Indias Orientales Holandesas: Los hijos de la oranje
Indias Orientales Holandesas, primer país asiático que actuó en un Mundial, tuvo una breve subsistencia, pero ayudó a promover una independencia que alcanzó luego de la Segunda Guerra Mundial con el nombre de Indonesia.
Los inicios del fútbol coincidieron con momentos en que el planeta afrontaba una serie de conflictos armados, como ocurrió con la Segunda Guerra Mundial. Como reflejo de esto, en las primeras Copas Mundiales acontecieron situaciones que a estas alturas de desarrollo futbolístico resultan siendo anecdóticas. Una de ellas fue la presencia de Indias Orientales Holandesas en la justa de Francia 1938, un país cuyo origen, muchas veces, se presta a la confusión.
El primero de su zona
Para comenzar, habría que corregir un error que se ha encontrado en diversos especiales sobre los Mundiales, así como en distintas páginas webs. La nación que participó en el primer mundial galo no fue Antillas Neerlandesas (o Antillas Holandesas), grupo de islas caribeñas que han sido territorios de ultramar de los Países Bajos (en los últimos 25 años algunas de sus islas han pasado a tener un status independiente como Aruba o Curaçao), sino lo que hoy es conocido como Indonesia, pero que en la década de los treinta seguía siendo colonia holandesa.
En una Europa que se preparaba para ingresar en un nuevo conflicto bélico continental, Francia recibió la sede para organizar la competición por deseo expreso del presidente de la FIFA en ese momento, Jules Rimet. Con el boicot de varios países sudamericanos al negársele la sede a Argentina (como correspondía debido a que la competición de 1934 había sido también en el Viejo Continente) la presencia americana se limitó a Brasil y a la debutante Cuba. Así, del otro lado del mundo, llegó Indias Orientales Holandesas como primer representante asiático en esta competición. Cabe señalar que este mundial también vio la participación de Holanda, que no volvió a la máxima justa hasta Alemania 1974.
La historia futbolística del país asiático había nacido con los colonos holandeses, quienes por bastante tiempo se habían dedicado a fundar clubes y ligas en las islas pequeñas y grandes del archipiélago como Java y Sumatra. Empero, fue un ingeniero civil alemán quien fundó la Federación de Indonesia en 1930 bajo el nombre de Persatuan Sepak bola Seluruh Indonesia (Asociación de Fútbol de Indonesia). Durante esos años, la colonia neerlandesa era respetada futbolística en el sudeste asiático, aunque había tenido resultados negativos ante China y Filipinas (derrotas 0-2 y 2-3, respectivamente) y una contundente victoria ante Japón por 7-1 en el marco de los Juegos del Lejano Oriente de 1934.
Cuatro años después, en las eliminatorias para el mundial galo, los japoneses prefirieron abstenerse de volver a enfrentarse a Islas Orientales Holandesas, con lo que estos clasificaron directamente a la competición. Consciente de sus limitaciones, el técnico holandés Johaness Van Mastenbroek pactó varios enfrentamientos previos con clubes de su país para que sus pupilos cogieran un poco de experiencia antes de su primer enfrentamiento contra la poderosa Hungría en el Mundial de Francia 1938.
Pronto adiós
Para su estreno en el Stade Velódrome Municipal (renombrado posteriormente como Stade Auguste Delaune) de Reims, los asiáticos alinearon con Mo Heng Tan en el arco, Jack Samuels, Frans Hukon, Tjaak Pattiwael, en la defensa, Anwar Sutan, Frans Meeng, Achmad Nawir (jugador que actuaba con lentes), en la volante, y Hans Taihuttu, Henk Sommers, Suvarte Soedarmadji y Hong Djien Tan en el ataque. Lamentablemente, los magiares no tuvieron piedad de los debutantes y los golearon 6-0, eliminándolos rápidamente del torneo y convirtiéndolos en el único país que solo ha jugado un partido en la historia de los mundiales. Se rumoreaba, en ese entonces, que el técnico del conjunto asiático realizó dos cambios durante el entretiempo (es necesario recordar que en ese tiempo no estaban permitidas las variantes), aprovechando a la similitud física de sus jugadores, que de por si mostraban una mezcla racial entre indochinos y europeos.
Tras la finalización del mundial, en Europa inició la Segunda Guerra Mundial, lo cual aprovechó Japón para invadir el archipiélago en 1942, lo que despertó las intenciones revolucionarias de los futuros indonesios, quienes lograron su independencia de los Países Bajos en 1945, aunque el país europeo recién reconoció esta en 1949, año en que se pasó a denominar Indonesia y se señaló la ciudad de Yakarta (Batavia hasta que los japoneses le cambiaron el nombre) como capital de la nueva nación.
¿Con permiso de papá?
Pese a su llamativa participación, queda aún la interrogante de porque Holanda permitió que su colonia participara en un torneo mundial dejando la sensación de ser un país independiente. Para este mismo certamen -por ejemplo-, Austria no participó debido a su anexión a Alemania, pese a que había ganado la clasificación. De acuerdo a fuentes históricas, queda claro que los habitantes de Islas Orientales Holandesas siempre estuvieron opuestos a la ocupación europea (tanto británica como holandesa durante el siglo XIX), algo que llama aún más la atención de su presencia en la competición. Tal vez, la distancia que separaba a ambos territorios determinó que los holandeses prefirieran permitir a su colonia participar como una nación diferente en distintas competiciones, más aún sabiendo la popularidad que tenía el fútbol en las islas (deporte que había llegado gracias a los propios neerlandeses) y de su clara influencia europea en él. Por otro lado, es probable también que los propios revolucionarios hayan utilizado al popular deporte como mecanismo para expulsar a los holandeses de su nación. A las finales, nadie da una razón definitiva de este tema.
La naciente Indonesia, pues, tomó la historia deportiva de las Islas Orientales Holandesas, por lo que su participación en el Mundial de 1938 les es reconocida a ellos. Sin embargo, tras ese episodio, los indonesios solo han visto el mundial por televisión y siguen soñando con volver a la máxima justa futbolística. En pos de este objetivo, la programación de amistosos con selecciones como Australia (derrota por 1-0) y Uruguay (con los que cayeron recientemente por 1-7) puede servir para que comiencen a ser conscientes del largo camino que les queda por recorrer y de lo difícil que les será llegar a Brasil 2014.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos: facebook.com, denoutomobanget.blogspot.com, AP
Mostrar/Ocultar comentarios
A modo de consulta, ¿es confirmado el sistema 3-3-4 que mencionan?
Ya que los sistemas imperantes en la epoca (fines de los 30) eran:
El cerrojo suizo ó 1-3-3-3, era usado por Suiza y luego por algunos clubes franceses, se caracterizaba por su sistema ultradefensivo. Fue el antecesor del Cattenacio.
La escuela del Danubio ó 2-3-1-4, era usado por Austria, Hungria y Checoslovaquia, tenia la caracteristica de retroceder al centrodelantero, y dejar adelante una doble punta de lanza.
El método o 2-1-2-2-3, era el sistema usado por Italia y era una mezcla de la WM y la Piramide.
La WM ó 3-2-2-3, era el sistema usado por los paises britanicos y por Alemania. Paso a ser el mas popular despues de la Segunda Guerra Mundial.
La piramide ó 2-3-5, era aun el mas usual, tanto en Latinoamerica como en otros paises.
