De chalaca a la gloria
Marco van Basten, uno de los mejores delanteros de la historia, cumple hoy 50 años. La pinturita que hizo de chalaca con Ajax quedó inmortalizada, así como otros goles y éxitos logrados en una corta pero impresionante carrera: su último partido lo jugó a los 29 años.
La goleada del Ajax ante NEC por 5-0, el 3 de abril de 1982, habría pasado desapercibida si no fuera por un hecho puntual. Marco van Basten debutó en el fútbol profesional: el DT Kurt Linder lo hizo ingresar por una leyenda del club y del fútbol holandés como Johan Cruyff. Y el novato goleador, como debía ser, dejó su firma: puso el 3-0 parcial a los 67 minutos.
En total, Van Basten anotó 153 goles en 172 partidos con el Ajax, entre 1982 y 1987 –en los que ganó 3 títulos de la Eredivisie y 1 de la Recopa de Europa–. Es el sétimo máximo goleador en la historia del club. Esas son, apenas, unas de las maravillosas cifras que consiguió a lo largo de su corta pero impresionante carrera. Porque las lesiones lo habrán sacado de las canchas en 1993, cuando tenía 29 años –aunque su retiro lo oficializó recién en 1995–, pero lo que hizo siempre quedará en el recuerdo de los hinchas del fútbol.
‘Rossonero’ pasión
En 1987, los goles de Van Basten se mudaron de Ámsterdam a Milan. Silvio Berlusconi, presidente del club ‘rossonero’, pagó 2 millones y medio de dólares por el delantero de 23 años (récord de la época). Y no decepcionó. En total, logró 124 tantos con su nuevo equipo, y permanece hasta ahora en el ‘top ten’ de goleadores históricos (en el sétimo lugar).
Y los goles llegaron con títulos. Marco ganó 4 veces la Serie A italiana (3 consecutivas, de 1991-92 a 1993-94), 2 Copas de Europa, 2 Copas Intercontinentales, 2 Supercopas de Europa y 4 de Italia. Casi nada, ¿no?
Lamentablemente no existe historia de amor perfecta, y el idilio entre Van Basten y Milan pasó por momentos complicados. En su primera temporada tuvo que operarse de la clavícula, por lo que se perdió casi toda la temporada (apenas jugó 11 partidos). En 1992 volvió a lesionarse de gravedad, al punto que tuvo muy poca actividad. Pero Marco hizo de todo por poder jugar la final de la Copa de Europa de 1993, ante Olympique Marsella: se inflitró y el 26 de mayo de 1993, ante 64,400 personas en Múnich, jugó su último partido. Estuvo 86 minutos en cancha, aunque no pudo evitar el triunfo francés por 1-0 (gol de Basile Boli).
Goles en acción
Una carrera brillante como la de Van Basten debía tener, también, alegrías con la camiseta naranja de Holanda. Y la consiguió en la Eurocopa de 1988. La inactividad que Marco tuvo por lesión en su primera temporada en el Milan hizo que el DT, Rinus Michels, lo mantenga en la banca para el debut: ante URSS el titular fue John Bosman, y los tulipanes perdieron 1-0.
Ya en el siguiente partido, ante Inglaterra, Van Basten fue titular, e hizo los tres goles para el triunfo de Holanda por 3-1. También anotó en la semifinal ante Alemania (2-1) y en la final ante URSS: puso el 2-0 definitivo para gritar campeón.
Eso sí, en los Mundiales no tuvo suerte: se fue de Italia 90 sin anotar, y por culpa de las lesiones se perdió el de Estados Unidos 94 (Dick Advocaat lo convocó, pero no se pudo recuperar a tiempo). Igual, los 24 goles que anotó en 58 partidos con su selección son muy recordados.
Cereza en el postre
No podíamos dejar de mencionar la pinturita que realizó el 9 de noviembre de 1986, cuando jugaba en el Ajax. Probablemente sea el mejor gol de chalaca de la historia. La víctima fue Jan van Grinsven, arquero del FC Den Bosch, que no pudo evitar la derrota de su equipo por 3-1. Y no tenía nada que hacer ante tremenda acrobacia del gran Van Basten. Todos aún lo celebramos.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: AFP
Video: Youtube / usuario Ajax Archief
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