Cuando el potrillo empezó a arar
Ocurrió un domingo 9 de septiembre de 1984. Hace exactamente 30 años. Alianza estaba urgido de goles y se la quería cobrar ante Cristal: se jugaba la fecha 10 del Descentralizado y, en sus anteriores nueve compromisos, apenas había anotado tres tantos. Por esa razón, el técnico íntimo de ese entonces, Juan José Tan, decidió darle la oportunidad a dos jóvenes valores: Carlos Bustamante y Luis Escobar, quien había debutado en Primera meses atrás, el 26 de mayo ante Octavio Espinosa. En Matute, se decía a voz muy alta que el equipo había caído en una apatía y que por tal razón tenía que jugársela por sangre nueva.
Aquel 9 de setiembre de hace 30 años, que con el paso del tiempo cobró más valor, un total de 12,012 espectadores se congregaron al estadio Nacional para ver a un Alianza que saltó a la cancha con José Gonzales Ganoza en el arco; Jaime Duarte, Willian León, Tomas Farfán y Roberto Rojas en defensa; Vilmar Valencia, Juan Illescas, Carlos Bustamante y Humberto Rey Muñoz en la volante, y Eugenio La Rosa junto al púber Luis Escobar (con solo 15 años) en el ataque. El rival, Cristal, que era dirigido por José Chiarella, saltó a la cancha con Gerardo Rubiños (hijo de Luis) en el arco; Pablo Lobatón, Orlando Pérez, Rubén Díaz y Orlando Mendoza al fondo; Alfredo Quesada, Luis Reyna, Alan Incháustegui y Enrique Boné en el medio, y Pedro Ruiz con Jorge Hirano en ofensiva.
Como bien lo catalogaron los cronistas de la época, Alianza piso el gramado del coloso de José Díaz con otro semblante: mostró alegría, decisión, empeño y coraje. Y lo mejor es que empezó a facturar desde muy temprano: a los 5', Humberto Rey Muñoz sacó un centro por izquierda, que se le pasó a todo el bloque posterior de Cristal, y le calzó exacta al Luis Escobar, quien en primera le pegó al arco de Gerardo Rubiños y puso adelante a la blanquiazul. Era el primer grito de gol del 'Potrillo' en la máxima categoría.
No obstante, el elenco de Tan bajó la guardia en los minutos posteriores y permitió que su rival se crezca. Y así fue como llegó el empate a través de 'Pedrito' Ruiz, a los 38'. Esto, sin embargo, fue una mera anécdota, ya que a los 54' se vivió el momento más agradable de aquella tarde dominical: Eugenio Rey Muñoz se salió del libreto y, gracias a un centro suyo, permitió que el 'Potrillo' Escobar se elevara y, con un giro sorprendente en el aire, de esos que tuvieron su sello propio, coloque -de un cabezazo- el esférico al ángulo y estableciera el 1-2 que no se volvió a mover más en el Nacional, hasta el pitazo final del árbitro Edison Pérez Núñez.
Esos, pues, fueron los dos primeros coqueteos del 'Potrillo' con el club que, a más de 26 años de su prematura partida en la tragedia aérea de Ventanilla, lo sigue recordando como uno de sus máximos ídolos. Un atacante que luego engrosó con goles su romance con la blanquiazul y cuyo nombre siempre estará envuelto en la eterna interrogante de si tuvo todo para ser uno de los mejores atacantes en la historia del fútbol peruano. Una pregunta que nunca tendrá respuesta.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Recorte: revista Ovación