Cinco Esquinas: Tu casa es mi casa

El sorprendido
Desechando la propuesta hecha por mis amigos de la facultad para ver el partido en el hogar de uno de ellos -quien nada escueto se afanó de tener un televisor más grande que su casa-, la decisión de quedarme en casa viendo el encuentro con mi viejo fue irrefutable. Los dos tantos de la primera parte le pusieron mute a un ambiente hogareño, donde quien más disfrutaba era mi hermano -al que le interesa poco o nada lo que le suceda a la selección- viendo algún capítulo de South Park con el volumen más escandaloso que el arbitraje de Orozco. Sobran las explicaciones de la angustia que se vivió en cada remate al palo, cada balón recuperado por Medel o cada decisión del juez boliviano, quien al parecer anduvo resentido por la derrota de su país ante Colombia. Sin duda, la postal fue la tranquilidad con la que se vivió la caída ante el clásico rival. De hecho, en honor a la verdad, no recuerdo haber visto en mis 20 años de vida a mi viejo tan satisfecho por ver perder a su selección. (Aldo Ramírez)
El satisfecho
Tenía que mirar este partido con quien considero el mejor analista de fútbol y me enseñó a verlo: mi padre. Solo hubo comida alrededor de la mesa. Decidí desconectarme de internet y vivir este encuentro con emoción. Ni siquiera el primer gol mapochino me apagó. Si bien hubo unos veinte segundos de silencio, la expectativa siguió latente y permaneció la confianza en apreciar la actitud del viernes ante Paraguay; no obstante, el tanto de Eduardo Vargas sí generó molestia. No merece la pena detallar los comentarios que hicimos porque después la historia cambió, aunque valgan verdades, la angustia se instaló y, en lo personal, pasó por mi mente que se vendría una goleada. Estaba asado a pesar de lo risible que era escuchar a Ramón Quiroga decir "Bonyebur" en lugar de la pronunciación correcta, pero todo cambió. Lo mejor, sin duda, fue el trámite desde el penal que no nos cobró Raúl Orozco hasta el penal que sí les cobraron a los sureños: hubo una cadena de reacciones. Al final solo me quedó aplaudir la actitud del equipo, algo que personalmente resalto demasiado. (Carlos Panez)
El emocionado
Tras un par de clases en la universidad, la profesora terminó rápido su clase para que pudiéramos llegar temprano a ver el partido. Quedé con unos amigos del colegio para mirarlo en casa de uno de ellos en Magdalena. Tras la respectiva compra del six pack y, con camiseta puesta, la búsqueda de taxi fue un reto: a las cinco y media de la tarde estaban llenos o no querían ir. Me embarqué cerca del inicio del encuentro, por lo que escuché por radio el primer gol chileno. Ya en la casa de mi amigo, la expectativa y los gritos fueron máximos, pero nuevamente otro gol mapochino nos bajó las revoluciones. El gol de Pizarro me volvió a meter en el compromiso por el lado emocional. Me gustó que fuera él, uno de los que demostró más garra para intentar voltear el marcador. Luego, el tanto de Farfán significó un conjunto de celebraciones y una gran esperanza para remontar, sin embargo, el penal que transformó Suazo terminó de cortar todas las opciones de conseguir algo positivo. No fue un partido para reprochar. Me fuí contento con la actuación peruana. (Diego Rodríguez)
El incomprendido
Siempre estuve acostumbrado a ver los partidos de la selección con mi papá, ya que es el único miembro de mi familia con quien comparto fútbol. Por estas fechas es un poco complicado que lo haga debido al estado de salud de mi abuelo: mi progenitor tiene que cuidar de él. Como en el debut de las eliminatorias, esta vez también ví el encuentro con las dos féminas más allegadas a mi día a día: mi madre y mi enamorada. Por ratos están más entretenidas en otras cosas, pero pareciera que tienen un chip para levantar la cabeza diez segundos antes de un gol y romperme el tímpano cual corneta de estadio. A pesar de hacer un análisis de fútbol, ellas no entienden lo más mínimo de lo que digo, aunque me miran con una sonrisa y fingen interés, hasta el punto de mencionar algunos nombres que Sergio Markarián debería tener en cuenta. Podría buscar el acompañamiento de algunos primos, tíos o amigos, pero les agradezco infinitamente a ambas la compañía que me brindan. (Edú Latoche)
El renegón
Fue inusual ver que, en todos los centros de trabajo, la mayoría concluyera sus labores antes de las seis de la tarde. En mi caso salí raudo a casa para observar el partido. Ya instalado, me sorprendió que mi madre, a quien no le emociona el fútbol, estuviera en la sala hinchando como una aficionada más junto a mi padre tomando lonche. Me uní y no imaginé que, al minuto de juego, la desconcentración volviera a soplarnos la nuca. No miento al decir que me convertí en la flor de la canela con aquellos 20' desastrosos de Perú. Para mi asombro y el de mis padres, reaccionamos de forma positiva y no dimos por perdido el encuentro. Renegué con los palos y con los cobros discutidos de Raúl Orozco. Cuando se puso 3-2 decidí verlo cual técnico parado en el banco de suplentes, con mi viejo apretando el cojín por los otros dos palos y con mi madre callándome por lo procaz de mi lenguaje. Igual, asumí mi terquedad de morir de pie porque no encontraba otra manera. No se pudo al final y empecé a darle la razón a un amigo que me escribió al celular: "Mick Jagger nos saló". (Gabriel Valenzuela)
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Carlos Vela / DeChalaca.com, enviado especial a Santiago

Otro detalle PERU sale a calentar y reconoce todo el terreno,, despues de calentar se va a los camerinos y aparecen como demonios como 10 rotitos con sendas mangueras para mojar el cesped...esta permitido esta artimañas....pregunto ¡¡¡¡¡¡'¡¡¡¿¿¿¿ porque PERU no reaccionno con otro grupo e ir con secadoras portatiles y secar el cesped por lo menos amortiguar lo mojado...???? en lugar de estar como 10 personas del cuerpo tecnico sentados pensando que cosas apaticamente,,falta VIBRA POSITIVA en los ayudantes de don SERGIO carajo,disculpen eso se percibio,,, eso era vital.....recuerdo que en la epoca de Marcos Calderon cuando jugamos en TUCAPEL del monumental del colo colo en la barra del >Peru formado por jovenes damas y caballeros representantes del PUEBLO ..como 2600 peruanos y la barra se porto de maravillas . tan es asi que al final CLAUDIO, PAOLO se acercaron a agradecer la BULLA que se HIZO....regalandonos su camiseta..lo mismo el loquito Vatrgas ,,,grande claudio con una personalidad de LIder,,,, los mismos rotitos reconocen la tecnica del futbol peruano que hay que agregar la DISCIPLINA TACTICA Y FISICA...perdimos pero muy contentos por lo desarrollado por los Integrantes de la seleccion .Y HUMILDAD:..