Julio Zamora en River Plate: Negro de banda ancha
FBC Melgar visita a River Plate en la Copa Libertadores. Ambos equipos nunca se han enfrentado, pero en el fútbol tienen un nombre en común: Julio Zamora. El ‘Negro’ -que en 2012 dirigió al ‘Dominó’-, como jugador defendió con relativo éxito al cuadro millonario entre 1988 y 1990.
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Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
Antes de la gran etapa que desde 2014 vive con Juan Reynoso en el comando técnico, FBC Melgar tuvo un largo período sin ser protagonista en el fútbol peruano. Esa situación tuvo un quiebre en la temporada 2012, cuando el argentino Julio Zamora arribó a Arequipa y llevó al ‘Dominó’ a ocupar el quinto lugar del campeonato, clasificando así a la Copa Sudamericana.
Al llegar a Perú como DT, su mayor referencia en el medio era todo lo que había hecho como futbolista jugando por Newell’s Old Boys y la selección Argentina durante la década de los años noventa. Antes, sin embargo, tuvo un paso por River Plate, que pese a ser complicado durante el primer año, al final le permitió celebrar por primera vez un título en su carrera.
Aventura de jales
El arribo de Zamora a River se dio al comenzar la temporada 1988/89. Su fichaje fue parte de la gran apuesta que hizo el cuadro millonario al contratar a César Luis Menotti como técnico, quien a su vez acordó con el club sumar nombres de experiencia como Daniel Passarella, Carlos Enrique y Sergio Batista, o a jugadores con proyección como Ángel Comizzo, José Serrizuela y Claudio Borghi.
Su debut fue jugando como local en el estadio Monumental de Buenos Aires, donde Instituto de Córdoba cayó goleado por 6-1 el 23 de octubre de 1988. El ‘Negro’ ingresó en lugar de Juan José Borrelli y se encargó de anotar el sexto tanto -ver video-. En el siguiente partido entró al once titular y se mantuvo así durante nueve jornadas consecutivas, aunque no volvió a anotar sino hasta el 6 de diciembre para cerrar un 4-4 con Deportivo Mandiyú.
A Zamora le tocaba entonces compartir el ataque con Abel Balbo y el ‘Polilla’ Jorge da Silva cuando River disponía un 4-3-3, aunque si pasaba a jugar con dos delanteros quien se sumaba como alternativa era Ramón Centurión. Con Menotti en el banco, su presencia en el campo era regular, aunque su rendimiento solo le permitió marcar cuatro goles durante ese ciclo.
Todo acabó el 11 de junio de 1990 luego de golear 1-5 a Chaco For Ever por el Torneo de Reclasificación a la Libertadores. Pese a ganar, el ‘Flaco’ renunció al cargo, pues no había cumplido con el objetivo de luchar el título -que ganó Independiente- pese a la gran inversión al comenzar la temporada.
Cambio de capitán
Quien tomó la posta para dirigir fue Reinaldo Merlo, que pese a los problemas, pudo sacar adelante al grupo y clasificó a la Libertadores. Para Julio Zamora, en cambio, la situación no fue precisamente buena, pues luego de arrancar como titular y de marcar tres goles en los primeros cinco partidos de ‘Mostaza’ como DT, dejó de ser considerado en las alineaciones.
Para la campaña de 1989/90 Merlo siguió al mando y Zamora mantuvo su status con el equipo al menos hasta la fecha 13, cuando el 29 de octubre vencieron 1-3 a Deportivo Español, siendo el ‘Negro’ titular y autor del último gol. Desde ese momento y hasta acabar el año, su presencia fue constante y el 13 de diciembre tuvo su mejor jornada con River al marcarle un doblete a Mandiyú, que de visita cayó 3-0.
Ese mismo mes surgieron nuevos cambios en el conjunto millonario, pues se realizaron las elecciones del club para elegir a un nuevo presidente, cargo que recayó sobre Alfredo Dávicce. En solidaridad con la anterior directiva, Merlo renunció y se eligió como técnico a Daniel Passarella, quien hacía solo tres meses se había retirado como futbolista. Con el ‘Kaiser’, Zamora siguió en el once principal, aunque en ese lapso solo volvió a marcar un gol más.
La última conquista del ‘Negro’ con River fue el 2 de febrero de 1990 en el clásico frente a Boca Juniors, que de visita le sacó un empate 1-1 a los de Núñez. Luego, el 4 de marzo arrancó por última vez en un partido: fue en la derrota por 1-2 con Talleres de Córdoba, que dirigido por Eduardo Luján Manera se convirtió en el único cuadro que le ganó al equipo de Passarella en el torneo.
En los siguientes trece partidos Zamora solo ingresó en seis, cerrando su ciclo con la banda roja el 20 de mayo al igualar 2-2 con Unión de Santa Fe. Para entonces, River Plate ya era el campeón argentino, un título que se le había negado desde la temporada 1985/86. Con ese logro fue que pegó la vuelta a su primera casa, pues tres meses después ya estaba defendiendo otra vez a Newell’s y listo para sumar más éxitos en su carrera.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: doctorcarluccio.pe, rivermillonarios.com.ar
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