Nacional - Alianza 2002: Bolso de fantasías

Regresa la sección más antojadiza (y de las más polémicas) de DeChalaca.com. Aquella que, a partir de circunstancias concretas (un partido, una jugada, etc.), permite que la imaginación vuele hasta donde pueda y que se especulen los cambios que un simple hecho pudo haber ejercido sobre el destino futbolístico: el popular “si mi abuelita no hubiera muerto…”. En vísperas de la decisiva visita de Alianza a Nacional en Montevideo, donde se juega casi toda su chance de clasificación copera, vale imaginar qué habría pasado si Alianza hubiera eliminado a este club hace diez años, en la Sudamericana 2002, y si, para acentuar los espejismos, se consagraba campeón de este certamen, tal como lo logró Cienciano un año después.
Esto pasó
Alianza Lima había eliminado primero a Universitario de Deportes, ganándole ambos clásicos por la mínima diferencia y en el estadio Nacional (gol de Nelson Olveira en el primero y de Roberto ‘La Foca’ Farfán en el segundo). El siguiente rival fue Barcelona de Ecuador: una derrota 1-0 en Guayaquil y un complicado triunfo 2-1 en Lima (goles de Aldo Olcese y Luis Romero) forzaron los penales, tras los cuales los íntimos resultaron vencedores. En el intermedio de los choques contra los ecuatorianos, Alianza cambió de entrenador: por sus discretos resultados en el Clausura (donde Sporting Cristal le sacaba una ventaja cada vez más amplia), Franco Enrique Navarro fue despedido y su lugar lo ocupó el colombiano José ‘Chepe’ Torres, quien, increíblemente, en ese mismo Clausura, había dirigido ya a otros dos equipos: primero a Deportivo Wanka y después a Alianza Atlético.
Así, Alianza llegó a cuartos de final, donde se topó con Nacional de Montevideo. En Matute, lo resolvió con un agónico gol de penal de José Soto (1-0). Los íntimos debían jugarse la clasificación en el Centenario el 22 de octubre de 2002. Llegaban, ciertamente, con problemas: cuatro meses de retraso en los sueldos y una disputa entre plantel y dirigencia a causa de los premios dominaron la previa al viaje a Uruguay. Las lesiones también fueron un dolor de cabeza: Alianza no pudo contar con su pareja de contención, Juan Jayo-Marko Ciurlizza, que fue reemplazada por Juan Carlos Bazalar y John Hinostroza, acompañados por el argentino Carlos Barrionuevo; Henry Quinteros fue el enganche, mientras que la ofensiva la comandaron un bisoño Jefferson Farfán y el uruguayo Luis Romero. Gustavo Roverano estuvo bajo los tres palos y la línea de fondo la integraron Guillermo Salas, José Soto, Nelson Olveira y Cristian García.
Alianza arrancó el partido con apremios, pero poco a poco asumió el control y a los 36’, en un excelente contragolpe encabezado por el ‘Pato’ Quinteros, la ‘Foquita’ Farfán arremetió el área uruguaya y, de violento zurdazo, venció a Gustavo Munúa (actual portero del Levante).
Sin embargo, en el complemento, los íntimos cayeron en la tantas veces aludida y maldecida desconcentración. Quince minutos de fatalidad bastaron: los cabezazos del camerunés Pierre Webó y del ‘Chengue’ Richard Morales adelantaron a Nacional a los 51’ y 61’, emparejando el global; el tercero, a los 66’, fue otra vez de Webó, tras un error garrafal en salida del ‘Chicho’ Salas. El resto fue historia conocida: a los 77’ llegó la brutal falta, y expulsión, del argentino Barrionuevo tras un planchazo criminal sobre Marco Vanzzini, así como una consecuente trifulca. Salvo un cabezazo del ‘Potro’ Romero, que atenazó bien Munúa, no hubo grandes posibilidades de milagro.
En Alianza, no obstante, quedó la sensación de que algo más pudo hacer esa noche en Montevideo; que, teniendo una ventaja de dos goles hacia el 75 por ciento de jugada la serie, conservarla era lo más simple. ¿Qué habría pasado si Alianza se hubiera aplicado defensivamente y no hubiera sucumbido esa noche ante Nacional? Más aún: ¿Qué habría pasado si los íntimos se alzaban ese año con la Copa Sudamericana?
Esto pudo haber pasado
De haber eliminado al ‘Bolso’, Alianza se habría medido en semifinales contra Atlético Nacional de Medellín; los ‘verdolagas’, como se recordará, eliminaron a los uruguayos en esta instancia; eran un equipo poderoso. ¿Hubiera sido inaccesible para Alianza? Tal vez no, como no lo fue al año siguiente para Cienciano, que, en semifinales, venció a los colombianos de visita y de local. Suponiendo que Alianza hubiera superado a los ‘colochos’, en la final se habría topado con San Lorenzo, un club con el cual los íntimos comparten ciertas características: aunque los ‘cuervos’ habían ganado la Mercosur 2001, en Argentina cargaban el estigma de ser un cuadro grande muy desafortunado a nivel internacional. Así como San Lorenzo acabó con ese sambenito, tras ganar la Sudamericana 2002, ¿no habría podido Alianza superar ese estigma con un primer título internacional? Quién sabe: pero si los íntimos hubieran ganado la Sudamericana 2002, es muy probable que también lograran superar otros traumas que persisten y de los que Alianza no logra desprenderse psicológicamente; por ejemplo, ganarle una final a la ‘U’ o abolir ese manejo institucional casi amical (por algo fueron bautizados como “los íntimos”) que, entre argollas e hinchajes desmedidos, han encaminado al club a la debacle actual.
