Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comInglaterra vive una auténtica luna de miel a nivel del fútbol base. Al título en el Mundial Sub-20 le sumó el del Esperanzas de Toulon y el subcampeonato del Europeo Sub-17. Los inventores han reformado su sistema de fútbol base para evitar que se pierdan tantos jugadores. ¿Lo lograrán con el plantel campeón del mundo y con las generaciones que vienen?

Adrián Cabrejo | @adriancabp
Director periodístico

Inglaterra no la ha pasado bien en los últimos años. El seleccionado absoluto ha ido de desilusión en desilusión desde que lograron el título del Mundial 1966. A pesar de contar con una liga de primer nivel y con algunos talentos que en su momento despuntaron siendo jóvenes, los ingleses no han logrado ni un solo título importante. Por eso quizás esta generación comandada por Dominic Solanke que logró ser campeona en Corea del Sur ha despertado cierta ilusión de cara a los que puede ser el futuro.

Sistema que no ayuda

La English Premier League fue considerada como la sexta mejor liga del mundo en el 2016 por la IFFHS. Más allá de la ubicación, es claro que se trata de un torneo que recibe una gran atención mediática y que cuenta con varios de los clubes más fuertes del mundo en materia futbolística y económica. Sus academias de fútbol base no se quedan atrás y también se encuentran entre las mejores del planeta. Pero existe un problema que la Federación Inglesa intenta resolver: que el paso de la etapa juvenil a la profesional no sea tan traumática, y que los jugadores más destacados no se pierdan en ese camino.

Es cierto que existen futbolistas que han sorteado con éxito este paso. Los últimos grandes ejemplos son Raheem Sterling y Marcus Rashford, quienes en su momento dieron el salto de la academia al primer equipo y ahora son jugadores importantes en sus respectivos equipos. ¿Pero qué hay con el resto? Cuando un futbolista culmina su etapa juvenil a los 18 años pasa a los equipos de reserva con los que cuentan los diferentes clubes. Aquí es donde empieza la problemática del fútbol inglés porque los futbolistas muchas veces se quedaban en la liga de reservas hasta los 21 años y luego eran cedidos a clubes de las distintas divisiones de ascenso para finalmente perderse definitivamente.

Marcus Rashford es uno de los jugadores de la categoría 1997 que sobrevivió a las dificultades de las menores en Inglaterra. (Foto: Standard.co.uk) 

Por eso muchas veces se ha discutido la posibilidad de que los equipos de reserva, en el papel filiales de los clubes como ocurre en España, pasen a competir en las distintas divisiones con las que cuenta el fútbol inglés. Así los jugadores jóvenes podrían tener un mayor nivel de competencia y su progresión podría ser supervisada de cerca por los encargados del primer equipo, algo que no ocurre cuando se van cedidos. Ante la negativa de los clubes de la Football League, la FA tomó la decisión de reformar su torneo de reservas y de incorporar a los mejores equipos al EFL Trophy, la copa que disputan los clubes de la League One y la League Two.

Reforma sin forma

Hoy no existe más la Professional U-21 Development League, la popular Premier League Sub-21, que a fin de cuentas era el torneo de reservas. Desde la temporada 2016/17 existe la Premier League 2, un torneo con dos divisiones de 12 equipos cada una. Este torneo es disputado por los 24 mejores clubes del país, los que cuentan con academias de nivel 1. Esto hará que los equipos que participen puedan vivir una experiencia mucho más similar a la que experimentarán en la élite. Aunque hay un factor que no se ha considerado y que a la larga puede ser determinante.

En la Premier League son escasos los clubes que apuestan decididamente por su cantera. No existen más casos como la famosa Class of 1992 del Manchester United. Hoy equipos como Chelsea fichan jugadores jóvenes en manada para incoporarlos a su academia, jóvenes que luego viven de cesión en cesión y que nunca llegan a debutar con el primer equipo. Es cierto que quienes son verdaderamente buenos van a terminar sumando minutos, pero la cantidad de estrellas y de dinero que mueven los equipos hace que los jugadores, por muy buenos que sean, cada vez lo tengan más complicado para llegar a un primer equipo.

Inglaterra logró el título del Mundial Sub-20. Un logro muy importante pensando en el futuro inmediato. (Foto: AFP) 

La muestra más clara es el plantel inglés que ganó el Mundial Sub-20. Ninguno de sus integrantes tiene al menos cierta regularidad en la Premier League. La mayoría juega en equipos del ascenso, entre la Championship y la League Two. Lo mismo le ocurrirá a los jugadores que fueron subcampeones del Europeo Sub-17. A nivel base el fútbol inglés forma bastante bien, pero mientras los principales clubes no apuesten por la cantera, seguirán formando para otros, algo que suele suceder con equipos top como el Real Madrid. La diferencia es que los futbolistas formados en España sí están mejor preparados para dar el salto a Primera División porque desde jóvenes compiten contra otros clubes profesionales en divisiones bastante duras comoo la Segunda y la Segunda División B, en las que sí están permitidas las filiales.

En Inglaterra se niegan a aceptarlo, pero la implementación de filiales es algo que debe darse progresivamente si quieren obtener mejores resultados a la hora de promover jugadores mejor preparados para la élite. La reforma y la implementación de la Premier League 2 es un buen primer paso, pero a la larga será necesario dar otro paso para que los jugadores no queden tan vulnerables en el salto al profesionalismo. De nada sirve tener una de las mejores ligas del mundo si quienes realmente marcan una diferencia sustancial son los refuerzos extranjeros.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Standard.co.uk, AFP


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