Municipal - Lokomotiva 1970: Noche de santos

En 1970, cuando las selecciones clasificadas al Mundial se alistaban disputando amistosos, un club de Checoslovaquia realizó una gira por diversos países de América, y uno de ellos fue el Perú.
El 25 de mayo de aquel año el Lokomotiva Praga, fundado en 1898, arribó a Lima para un día después jugar un único partido contra Municipal. Llegaron con el cartel de ser el tercer equipo más fuerte en el último campeonato de su país (información incorrecta pues ese puesto en realidad lo ocupó el Sparta Praga), además de contar entre sus filas con algunos ex seleccionados checos como refuerzos, tal como el portero František Kozinka.
Iluminados sean
A Deportivo Municipal lo dirigía Roberto ‘Tito’ Drago y recién habían sido eliminados del “Mundialito”, torneo que se disputó durante el primer semestre de esa temporada entre los equipos de Primera División y los de la Finalísima de Copa Perú. El escenario que se escogió fue el estadio San Martín de Porres (actual Alberto Gallardo) que por entonces contaba con unas torres de iluminación que permitían jugar de noche.
El choque arrancó a las 20:00 horas y ambos equipos presentaron cuadros de corte defensivo. En el caso de los ediles fue porque se vieron obligados a partir con algunos relevos pues Jaime Mosquera, Jorge Ayo y Luis Cruces estaban lesionados, mientras que Hugo Sotil estaba en México, entrenando a tiempo completo con el plantel peruano a cargo de Didí.
El estilo de juego entre uno y otro equipo tenía un marcado contraste, pues mientras los peruanos rotaban mucho el balón para llegar al área, los checos no se complicaban y en base a velocidad y destreza física buscaban inquietar el arco rival con una menor cantidad de pases. Así, el primer tiempo acabó en blanco y con los arqueros, Eloy Martin y Kozinka, aburridos entre los palos.
La clave para romper el cero fue un cambio que desequilibró el mediocampo, pues ‘Tito’ Drago sacó a José Betancourt para ceder su lugar al puntero Carlos Alfaro. Esto, sumado al poco resto físico de Municipal, pues apenas dos días antes habían jugado contra Juan Aurich en Chiclayo, provocó que el Lokomotiva se les fuera encima durante la etapa final.
Los de Praga aprovecharon la situación primero a los 67’ mediante un fuerte remate de Ondo, y luego a los 80’ con un golpe de cabeza de Boros que marcó el 0-2 con el que vencieron ante solo 1621 aficionados, que con poca luz, se animaron a observar un poco lúcido encuentro nocturno.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
