Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAlemania recibe a Perú en el Rhein-Neckar-Arena, estadio en donde juega de local el Hoffenheim, un pequeño equipo de barrio que, al margen de competir en la élite futbolística, refleja de manera directa cómo la industria informática y el desarrollo de la tecnología han revolucionado el mundo.

Mariano Elías | @marianoeliasfut
Redactor

El 24 de enero de 2009, se inauguró en la ciudad de Sinsheim, en la región sureña alemana de Baden-Württemberg, el Rhein-Neckar-Arena, estadio en el que la selección peruana enfrenta a Alemania en el amistoso internacional de este 9 de setiembre. Con capacidad para poco más de 30 mil espectadores, dicho recinto se convirtió en la nueva casa del TSG Hoffenheim, y reemplazó al Dietmar Hopp Stadion, que albergaba a 6 mil personas y que había sido aperturado apenas diez años antes, en 1999.

¿Qué ocurrió para que en un período tan corto de tiempo el club cambiara de estadio dos veces? La respuesta: un crecimiento institucional a velocidad desorbitante y el paso de un modelo amateur a uno requerido en la élite del fútbol nacional y competidor a nivel internacional. Repasemos un poco la reciente e interesante historia de este club.

Los inicios

El Hoffenheim fue fundado el 1 de julio de 1899 en el distrito del mismo nombre inicialmente como el Turnverein Hoffenheim, un club de barrio que competía en gimnasia y atletismo, y que no fue ajeno a los problemas de Alemania a lo largo de inicios del siglo XX. Muchos de sus miembros solían ser reclutados al ejército y la institución perdió a veintiocho de sus deportistas en la Primera Guerra Mundial, ya sea porque murieron en combate o porque se mantuvieron desaparecidos.

Hoffenheim no era precisamente un club que iba a asumir un rol de protagonista. (Foto: Hoffenheimblog) 

Paralelamente, se fundaba el Fusballverein 1920 Hoffenheim, primer equipo de fútbol del distrito, y que buscó una fusión con el club de gimnasia para poder afrontar con mayor facilidad la dura crisis que golpeó a Alemania en la década posterior a la Guerra. Estos intentos fallaron y así pasaron los años, hasta que recién en 1945, una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, se dio origen al Turn- und Sportgemeinschaft (en español; club gimnástico y deportivo) 1899 Hoffenheim, nombre que le otorgó las iniciales de TSG Hoffenheim.

Se consolidó básicamente como un equipo de barrio que competía en torneos menores de la ciudad. Los títulos más importantes que consiguió el club por ese entonces fueron los tres de la Segunda División de Sinsheim Norte, que le valieron para llegar a Primera, de donde descendió en sus tres participaciones. Por aquel entonces, un joven Dietmar Hopp –cuyo nombre ya apareció antes en este artículo, en referencia al anterior estadio del club- se intentaba hacer un espacio en las divisiones menores del equipo, aunque no lo consiguió.

El despegue

Dietmar Hopp fue sin duda el hombre clave en el crecimiento exponencial de la institución. Todo el ingenio y la técnica que probablemente le faltaron para el fútbol sí los tuvo en el ámbito de la informática, ya que tras graduarse en el Instituto Tecnológico de Karlsruhe, consiguió trabajar en la empresa IBM y renunciar luego de cuatro años para crear su propia empresa. Junto a cuatro colegas fundó SAP, líder mundial en soluciones informáticas de gestión empresarial, tanto para empresas como para organizaciones y organismos públicos a través de sistemas ERP. Conforme fue pasando el tiempo y el éxito crecía, Hopp se convirtió en una de las personas más adineradas de Alemania.

Dietman Hopp con una banda del Hoffeneim. (Foto: Kicker) 

El empresario, oriundo de Heidelberg (un pueblo ubicado a 30 kilómetros de Seinsheim), optó, luego de su temprana jubilación, por invertir y además gestionar el club en donde alguna vez había jugado. Para 1990, cuando inició este gran cambio, el Hoffenheim disputaba la Kreisliga (equivalente a la Octava División), y en dos años ganó este torneo y también el escalón siguiente, la Bezirksliga. Tuvo que pasar cuatro temporadas en la Landesliga –todas en ascenso- para lograr a la Verbandsliga, en donde también al cuarto intentó se consagró campeón. Tras ese último gran triunfo se inauguró el Dietmar Hopp Stadion y el Hoffenheim había pasado de ser un tradicional equipo de barrio a una de las principales sorpresas en el fútbol amateur alemán.

Ya para la 2000/01 llegó a la Oberliga de Baden-Württemberg y fue el mejor equipo de toda la región tras apenas un año disputando dicho torneo. Fue contratado como técnico el hoy director deportivo del club, Hansi Flick, y el cuadro azul quedó estancado en la Tercera División durante algunos años. Fue por ello que los principales directivos de la institución optaron por realizar una mayor inversión y contratar a Ralf Rangnick, entrenador que en tres años consiguió ascender dos categorías y llegar por fin a la Bundesliga tras una excelente temporada 2007/08, para la que Hoffenheim contaba con jugadores como Carlos Eduardo, Demba Ba, Chinedu Obasi y Vedad Ibisevic.

La actualidad

Han pasado ya diez años desde que Hoffenheim juega en la máxima categoría del fútbol alemán, y si bien ha tenido temporadas con altibajos, es muy difícil imaginándose al equipo descendiendo. Sobre todo si consideramos que en las temporadas 2016/17 y 2017/18 consiguió quedar en el cuarto y tercer puesto respectivamente, superando sus mejores ubicaciones históricas y logrando clasificar, por primera vez en su historia, a la fase de grupos de la Champions League para la 2018/19.

Hoffenheim sabrá lo que es jugar la fase de grupos de la Champions League 2018/19. (Foto: Prensa TSG 1900 Hoffenheim) 

El Hoffenheim es uno de los casos más curiosos de equipos modernos actualmente. Es una institución que, aunque lo hizo indirectamente, creció gracias a los desarrollos tecnológicos y a la importancia del campo de la informática, rubro en el que uno de los líderes en el mundo casualmente tuvo un vínculo con el club. Dietmar Hopp lo cambió todo: invirtió y consiguió ascenso tras ascenso, profesionalización, cuerpo técnico y jugadores de nivel, y hasta se dio el lujo de invertir en dos estadios en diez años. El último, el Rhein-Neckar-Arena, tendrá además el lujo de albergar por primera vez un duelo de la selección de su país. En el fútbol, cuando hay dinero y una eficiente capacidad de gestión, los resultados parecen llegar solos.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Kicker, Hoffenheimblog, Prensa TSG 1899 Hoffenheim


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