Confusión de identidades

Mientras se disputaba el partido de ida de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Corinthians, los comentaristas de la cadena argentina que transmitió ese encuentro destacaban que, en el Timao, el técnico Tité había incluido a Romario Ricardo Da Silva, Romarinho, 21 años, procedente del Bragantino, e hijo del gran Romario, un dolor de cabeza para las selecciones argentinas en todos los enfrentamientos que tuvieron.
Esta noticia fue reproducida por todos los medios argentinos en Internet días antes al choque copero. Y los medios audiovisuales y las publicaciones la asumieron como real. Incluso, en el medio peruano. "El hijo de Romario es la carta bajo la manga de Tité ante Boca". Romarinho, recién incorporado al primer equipo del Timao, le había marcado dos tantos al Palmeiras, por lo que se ganó un lugar en la lista de viajeros a Buenos Aires, aunque Tité no le aseguró la titularidad. Lo que nadie se molestó en confirmar o corroborar es si este Romarinho es el verdadero hijo del Baixinho.
El asunto fue que, en efecto, Romarinho, nueva joya del Timao, saltó a la cancha de la Bombonera y le hizo un golazo al cuadro xeneize. Por lo que la final se decidirá la próxima semana en Sao Paulo. Y la mayoría de medios, luego del primer choque, destacó de inmediato las cualidades del nuevo crack paulista: "Romarinho tiene cosas de su famoso padre".
Lo que sí es cierto es que este Romarinho definió como el gran Romario y, parece que, efectivamente, tuviera sus genes. Pero lo real es que no tiene nada que ver con él, según se ha encargado de aclarar la prensa paulista apenas se enteró de la confusión en las identidades.
El hijo de la leyenda brasileña, Romario, el adolescente Romarinho, irá a probarse al Barcelona de España, donde su famoso progenitor brilló con luz propia en los noventas. De este Romarinho, su nombre de pila es Romario De Souza Faría Junior y nació el 20 de septiembre de 1993. Es decir, tiene 18 años y destaca en la categoría Sub-18 del Vasco da Gama de Río de Janeiro, donde justamente el Baixinho fue ídolo.
Romario Junior, o Romarinho, ha heredado habilidades de su padre, campeón mundial en Estados Unidos 1994. Como atacante o extremo por derecha, este jugador prodigio es rápido, tiene panorama del mediocampo hacia adelante y no se incomoda cuando tiene que pegarle de punta para definir en el arco rival. El tiempo dirá si es mejor que el ex goleador del PSV de Holanda.
Por ahora, goza de minutos en el Vasco juvenil (con el que tiene contrato hasta 2013) y los expertos dicen que irá a Barcelona para quedarse. Aunque en el club azulgrana han desmentido que Romário Junior se probará en sus canteras.
A todo esto, el verdadero Romarinho debe haberse sentido extraño en su casa en Río de Janeiro mientras veía la final. Fue desplazado mediáticamente. Le han quitado el lugar de privilegio por algunos días. Debe haber pensado, quizás, ¿cuántos Romarinhos en el fútbol brasileño deben ser asumidos por los periodistas como hijos de su legendario padre? Y él es el único. O quizás, en el mejor de los casos, tomó este episodio deportivamente. Ya lo saben, lección aprendida: No todos los Romarinhos son hijos de Romario. Aunque jueguen como él. Si las dudas persisten, para eso existe la Internet.
Foto: AP

Siempre que sea un argentino o club argentino que esta participando, ven al que juega peor como el mejor, y viciversa, les entra una miopia deportiva escandalosa y hacen el ridiculo ante el mundo, pero eso no los inmuta siquiera pues tienen una coraza a toda prueba.
Cuando puedo pongo el volumen de la Tv en cero y sintonizo alguna radio o canal que este trasmitiendo para escuchar el audio.