Checando la polémica

Perú afronta su segundo partido por la Copa Kirin ante la República Checa, selección que es considerada como la heredera futbolística en términos estadísticos de la antigua Checoslovaquia, país escindido el 31 de diciembre de 1992 para dar origen a República Checa y Eslovaquia como naciones independientes.
A Checoslovaquia, Perú la enfrentó tres veces, según el conocimiento convencional. No obstante, dos de esos partidos contra los checoslovacos, jugados en 1970, forman parte del paquete de partidos en duda estadística respecto de su condición de internacionales A-1, tal como los dos partidos ante Japón en 1967 presentados por DeChalaca.com en la previa del partido ante los nipones por Copa Kirin. La razón es similar: no es posible afirmar a ciencia cierta que el equipo checoslovaco que llegó entonces a Lima haya sido una selección absoluta.
Sin embargo, hay algo curiosísimo en ese entredicho. Aparentemente, la razón por la cual aquella Checoslovaquia que llegó a Lima en 1970, pocos meses antes del Mundial de México, no fue una selección absoluta, fue que el equipo estaba íntegramente conformado por jugadores checos: no habría habido eslovacos en él, por lo cual podría haberse tratado de un combinado regional. Así, casi sin querer queriendo, el de este sábado 3 de junio podría no ser, en términos prácticos, el primer partido entre peruanos y checos.
Afinando los chimpunes
En los albores de 1970, la selección peruana de fútbol tenía la mira puesta en afrontar el Mundial que se iba a disputar en México, al que se había clasificado en agosto del año anterior. Para ello, los dirigentes de la FPF empezaron a buscar -a pedido del director técnico brasileño Waldir Pereira 'Didí'- conjuntos europeos a los cuales enfrentar para darle roce a un plantel que conocía poco sobre el nivel de los rivales que podían tocarle en la justa mundialista.
El ciclo de preparación se inició en enero, con una concentración en las instalaciones del Colegio Militar Leoncio Prado, donde Didí dispuso de sus jugadores para acondicionarlos físicamente. Tras esto, los seleccionados peruanos empezaron a quedar listos para medirse contra la primera selección extranjera con la que se había pactado.
En su recorrido por Sudamérica, Checoslovaquia pisó Lima el 2 de febrero para disputar dos partidos ante Perú en una gira que los había llevado a jugar en Chile y Uruguay. Precisamente, los checoslovacos llegaban provenientes de Montevideo, donde se habían enfrentado al preseleccionado charrúa que también se alistaba para el Mundial mexicano, y cuyo resultado fue un empate 2-2. En la capital peruana, el elenco europeo dispuso de las instalaciones del club Sporting Cristal para realizar trabajos físicos previos a su primer enfrentamiento contra la blanquirroja, en los cuales la prensa nacional pudo apreciar la gran capacidad atlética de los jugadores.
¿Será o no será?
En días previos a la llegada de la delegación checoslovaca, algunos medios anunciaban que el combinado que llegaba a Perú para jugar contra la selección no era el mismo que se encontraba alistándose para competir en el mundial mexicano, sino que se trataba de un representativo conformado por jugadores que militaban en clubes de Praga que se "fogueaban internacionalmente" con estos partidos. De ellos, los nombres del arquero Jiri Sedlacek, el defensor Jiri Vecelek y el atacante Pavel Stratil se destacaban al haber estado en nuestro país entre diciembre de 1967 y enero del siguiente año, en el torneo amistoso llamado Pentagonal Olímpico, que agrupó -además de la delegación olímpica checoslovaca- a la selección rusa, Alianza Lima, Universitario y Sporting Cristal.
