificada.

Todo lo anterior parece extraído de un cuento, pero es real aquí en Quito. Pero aún hay más. Los revendedores no cobran sobreprecios exagerados; apenas obtienen beneficios marginales que compensan en cierta medida los costos legítimos de su trabajo. Por ejemplo, las Generales de Norte y Sur, que cuestan US$15 originalmente, se revenden entre US$25 y US$30; las Preferencias (lo que vendría a ser Oriente), que cuestan US$30, se revenden a US$40; y las entradas de Tribuna (Occidente), que cuestan US$45, se revenden a US$60. Solo las entradas de Palco, originalmente tasadas en US$120, se revenden a un muy superior US$200.

En suma, hay que decirlo claro: en Ecuador la reventa es un negocio más, y no una mafia como aquella a la que estamos acostumbrados en otros lares. ¿Será porque no está basada en entradas de cortesía o impresión secundaria de tickets? Más que eso, lo que queda es la impresión de una colectividad con cánones bastante más explícitos y armoniosos. Es casi un modelo de subsistencia colectiva en el que todos ganan y no uno donde, por ejemplo, los policías están coludidos con revendedores a tal punto de obstaculizar al público común y silvestre su presencia en colas.

Y ojo, esto no ocurre en Europa, sino en Ecuador, unos kilómetros al norte del Perú y donde el concepto de lo chicha también está inoculado en la sociedad. En una sociedad bastante menos hipócritas.

Fotos: Paul Arrese / DeChalaca.com, enviado especial a Quito

Comentarios ( 2)add
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escrito por Oliver Laos C. , November 15, 2011
Interesante manera de combatir la reventa, es como aquella frase que dice "si no puedes con el enemigo, únete a él".
De todas maneras la reventa genera mafias entre los dueños del espectáculo y los revendedores, lo ideal sería que no existiera, pero ¿el mundo ideal existe? entonces a acomodar las cosas lo mejor posible.
Ecuador empezó ganándonos...
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escrito por Eduardo Martin , May 28, 2013
La reventa chicha que se aplica en el Perú puede es como en otrora la informalidad de los taxis, bastaba que tuvieras auto y si te querías agenciar de un dinero extra te ponías a taxear, pero poco a poco y debido a la delincuencia que aprovecho ese hueco legal se tuvo que formalizar, ordenando el proceso de poder hacer ese servicio y desapareció ese famoso cachuelo.

Nunca olvidare que una vez, cuantas otras veces les habrá pasado, que los revendedores se fueron de cara con el concierto de Lady Gaga que por la competencia con la fania all star que efectuó su concierto el mismo día solo reporto perdidas a las personas que se dedican a esta informal y en muchas ocasiones abusiva labor, pues duplican el valor real, aprovechando un pseudo monopolio de solo ellos tener la absoluta exclusividad de que entres o te quedes con las ganas de ver determinado espectáculo.

Yo casi incursiono en ese tipo de cachuelo, viéndolo como eso, compre una entrada para el concierto de Aerosmith la primera vez que vino, mi expectativa era muy grande para ver a mi grupo favorito, pero en fecha previa al concierto pase por un tema económico muy difícil y pensé en vender mi entrada para al menos recuperar el costo de la compra, pero me choque con dos problemas: que los revendedores me ofrezcan la quinta parte de lo que me costo la entrada y los posibles compradores que querían de dos entradas para arriba. Viendo que quizá podría tener problemas con los revendedores que empezaban a verme mal por el menor precio de mi entrada en contra del costo en que ellos la vendían, opte por dejar de lado mi preocupación económica y disfrutar el concierto del cual no me arrepentí y hasta hoy recuerdo con emoción, incluso hasta ahora tengo la parte desglosada de mi entrada en mi escritorio, es mas el siguiente concierto de Aerosmith no tuvo el mismo nivel del que vi previamente ya que mi situación empeoro, fallas en el sistema de sonido y enfermedad del vocalista del grupo lo hizo un concierto para el olvido según dijo la prensa en esa ocasión.

Volviendo al tema, los revendedores en el Perú no deben ver el trabajo que realizan como una mina de oro, no es justo con los demás Peruanos como ellos que tienen todo el derecho de disfrutar un espectáculo, pero pagando el costo mas una utilidad aceptable, pero no ese sobrecosto tan abusivo desde el 100% hasta mas, eso debe ser controlado, de paso para evitar las entradas falsas y el carrusel (venta de entradas de personas que ya entraron a ver el espectáculo) que estas ultimas ya no deben existir por ser delitos contra la salud, la fe publica y la evasión de impuestos.
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