Los patos y las patas
En Huánuco existe cierta decepción por el resultado que consiguió León en el Heraclio Tapia. Y es que, además de ubicarse en una posición expectante en la tabla, tenía enfrente a un equipo plagado de problemas, detalle que al grueso del aficionado local le hizo creer en que un triunfo estaba al alcance de las manos, situación que, de acuerdo a lo que ocurrió en esta fecha, le pudo haber permitido escalar hasta el tercer lugar (igualado con Aurich y Cristal). Sin embargo, esto no ocurrió.
Lo curioso del asunto es que, desde el arranque de la contienda, los dirigidos por el 'Maño' Ruin sobrepoblaron territorio visitante y le dieron ardua tarea al bloque defensivo compuesto por Walter Ibáñez y José Cánova (de correcta actuación); ergo, todo hacía suponer de que el gol de los cremas del centro llegaría temprano, detalle que se pudo cristalizar a los 7'; para los colegas huanuqueños, el momento bisagra del partido: tras un pase en profundidad de Carlos Zegarra, el balón le llegó a los pies a Ramón Cardozo, quien se internó en el área y, tras ser obstaculizado con el hombro por Ibáñez, luego fue derribado con un puntapié de Cánova que le hizo perder el equilibrio. ¿Penal? En el Heraldo Tapia, al menos, no cabía la menor duda, pero para el árbitro, Luis Seminario Jr, no pasó nada y el juego siguió su curso.
Tras esa clara acción que, aparentemente, fue un enorme penal, el trámite se emparejó, hasta el punto de perderse en la intrascendencia; de hecho, el marcador (0-0) fue fiel reflejo de la escasa emotividad que hubo en los pórticos de Aliaga y Libman. Igual, en Huánuco a nadie le van a quitar de la cabeza que esa acción, a los 7', pudo trastocar la tónica del partido y, también la ubicación del León en la clasificación.
Foto: diario Al Día de Huánuco
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