Sobre el tema de si aquella Checoslovaquia que llegó a nuestro país fue efectivamente la selección absoluta hay diversas opiniones. Por un lado se puede señalar que en el Mundial de México -y en los tres encuentros amistosos previos que disputaron entre abril y mayo- quien dirigió a la selección fue Jozef Marko, mientras que en los partidos ante Perú quien apareció en el banquillo fue Rudolf Vytlacil -aunque algunas fuentes mencionan a Rygr Antonin como el entrenador-. Mientras que si se toma en cuenta la nómina de la delegación que llegó a Lima y la de la selección checoslovaca que asistió al Mundial, hay dos nombres que se repiten: los del defensor Vladimir Hagara y del delantero Frantisek Vesely. Si se toma en cuenta esto último, se podría presumir que en realidad se trató de un preseleccionado que viajó por Sudamérica en busca de sumarle nombres al grupo que iba a asistir al Mundial -algo así como lo que viene sucediendo actualmente con la blanquirroja, con los microciclos y amistosos de Sergio Markarián-.
Esta presunción es apoyada también por datos llegados a la redacción de DeChalaca.com gracias a la colaboración de José Luis Pierrend, activo investigador en la historia de la selección peruana y buen amigo de esta página web, quien refiere unas declaraciones a la prensa del técnico checoslovaco Vytlacil a su arribo a tierras uruguayas para disputar el amistoso señalado líneas arriba. Según sus palabras, Checoslovaquia decidió realizar su preparación mundialista armando cuatro preselecciones: dos de futbolistas checos y dos de jugadores eslovacos, las cuales se distribuyeron entre Francia, México, Perú y Uruguay para sostener encuentros amistosos. La idea, de acuerdo con lo explicado por el técnico, era afrontar el Mundial con una base conformada por los futbolistas eslovacos, por poseer ellos una mayor fortaleza física.
Igualmente, la afirmación de aquel entonces de que se trataba de un grupo de jugadores provenientes de equipos de Praga también deja lugar para la discusión, ya que de acuerdo con los datos alcanzados por José Luis Pierrend, la mayor parte de los checoslovacos que arribaron a Perú jugaban por el club Sklo Union Teplice, a los cuales se añadieron algunos refuerzos de equipos de Praga y Plzeň, una práctica común por aquellos tiempos cuando algún club realizaba una gira. Y aquí viene el hecho mencionado al inicio del artículo, que quizás el partido de este sábado no sea el primero en el que Perú se enfrenta a un representante checo, ya que todos los clubes a los que los jugadores de esa selección pertenecían corresponden -con alguna variación en nombres- a ciudades de la actual República Checa.
Al final, la decisión de tomar estos partidos como de categoría A-1 queda a distintas interpretaciones. Aceptarlos o no como tales traería como consecuencia que se varíe la historia en las estadísticas de la selección peruana, como por ejemplo que el 'Nene' Teófilo Cubillas -máximo goleador histórico- vea reducida su cantidad de goles de 26 a 25, o que en su momento Roberto Palacios hubiera alcanzado un partido antes el récord del jugador con más presencias con la blanquirroja que poseía Héctor Chumpitaz, quien pasaría a tener 104 presentaciones. Lo cierto es que la FIFA al menos, en su contabilidad oficial, no los considera por lo pronto.
Puesta a punto
Regresando a los partidos en sí, Perú llegaba con cierto conocimiento de cómo podía ser el tipo de juego de su rival europeo, ya que una semana antes afrontó dos encuentros ante el club Spartak Trnava -bicampeón del fútbol checoslovaco-, que no tiene nada que ver con el actualmente más conocido Spartak Praga. De hecho, tras la separación de Checoslovaquia, el de la ciudad de Trnava empezó a jugar en la liga eslovaca, mientras que el de la ciudad de Praga lo hace en la liga checa. Cinco días después del segundo enfrentamiento ante el Spartak, el técnico peruano estimaba que esos partidos le habían servido como una prueba de suficiencia, necesaria para saber como se encontraban sus jugadores, algunos de los cuales afrontaban procesos de recuperación de lesiones tal como Julio Baylón, quien reapareció tras una operación.
