La pluma y las raíces
Algunos personajes de la historia peruana y universal no imaginaron que sus nombres quedarían estampados en un equipo de fútbol. Algunos de ellos quizá ni siquiera fueron hinchas; otros vivieron cuando el fútbol aún no existía.
El choque nocturno de este sábado 6 de octubre enfrenta a dos equipos con nombres de escritores. Los restos del poeta peruano César Vallejo (1892-1938) están en Montparnasse, pero su nombre es reivindicado los fines de semana en el Mansiche. El Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), acaso el cronista más trascendental en la época colonial, difusor de la historia y cultura incas, tiene al benjamín del torneo llevando su nombre.
Ambos tienen una misión: convertirse en el segundo equipo con nombre de literato que se consagra campeón del fútbol nacional. En 1981 lo hizo FBC Melgar, que lleva el nombre de Mariano Melgar (1790-1815), poeta arequipeño y revolucionario independentista, fusilado en 1815.
La literatura peruana solo ha abonado estos tres nombres a los campeonatos nacionales, contados desde 1966. Para 2013, en caso tenga éxito en la Copa Perú (juega la Región VIII), podría sumarse el José María Arguedas de Andahuaylas.
Los militares
Si la literatura peruana ha legado pocos nombres al fútbol, caso contrario constituye nuestra historia militar. La Guerra del Pacífico repartió tres héroes para cuatro clubes, pues el nombre del coronel Alfonso Ugarte y Vernal (1847-1880) quedó tanto para el Alfonso Ugarte de Puno como para el Alfonso Ugarte de Chiclín. Ugarte, como se sabe, fue subordinado en el ejército del coronel Francisco Bolognesi (1816-1880), que dio nombre al Coronel Bolognesi de Tacna. Ambos héroes murieron en la Batalla de Arica, el 7 de junio de 1880.
En la Primera División, Alfonso Ugarte de Puno y Bolognesi de Tacna llegaron a medirse 55 veces, con saldo favorable para Bolo de 22 triunfos contra 17 del Ugarte, y seis empates.
Si hablamos de héroes de la Guerra del Pacífico, no podríamos dejar de mencionar a Miguel Grau Seminario (1834-1879), El Caballero de los Mares, con cuyo nombre fue bautizado el Atlético Grau de Piura.
La rivalidad de héroes también se dio en el norte en los dos primeros Descentralizados, pues Grau, en 1966 y 1967, enfrentó al Alfonso Ugarte de Chiclín: Grau impuso condiciones con tres triunfos, un empate y ninguna derrota en estos partidos.
Por el norte también, el José Gálvez de Chimbote fue bautizado en honor a José Gálvez Egúsquiza (1819-1866), héroe del combate de Dos de Mayo. Con el cuadro chimbotano ocurre algo curioso: originalmente se llamó club Manuel Rivera, en honor a Manuel Rivera Sánchez, gran delantero chimbotano y figura de Deportivo Municipal y selecciones peruanas. Sin embargo, debió rebautizarse debido a una norma que impedía que los clubes llevaran nombres de personas vivas.
Los presidentes
Hubo otros militares con cuyos nombres fueron bautizados equipos: el venezolano Antonio José de Sucre (1795-1830), uno de los próceres de la independencia sudamericana, gobernó brevemente el Perú, como Jefe Supremo Militar, entre junio y julio de 1823, y quedó inmortalizado un siglo después en el Mariscal Sucre FBC. Otro ex presidente, Domingo Nieto y Márquez (1803-1844), dejó nombre para el Mariscal Nieto de Ilo.
El último de los presidentes en los cuales se inspiró un club fue Nicolás de Piérola Villena (1839-1913), Jefe Supremo durante la mayor parte de la Guerra del Pacífico y Presidente de la República entre 1895 y 1899. Piérola FBC, de Arequipa, jugó la Primera División en 1974.
