Los goles 'de perrito': Los genios más odiados
Si de goles polémicos se trata, el que marcó Freddy Torrealva en la temporada de 1992 es uno de los más recordados en el fútbol peruano. No solo porque sirvió para cerrar la goleada de 6-0 que el 18 de octubre FBC Melgar le propinó a Sporting Cristal, sino también porque despertó el orgullo arequipeño en las repletas tribunas del estadio Melgar, un hecho que pese al paso del tiempo aún se rememora en la ‘Ciudad Blanca’.
Pues bien, antes de ese gol, en el fútbol ya existían al menos otros dos registros de tantos marcados exactamente de la misma forma: uno en el Perú y otro en España.
Con brillo de primavera
Se jugaba la fecha 3 del Descentralizado de 1985 cuando a Carlos A. Mannucci le tocó recibir al Alfonso Ugarte en Trujillo. El partido parecía que iba a ser como cualquier otro aquel 8 de septiembre, con triunfo local de 1-0 al cabo del primer tiempo, tanto obra de Carlos Delgado; pero lo que pasó en la segunda etapa le cambió el tono a un choque que se precipitó hacia la goleada luego de lo que pasó a los 54’ de juego.
En ese minuto, con los puneños volcados al ataque en busca del empate, un pelotazo partió hacia el área rival en busca de ‘Calín’, quien al ir a recibir el balón se encontró con que el juez de línea Luis Mostacero había levantado su banderín señalando el offside; pero en contraparte, el juez principal, José Miranda, con un “siga, siga” indicó que no había falta pues el goleador trujillano partió desde su propio campo.
Avispado por el desconcierto en la defensa visitante, Delgado dejó picar la pelota luego de ver que Richard Garrido, su compañero que actuaba como puntero derecho, emprendió una veloz carrera y le ganó el vivo al portero Ricardo Medina con una finta. Luego, ya con el arco libre para él solo, y con un recogebolas junto al palo como privilegiado espectador, a Garrido se le dio por dejar su impronta: antes que entrara al arco, paró el esférico, se agachó y con las manos apoyadas sobre el césped le dio un golpe de cabeza para señalar así el 2-0.
Ni siquiera los otros tres goles que luego ‘Calín’ Delgado marcó para alcanzar el 5-0 lograron opacar aquella anotación, brillante para algunos y desleal para otros.
Viaje al más allá
El 10 de noviembre de 1963 es una fecha que quedó marcada en la historia del fútbol de Alicante. Aquel día, en el estadio de Altabix, el Elche recibió al Murcia en el derbi del sureste español, encuentro que al final de la primera mitad culminó sin goles. En el complemento la visita abrió el marcador a los 55’ por medio del checo Tibor Szalay, igualando los ilicitanos a los 64’ con tanto del hondureño José Cardona.
Fue entonces que le legión paraguaya del Elche se puso de manifiesto: primero lo hizo Juan Carlos Lezcano marcando el 2-1 a los 66’; mientras que a falta de cuatro minutos apareció Ángel Romero con la jugada del partido, eludiendo rivales y hasta al arquero José García Campillo para quedar frente a un arco desprotegido, al que llegó caminando antes de acomodar el balón frente a si mismo y, arrodillado, empujarlo con la cabeza sellando el triunfo local por 3-1.
“Fue una burla y encima en un derbi. Lo quería matar” Tal fue la reacción del portero del Murcia ante lo que consideró como una afrenta. La historia que luego él mismo contó, fue que después de ese día realizó el viaje para regresar a Alicante, esta vez en busca de Romero. La situación, sin embargo, no llegó a escapar del control que unas palabras y las disculpas del paraguayo le dieron y ayudaron a dejar todo en una mera anécdota de fútbol.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: diariofranjiverde.com; Recortes: diarios Ojo y La Industria de Trujillo
escrito por Richard Medina , September 07, 2015