Andrés 'Balán' Gonzales indultado por Alberto Fujimori 1993: Indulto sin insulto
Daniel Orrego | @dorrego1411 Redactor |
La palabra indulto cobró relevancia nacional durante la Navidad pasada debido a la decisión de Pedro Pablo Kuczynski de hacer uso de esta potestad con Alberto Fujimori. El controversial expresidente, con ciertos rasgos de visionario al aplicar el “hoy por ti, mañana por mí”, hizo lo mismo hace 25 años con un jugador reclamado por el público para la selección peruana: Andrés ‘Balán’ Gonzales.
Hoy este término legal vuelve a tomar importancia debido al caso de Paolo Guerrero quien, en uno de sus últimos recursos para ser declarado inocente por el proceso de dóping en el que estuvo inmerso, se reunió con Gianni Infantino, presidente del máximo ente rector del fútbol, para solicitar un indulto, pedido que le fue negado. Esta causa fue sostenida no solo por el jugador sino también por el clamor popular que quería ver al capitán de la selección peruana en Rusia; algo que sí logró la afición en 1993 con otro delantero.
Lo que manda la ley
‘Balán’ fue castigado por la Comisión de Justicia de la FPF durante la Copa América de 1991 por no querer alinear en el segundo partido del Grupo A ante Chile. El sustento del delantero fue que se encontraba “mal anímicamente”, lo que generó que fuera separado de la delegación pues su negativa fue considerada casi como una traición a la patria. Meses después, esta sanción fue refrendada por la Segunda Sala del Tribunal del Deporte del IPD el 24 de octubre de 1991.
El delantero de Universitario tenía en Chile un escenario ideal para mostrar sus habilidades, que habían dado que hablar en tierras sureñas tras el gol que le marcara a Colo-Colo por los octavos de final de la Libertadores. Jorge Hirano fue ubicado como titular en el primer partido de la blanquirroja ante Paraguay y, tras su lesión, Miguel Company optó por un reemplazante distinto a ‘Balán’ por lo que este se molestó con el técnico y habría sido la razón de su autoexclusión del siguiente duelo ante el cuadro local.
El castigo no permitía que el jugador sea parte de la selección peruana hasta fines de 1993. El delantero pidió perdón por la falta y se justificó en su falta de madurez al cometer esa indisciplina. Sin embargo, ante la negativa de las instancias deportivas locales para remover la sanción que se la había asignado, el delantero decidió elevar su pedido hasta la máxima autoridad del país en un intento desesperado por volver a vestirse de rojo y blanco.
Gonzales tocó el tema en enero de 1993 y a su solicitud se sumó la presión de la prensa deportiva, la afición y el mismo entrenador de la blanquirroja Vladimir Popovic, quien había asumido el cargo un año atrás. En un país que estaba cerca de cumplir el primer aniversario del autogolpe de Estado y se debatía entre la inestabilidad de contar con una Asamblea Constituyente, el ruego de ‘Balán’ pasó a tomar las primeras planas de algunos periódicos.
Ese mismo mes, Alberto Fujimori deslizó la posibilidad de tomar una decisión favorable al jugador de Universitario considerando el aporte que podía darle al combinado nacional. Es recién en mayo que el presidente hace un anuncio al respecto en una visita al asentamiento humano Ayllu, en Comas: su decisión era la de otorgarle el perdón.
Lo que quiere el pueblo
El indulto se hizo oficial en el diario El Peruano tres días después, el 11 de mayo, mediante una Resolución Suprema. Una novela que tomó fuerza desde inicios de ese verano, se cerró con una gracia presidencial, la única registrada para un seleccionado nacional de fútbol de la categoría mayor castigado por un motivo similar.
La reacción positiva que provocó en el público no generó el mismo efecto dentro del Tribunal del Deporte de esa época pues el Dr. Carlos Quiroga, parte del mismo, renunció al considerar que se violaba su autoridad y se abría un precedente negativo para casos similares, no solo en el fútbol, sino en el resto de disciplinas deportivas; dos miembros más renunciarían días después aunque sus reclamos caerían en oídos sordos.
Popovic se mostró contento por la decisión del presidente, la cual agradeció pues es lo que debía hacer un “buen peruano” al ver la falta que le hacía ‘Balán’ a la selección. Perú se preparaba para participar en la Copa América a jugarse ese año en Ecuador y tenía previstos amistosos en Estados Unidos ante la selección local antes de un viaje de aclimatación a Arequipa por lo que el delantero se sumó a los entrenamientos de manera casi inmediata.
A pesar de contar con el permiso para jugar, Gonzales no fue de la partida en el siguiente encuentro de la bicolor, no solo porque no era titular indiscutible en esa época -luchaba un puesto con Flavio Maestri, Ronald Baroni y Waldir Sáenz, también convocados-, sino porque había sufrido una lesión en la rodilla y seguía un proceso de recuperación. El deporte y la política se mezclaron, como en tantas ocasiones, a través de un concepto indicado en la Constitución que rige el Perú desde ese año: el indulto presidencial.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Recortes: Diario Ojo, suplemento deportivo Crack