Curiosamente, los tres clubes con nombres de antiguos presidentes nunca se enfrentaron en torneos nacionales. Para encontrar algún antecedente de este tipo podría retrocederse a la era profesional: en ella, entre 1958 y 1960, Mariscal Sucre chocó con el Mariscal Castilla del Rímac, llamado así en honor a Ramón Castilla y Marquesado, presidente del Perú entre 1845 y 1851 y 1855 y 1862. Sin embargo, el "duelo de mariscales" no se produjo en la época materia de este artículo.
Los políticos
Otros dos nombres de políticos tuvieron presencia en clubes de Primera División.
Uno fue el filósofo y periodista aprista Antenor Orrego (1892-1960). En su honor se fundó la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), que tuvo, en 2000, al Deportivo UPAO de Trujillo en la Primera División.
El otro fue el Carlos Concha del Callao, que participó en el primer Descentralizado, en 1966. Aunque siempre se pensó que el club debía su nombre al poeta chalaco Carlos Concha Boy (1910-1929), prematuramente fallecido, en realidad se inspiró en el ex senador y diplomático Carlos Concha Cárdenas (1888-1944).
Los mecenas
Dos de los clubes norteños más emblemáticos le deben su nombre a mecenas. Juan Aurich, fundado por trabajadores de la Hacienda Batán Grande, lleva el nombre del propietario de dicha hacienda: Juan Aurich Pastor. El otro es Carlos Mannucci, club que inicialmente se dedicó al vóleibol y al básquetbol gracias al apoyo económico del empresario Carlos Mannucci Vega.
Por la Primera División chocaron 27 veces: Mannucci ganó 12, Aurich ganó 9 y hubo 6 empates.
Los santos
Cuatro clubes fueron bautizados en honor a santos.
San Martín de Porres (1579-1639) tuvo a dos: el Deportivo San Martín de Pucallpa, que jugó en Primera en 1989, y la Universidad San Martín de Porres, único santo vigente en la Primera División.
San Agustín de Hipona (354-430) inspiró al colegio que patrocinó a Deportivo San Agustín, campeón peruano de 1986. Finalmente, el otro club con nombre de santo fue el Unión Sport Mina San Vicente, que jugó en Primera a fines de los ochenta.
De los cuatro mencionados, solo dos llegaron a enfrentarse: en el Descentralizado 1988, San Agustín derrotó 1-0 a Mina San Vicente en Lima, igualando sin goles en Chanchamayo.
Los policías
Dos equipos llevaron nombres de policías.
Uno fue el Alipio Ponce de Mazamari, que jugó entre 1988 y 1990, como homenaje a Alipio Ponce Vásquez (1906-1941), capitán de la Guardia Civil que murió durante la Guerra Perú-Ecuador de 1941.
El otro fue el Club Alcides Vigo, que jugó en 1997, y se fundó en memoria del capitán PIP Alcides Vigo Hurtado, abatido en 1966, en el Cercado de Lima, por un delincuente.
Nunca chocaron en Primera División.
El aviador y el arquero
Dos equipos al sur de Lima fundaron equipos con nombres de personajes que no encajan en las categorías anteriores. Uno es el Octavio Espinosa de Ica, que debe su nombre a un precursor de la aviación, quien murió en un accidente aéreo cuando realizaba una prueba. El otro es el Walter Ormeño de Cañete, que jugó en 1974 y que fue bautizado en honor al ex arquero peruano, único personaje vivo de esta larga lista.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: prensa FBC Melgar, Puno Deportes, diario El Tiempo de Piura, Carlos Alberto Asmat, Luis Chacón / DeChalaca.com, Facebook; Recortes: revistas Don Balón Perú y Once, diario La Crónica
escrito por Jeronimo , October 06, 2012
escrito por Osvaldo , October 06, 2012
escrito por Jaime , October 07, 2012
escrito por Omar , October 07, 2012
escrito por ironi , October 07, 2012
escrito por Arnaldo , October 08, 2012
escrito por nan , October 08, 2012
escrito por Javier Salas , October 08, 2012
De todas maneras buen articulo, y espero que este año vuelva el futbol de primera a Puno