Escape a la libertad
Lo que hace Boys en cada una de sus presentaciones cada vez es más valioso: el equipo continúa herido a nivel institucional, con terribles reportes económicos que lo mantienen con la soga al cuello y que, en condiciones normales, tal situación tendría que reflejarse de alguna manera en el terreno de juego. No obstante, nada de ello ocurre con este equipo dirigido por Julio Colina (quien ya anunció que fue oficializado como DT por la dirigencia rosada): cada partido que pasa, esta versión diezmada del Boys va dejando la sensación de sentirse grande y capaz, y la porción de puntos que rescata de alguna plaza complicada simplemente demuestra su eficiencia colectiva. Y es que no posee grandes figuras, sino un notable amor propio que asolapa sus limitaciones y que le otorga suficientes alas para rescatar unidades y eludir a un fantasma del descenso que todavía lo amenaza.
Ante la Vallejo, Boys no se canzó de batallar pese a las bajas que presentó en el once y también con el tanto de entrada que, en circunstancias normales, lo habrían bajoneado en el Mansiche. Los rosados, por el contrario, jamás se hicieron reproches y simplemente se lanzaron a complicarle la vida al poeta que, una vez más, resignó puntos claves en casa, sobre todo por tratarse de un equipo con pretenciones de campeonar. Lo curioso es que el equipo del puerto llegó al gol por obra de dos exjugadores vallejianos, los mismos que se encargaron de imprimir el mensaje de que este equipo cree -y mucho- en sus facultades.
El primero en convertir fue Carlos Orejuela (ex jugador de la Vallejo en 2008), quien solito se generó un penal y él mismo se encargó de transformarlo. Luego, tras un inesperado desnivel que consiguió Roberto Jiménez en el acto, llegó la reacción de Manuel Tejada, la gran figura sabatina que defendió los colores universitarios en 2009. 'Tejadita' marcó su gol, el del definitivo 2-2, y lo gritó a todo pulmón. Fue una secuencia figurativa que, simplemente, pintó de cuerpo entero lo que en este momento significa defender la camiseta rosada: mucha pasión y garra, la misma que solo es recompensada de manera futbolística.
Foto: diario La Industria de Trujillo

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