Foto: centurymatch.comValga la ironía, lo que ocurrió este sábado con Atlético Torino en el estadio Aliardo Soria Pérez remite a un hecho histórico: al día del primer partido del FC Barcelona. ¿Qué cosa tienen en común? Que ambos se presentaron con diez jugadores.

 

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Miércoles por la noche. El reducido plantel de Atlético Torino (12 jugadores, el entrenador, el preparador físico y el utilero) se aprestaba a abandonar Talara con destino a Tumbes. De allí, vía terrestre, el ‘Taladro’ se dirigió a Lima para hacer “escala” y enrumbar a Pucallpa. Extenuados e inmersos en una terrible crisis económica, los envalentonados personajes, minutos antes de pisar las escalinatas del avión de turno en el aeropuerto Jorge Chávez, se dieron cuenta de un peculiar detalle: los carnés de cancha del defensor Harold Beltrán y el colombiano Edilberto Salazar, sin querer queriendo, se habían quedado en la ciudad del Oro Negro. ¿Solución? Ninguna. Media vuelta a ambos y a afrontar con lo que se tenía el último partido de la Segunda División.

Lo que se presenció la tarde sabatina en el estadio Aliardo Soria Pérez de Pucallpa, tranquilamente, podría engrosar la lista de temas en nuestra sección Perú Bizarro. No solo porque Torino, con la conocida inferioridad numérica con la que saltó al gramado artificial, se llevó los tres puntos; sino porque su rival, el descendido Tecnológico Campoverde, estuvo a punto de acumular una nueva perla en su haber: apenas tenía a nueve jugadores disponibles cuando restaban 10 minutos para el inicio de la brega. Los hombres faltantes, como en las pichanguitas del barrio, llegaron casi sobre el silbatazo inicial del juez de la contienda. De Ripley.

Uno se preguntará: ¿esto solo pasa -o pasó- en nuestro fútbol? Pues sí y no. Por ejemplo, en la actual edición de la Copa Perú, el club 9 de Octubre se presentó a uno de sus partidos por la Liga Distrital de Chiclayo con diez jugadores. Casos como este, es un hecho, ocurren a granel en el “fútbol macho” y seguramente también en otras latitudes, pero con perfil bajo. Sin embargo, por absurda que fuera la comparación, lo acaecido en Pucallpa nos traslada, aunque en circunstancias extremadamente disímiles, a un suceso histórico que data de poco más de 110 años de antigüedad.

Un 8 de diciembre de 1899, sobre las 3 de la tarde -menudo detalle- el FC Barcelona jugó el primer partido de su historia contra un equipo de deportistas de la Colonia Inglesa en el Velódromo de la Bonanova, la primera cancha que emplearon los blaugranas. En aquel compromiso, el elenco culé, al igual que su rival, reunió a solo diez jugadores ya que, como ahora ocurrió con el ‘Taladro’, no tenía a más hombres disponibles. El equipo estaba compuestos por seis catalanes y cuatro "extranjeros", entre los que resaltaba la figura del suizo Joan Gamper, el fundador del club.

El Barça aquella vez sucumbió por la mínima diferencia, pero, pese a ello, empezó a levantar polvareda en los medios de comunicación, como ocurrió con las publicaciones de La Veu de Catalunya y La Vanguardia, que en sus crónicas dieron cuenta de la presencia de escasos espectadores que recién despertaban el interés hacía un deporte poco difundido por los catalanes.

El sábado 16 de octubre de 2010, a la misma hora del recordado estreno azulgrana, con nula asistencia de espectadores y con la admirable presencia de nuestros colegas Fidel Ravello -de onomástico- y Davidson Arce (sin pecar de vanidosos, fueron los únicos periodistas que cubrieron el partido in situ), Atlético Torino, sin quererlo, quiso rememorar a su par español. Empezó cayendo con tanto del resucitado Leonardo Uehara (créalo: desempolvó los chimpunes tras cinco años dedicándose a una escuela de fútbol en su natal Pucallpa), pero luego se llenó de valor y le dio vuelta a la historia con goles de los célebres Víctor Cárdenas y Nelson Roque.

Así fue como el ‘Taladro’ cerró su campaña en el torneo de ascenso, con un 1-2 que reviste detalles por demás pintorescos. Por si acaso, no se nos olvidaba: por la fecha 7 de la Liga española, Barcelona superó por idéntico marcador al Valencia. Sí, empezó perdiendo, pero en la etapa complementaria puso las cosas en su sitio y remontó el score con goles de los afamados Andrés Iniesta y Carles Puyol. Esto, pues, como para seguir a tono con el detalle en común, o bueno, con la ironía. Como fuere, si gusta, pónganle un marco a esta nota: jugar con diez ocurre hasta en las mejores familias.

Foto: centurymatch.com

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