Anecdotario del norte

Hoy encarnan a los equipos más poderosos del norte peruano, pero alguna vez tuvieron que rascar la olla o improvisar soluciones por no tener dónde jugar. Lo curioso es que llegaron a hacerlo en ciudades opuestas: alguna vez, Juan Aurich tuvo que oficiar como local en el Mansiche; en una ocasión, Vallejo tuvo que hacerlo en el Elías Aguirre.
Aurich lo hizo en 1983. Un año antes, el ‘Ciclón’ había realizado una gran campaña, clasificando a la liguilla por el título de la mano de Juan Eduardo Hohberg. Pero, para 1983, Hohberg se fue a dirigir a Municipal, cediéndole la posta a su hijo Pablo Hohberg. El plantel se desarmó y apenas quedaron algunos históricos (Évert Negrete, Eduardo Cosmópolis y Amado Cabrera). Comenzaron los malos resultados y las bajas recaudaciones en el Elías Aguirre, por lo que el ‘Ciclón’ decidió mudar algunos partidos a Trujillo, que llevaba siete años sin fútbol profesional. Los chiclayanos disputaron tres encuentros en el Mansiche: golearon 3-0 a León, empataron 0-0 contra Atlético Torino y perdieron 0-2 contra Universitario; aunque en este último partido llevaron 11 mil espectadores, en los anteriores los números no fueron los esperados, así que Aurich volvió a Chiclayo.
Vallejo lo hizo en 2005. Ese año, el estadio Mansiche fue remodelado de cara al mundial Sub-17 que se disputó en septiembre en nuestro país. Los ‘poetas’ tuvieron que improvisar sedes alternas, como Huacho y Chimbote: merced a ello perdieron muchos puntos, que lo liquidaron en la tabla de promedios. Precisamente, el miércoles 15 de junio de dicho año, programaron recibir a Universitario en el Manuel Gómez Arellano. No obstante, como este no cumplía las normas de seguridad (la pared de una tribuna se acababa de caer), el choque fue aplazado un día y mudado, de emergencia, a otra ciudad: los planteles de Vallejo y la ‘U’ tuvieron que viajar de Chimbote a Chiclayo, y el jueves 16 Universitario (como en 1983 contra Aurich en Trujillo) derrotó 0-2 a Vallejo en el Elías Aguirre.
Ambos, como mayor curiosidad, lo hicieron en temporadas ingratas: en aquel 1983, Aurich descendió; en aquel 2005, lo hizo Vallejo. Eran tiempos distintos, cuando peleaban el fondo y no la cima; cuando la bonanza estaba fuera de sus cálculos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recorte: diario Líbero
