Esta foto puede ser famosa
Acerca del gol de ‘Franquito’ Navarro a la Vallejo y la relevancia que podría tener en un futuro si, en el desenlace final del torneo, este llega a favorecer al León de Huánuco de su padre, Franco Navarro.
Ocurrió en el Mansiche. Acaso en el instante menos esperado. Vallejo tenía controlada las riendas del encuentro y avizoraba, aunque de manera parcial, su casi seguro posicionamiento en el primer lugar de la serie par. Sin embargo, en una de sus escasas réplicas, Cienciano reaccionó y encontró la insospechada paridad de un testarazo. Todo no pasaría de una mera anécdota y hasta podría referirse a los habituales picos de rendimiento de los trujillanos -sobre todo actuando en casa- si no fuera porque la conquista imperial tuvo como protagonista a Franco Navarro Mandayo -‘Franquito’ para los entendidos-, el hijo de Franco Enrique, el mismo que conduce los hilos de León de Huánuco y que justamente pugna una lucha encarnizada con el elenco poeta en busca de la anhelada final. ¿Curioso, cierto?
Fue, obviamente, un gol celebrado en Cusco, el cual podría influir en una presunta recuperación de los rojos para huir del descenso. Empero, es un hecho que el tanto de ‘Franquito’ retumbó el doble en Huánuco, y también en el trayecto de León a Piura, con papá Franco batuteando la expedición de los cremas del centro al norte del país. Uno se pregunta, ¿Alguna vez el fútbol peruano registró un hecho similar, teniendo como protagonista a padre e hijo? Difícil, por no decir imposible. Tantos celebrados por terceros existen a granel, y algunos quedaron graficados para siempre, como el empate conseguido por Leonardo Uehara en el tope entre La Loretana y Universitario en el Clausura 1997, desarrollado en simultáneo a la victoria de Alianza Lima ante Torino en Talara y que, independientemente de su resultado, lo catapultaba como campeón nacional tras 18 años con el score en Pucallpa; o, yendo a lo más actual, aquella anotación del ‘Drogba’ Carrillo con casaquilla de Sport Áncash ante Atlético Minero, el cual salvó a los blanquiazules del descenso en 2008. Sin embargo, una historia enmarcada con el “favor” del vástago al progenitor, aparentemente, jamás se presentó por estos lares.
Por ello, este contenido está titulado bajo el rótulo de “esta foto puede ser famosa”, porque, quien sabe, en el balance final del torneo, si todo llega a ser felicidad en tierras huanuqueñas, es un hecho que mucho tendrá que ver la resolución del cotejo desarrollado en la Ciudad de la Eterna Primavera. Y la euforia desencadenada en el rostro de Franco Jr., como lo captó el oportuno lente de nuestro colega Celso Roldán del diario La Industria de Trujillo, sugiere que la felicidad traspasó fronteras. Y es que ese abrazo con el ‘Checho’ Ibarra, que significó un paliativo al pésimo momento por el que atraviesa Cienciano, también envuelve a la figura de su padre, como lo hizo tantas veces de modo presencial en aquella gesta de Estudiantes de Medicina en 2001, acompañando siempre al equipo morado como una especie de amuleto. Ahora, tras el nexo concebido la noche del 29 de setiembre de 2010, en el seno de los Navarro se espera que la semilla -más adelante- suministre sus frutos (futbolísticos). Mientras ello ocurre, usted, amigo lector, no pierda de vista a esta foto.
Foto: diario La Industria de Trujillo
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