Máquina con Fuga

Culpar al árbitro por la derrota de tu equipo es una práctica casi tan antigua como el mismo fútbol. Ocurre en el Perú, la China o Kazajistán. Aunque hay algunos arbitrajes polémicos que desencadenan reacciones de lo más asombrosas e inesperadas, como la de abandonar la cancha en pleno clásico.
El 9 de octubre de 1949, Peñarol recibía a Nacional en una nueva edición del clásico uruguayo. El Centenario estaba repleto, según consignan los diarios de la época. Si bien los separaban solo 4 puntos, el ‘Mirasol’ partía como amplio favorito. No solo había ganado con puntaje perfecto el Campeonato Competencia (primer torneo del año), sino que llegaba embalado con 7 victorias al hilo (5-0 vs Liverpool, 5-2 vs Central, 3-0 vs River Plate, 3-1 vs Danubio, 6-1 vs Defensor, 6-0 vs Wanderers y 5-3 vs Cerro). No en vano pasaría a la historia como ‘La Máquina del 49’.
El partido empezó como estaba programado, a las 15:30, aunque con lluvia. Y Peñarol dominaba, aunque el primer gol tardaría en llegar. A los 38’, tras una pelotera en el área del ‘Bolso’, Juan Schiaffino le dio un preciso pase a Alcides Ghiggia, que no perdonó. No fue un gol cualquiera: fue nada menos que el primer tanto al rival de toda la vida del único superviviente del equipo titular de Uruguay en el ‘Maracanazo’ de 1950.
Poco antes que termine el primer tiempo, Horacio Bochetti cobró un penal. Eusebio Tejera perdió los papeles y, en los reclamos por la sanción, empujó al árbitro, que no dudó en expulsarlo. Óscar Míguez lo ejecutó, Aníbal Paz atajó a medias, y el rebote llegó a los pies de Ernesto Vidal, quien puso el 2-0. Pero las protestas tricolores no terminaron.
Según alegaron los jugadores de Nacional, Vidal estaba pisando el área antes de que Míguez impactara el balón en el penal, por lo que el gol se debió anular. Bochetti no pensó igual y validó el tanto. En el tumulto que se originó con los reclamos, un jugador del ‘Bolso’ (no identificado) le lanzó barro en la cara, y Walter Gómez lo pateó, por lo que él sí fue expulsado.
Ya con 9 jugadores, Nacional sacó de media cancha y, segundos después, Bochetti finalizó el primer tiempo. Nadie presagiaba que el ‘Tricolor’ tomaría la decisión de no presentarse al complemento: alegaron que el juez estaba parcializado. Y así, con Peñarol y la terna arbitral en la cancha, se dio por finalizado este clásico.
Ojo, no era un partido más: con el triunfo, el ‘Mirasol’ era matemáticamente campeón de la Copa de Honor, por lo que sus jugadores dieron la vuelta olímpica de rigor. Y los hinchas de Nacional lo sufren hasta hoy: es una cruz que deberán cargar eternamente.
"Hay que saber perder y luchar hasta el fin", publicó el diario El Día en su edición post clásico. "No hubo relación proporcionada entre causa y efecto, pero aunque la hubiera, tampoco se hubiera justificado el abandono de la cancha”, sentenció el diario El Plata. Sea como sea, este partido pasó a la historia como el 'Clásico de la Fuga’. Para felicidad de unos y vergüenza de otros.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Padre y Decano
Video: Youtube / usuario rcuneo