El estadio Nacional de Lima fue el escenario de la primera vez que Perú chocaba contra Checoslovaquia, en una jornada que se inició a las 19:00 con los enfrentamientos entre los equipos juveniles del Defensor Lima contra el Miraflores FC (nombre que por entonces había adoptado Porvenir Miraflores) y del Deportivo Municipal ante el Sport Boys. Llegadas las 21:30, el árbitro nacional Alberto Tejada Burga dio inicio al partido donde Perú alineaba a Luis Rubiños en el arco; Eloy Campos, Orlando de La Torre, Héctor Chumpitaz y Félix Salinas en defensa; como volantes Hernán Castañeda junto a Roberto Chale; quedando arriba Julio Baylón, Pedro 'Perico' León, Teófilo Cubillas y Alberto Gallardo. Por su parte, Checoslovaquia salió al campo con Jiri Sedlacek en la portería; una defensa de cuatro conformada por Milan Kollar, Frantisek Vitu, Frantisek Plass y Bohumil Smolik; Rudolf Smetana y Frantisek Jilek en el medio sector; y en ataque Frantisek Vesely, Premysl Bicovsky, Pavel Stratil y Jan Gomola.
El primer tiempo no fue nada favorable a la selección peruana, que recibió dos goles en los pies de Stratil a los 38' y Smetana a los 44', dejando un mal sabor a los 43,039 espectadores que se dieron cita en el Nacional. Para la segunda mitad, Didí apostó de arranque por el 'Cholo' Hugo Sotil en lugar de Castañeda, tratando de emparejar las acciones; pero aquella no fue la noche del conjunto nacional, que ni con el ingreso de 'Cachito' Ramírez a los 63' pudo siquiera descontar. Por el lado visitante, el técnico Vytlacil solo realizó una variante, al sacar a Jilek a los 64' para que ingresara Vladimir Zalud, lo cual no influyó en el resultado, que culminó 0-2.
Por un mejor semblante
La revancha estaba pactada de antemano, en el mismo estadio, esta vez el sábado 7 de febrero y con el arbitraje del austriaco Erwin Hiegger. Luego de su victoria, los checoslovacos repitieron la misma alineación, mientras que el técnico peruano hizo varios cambios en la alineación. Ese día arrancaron Dimas Zegarra en el arco; Pedro Gonzales, José Fernández, Javier Gonzales y Rafael Risco en defensa; Roberto Chale con Luis Cruzado en la medular; y Juan José Muñante, Hugo Sotil, Teófilo Cubillas y Oswaldo Ramírez en ataque.
Perú tuvo en este partido la obligación de ganar ante un rival que -a pesar de no tener a su mejor equipo- supo ser un buen sparring en el primer partido, y no se demoró mucho en empezar a cobrarse la revancha cuando, a los 29', el 'Cholo' Sotil puso adelante a la selección peruana. Con el 1-0 en el score, los equipos se fueron al descanso, pero en el reinicio llegó rápidamente la igualdad tras un autogol de Pedro Gonzales. Con la alarma prendida, nuevamente Perú se volcó al ataque en procura de más goles, que llegaron a los 57' por intermedio del 'Nene' Cubillas, quien marcó el que sería el definitivo 2-1 ya que, a pesar de las variantes efectuadas por Didí a los 60' -'Perico' León y José del Castillo en lugar de Cubillas y 'Cachito' Ramírez-, las redes no se movieron más.
Esos amistosos no fueron más que el comienzo de lo que acabó siendo una buena cantidad de partidos de preparación, varios ante otros equipos europeos -algo que actualmente serviría de mucho- tales como Rumania, Unión Soviética y Bulgaria, en un proceso que culminó con una buena participación mundialista. Y aunque las estadísticas no sepan a ciencia cierta si registrar aquel partido o no como uno internacional de selecciones, sí podría decirse que Perú ya sabe de las dos caras de la moneda ante los checos.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Recortes: diario El Comercio