Algunas cosas hubieran cambiado también para Cienciano, histórico campeón de la edición siguiente. Como se recordará, la clasificación de los dos clubes peruanos a la Sudamericana 2003 se definió en dos llaves entre los cuatro primeros del Apertura de ese mismo año (primero contra cuarto, segundo contra tercero); como Alianza habría clasificado directamente, los cusqueños (cuartos) no hubieran tenido que dirimir ese cupo contra Cristal (primero); probablemente, Boys, que quedó quinto, hubiera chocado contra los rimenses, mientras que Cienciano hubiera enfrentado a Bolognesi de Tacna (tercero en el Apertura). En la primera fase del torneo, los cusqueños no habrían rivalizado con Alianza (como ocurrió aquella vez), sino con el otro club peruano clasificado (Cristal o Boys). Nadie afirma que Cienciano hubiera quedado eliminado en estos desempates; sin embargo, otros rivales implican otras historias y también otros destinos (sino opuestos, al menos diferentes).
Lo cierto es que, tras el título internacional de Alianza, Cienciano sí pudo haber sufrido el síndrome del peldaño alto; uno de los factores que influyeron en la gesta cusqueña fue que nadie esperaba nada de ellos. Con el título blanquiazul, otras serían las expectativas peruanas en este certamen: a Cienciano le habrían dejado la valla muy alta, tan alta como se la dejaron ellos a sí mismos y a otros clubes en las ediciones posteriores.
Alianza, asimismo, habría elevado a muchos jugadores al estatus de figuras históricas: los uruguayos Roverano, Olveira y Romero, así como el argentino Barrionuevo, habrían pasado a ser los ídolos internacionales más importantes en la historia blanquiazul. Es más que probable que ocurriera un éxodo de otras estrellas jóvenes, en transferencias mucho más provechosas, con mayores ingresos e inversión para el club: Jefferson Farfán, tal vez, habría dado un salto más rápido y directo a las ligas top de Europa, en vez de esperar hasta 2004 para hacer escala en el PSV. La gestión de Alfonso Souza Ferreira, eso sí, habría adquirido mayor poder que el que ostentó por casi toda esa década; ello pudo tener dos consecuencias: o un manejo mucho más personalista y hostil hacia la oposición del club, o la ansiada conversión a un modelo mucho más institucionalizado. De haber ocurrido lo segundo, la alternancia en el poder en Alianza habría sido más armoniosa y los blanquiazules no habrían padecido al peor presidente de su historia, Guillermo Alarcón.
Otra variable a considerar es el entrenador: el ‘Chepe’ Torres habría sido el artífice del primer título internacional de un equipo peruano. Como se recordará, por ese tiempo la Federación andaba buscando técnico y estaba por cerrar las negociaciones con Paulo Autuori, quien asumió en el verano de 2003. No es descabellado imaginar que, ante el menor desacuerdo con el brasileño, el ‘Chepe’ habría emergido como alternativa suprema en la Comisión Velásquez Giacarini. En ese caso, Autuori, que hubiera perdido la pulseada con el colombiano, habría permanecido en Sporting Cristal: en ese caso, tal vez, habría logrado redondear un proyecto futbolístico mucho más atractivo en La Florida; de hecho, su compatriota René Weber jamás habría pisado el país y el debut como técnico de Wilmar Valencia se habría retrasado, muy probablemente, uno o dos años.
Desde luego, también pudo ocurrir que la Federación insistiera en Autuori y que el ‘Chepe’ debiera permanecer en Alianza. En ese caso, Torres habría tenido mucho más crédito en el club victoriano (se le acabó con la rápida eliminación de la Libertadores 2003) y su estadía se habría prolongado uno o dos años más. Con ello, tal vez Gustavo Costas nunca hubiera arribado al club y quizá Alianza no habría alcanzado el bicampeonato 2003-2004. De paso, los ímpetus populistas de nuestros dirigentes hubieran abolido la famosa ‘Ley Chepe’, que impide que un entrenador dirija a más de un equipo en una misma temporada.
Todo esto pudo ocurrir si esa noche, en Montevideo, Alianza no tenía esos quince minutos de desconcentración. Algunos lo lamentan, otros lo agradecen.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios El Bocón, Líbero, El Comercio; revista El Gráfico Perú

lograr superar se trauma que tienen como ganarle una final a la U jajajajajajajaa
Sino escuchemos nomas como en tantos programas televisivos de futbol peruano hay hasta secciones para hablar sobre el "glorioso pasado del futbol peruano" donde evocan sandeces como lo del berlin.
Prefiero hablar del presente y el futuro, para en base a ello, y las lecciones del pasado, reconstruir el futbol peruano, tan venido a menos en estos tiempos, y en un gran porcentaje de responsabilidad por culpa de nefastos y corruptos personajes como manuel bulgar seoano, quintana, silva, mallqui, etc, etc
Supongo q mas adelante pondran q hubiera pasado si la U hubiera campeonado la sudamericana del 2011. Porque la historia es muy parecida al de Alianza del 2002. Unos 15 minutos de desconcentracion y con tres goles de diferencia en el global no pudieron clasificar a semis.
No recuerdo si han hecho algun virtual riplay del cristal de la libertadores del 97,si no lo han hecho, serÃa una buena oportunidad para hacerlo.
PodrÃan hacer también un virtual riplay de la final perdida por Cienciano en el 2006, me acuerdo que hubo un palo de Miguel Torres que pudo ser el segundo para el Cienciano y pudo haber significado el titulo nacional (en ese hipotetico caso, el partido hubiera quedado Alianza 3 Cienciano 2, y por regla de visitante, Cienciano hubiera sido el campeon). Es una idea, ojala la tomen.