Cuatro veces: ya no se llama San Martín
Para Cristal ha sido especialísima la victoria de este domingo. En primer término porque con la San Martín hay una bronca reciente, acicateada a partir del encontronazo de dirigentes en el partido de la primera rueda en el estadio Nacional; ese hecho, entre otras cosas -como que la San Martín jugara hace algunas fechas a puerta cerrada ante Melgar-, es el causante de que el cuadro santo ya no juegue de local en el estadio hoy llamado Alberto Gallardo. Y, según se dice, justamente una de las razones de fuerza para renombrar al coloso del Trébol de Caquetá fue la existencia de un equipo llamado San Martín, lo cual no contribuía al reforzamiento de la identidad celeste.
Por eso había un morbo especial con este partido, pero no era la única razón. Desde hacía cuatro años, la San Martín era más que una piedra en el chimpún para los del Rímac, puesto que no podían ganarle desde aquel 1-0 con gol de Miguel Ángel Villalta en el arranque del Clausura 2008. Encima, los choques entre ambos en el antes llamado San Martín de Porres, con los rimenses como locales, habían comenzado a acumular una serie de derrotas claras: 3-4 y 0-4 en 2009, 0-1 en 2010 y 0-4 en 2011, esta última catalizadora del cese de Juan Reynoso a finales de la temporada anterior. Especialmente aquellas dos goleadas con cuatro goles en contra calaron muy hondo en el alma del hincha rimense.
Todo ello hizo que estos cuatro goles anotados por Cristal fueran gritados con el alma por las tres tribunas del estadio que, desde hoy sobre todo, se llama para siempre Alberto Gallardo Mendoza y no más San Martín. Porque muchos fantasmas fueron despejados y porque, incluso en los instantes que corrieron del segundo al cuarto gol, el cuadro bajopontino ofreció los minutos de juego más fantasiosos que se le hayan visto en bastante tiempo. De esos que hacen que sus hinchas griten que es el Cristal que quieren ver.
Foto: José Salcedo / DeChalaca.com
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