Barcelona 1957-1958: Les fue como en feria
Este fin de semana, Barcelona puede ganar su cuarta Liga de Campeones. Pero su historia grande a nivel europeo empezó hace 53 años en la llamada Copa de Ferias, con aquel gran equipo que años antes lideró Ladislao Kubala.
Cuando promediaba el siglo pasado, la publicación francesa L’Equipe propuso la creación de un torneo continental que enfrentara a los clubes campeones de las ligas europeas. Era el nacimiento de la Liga de Campeones de Europa. A la UEFA, que recién se había formado, no le agradó la idea de que se enfrentaran clubes a nivel internacional en lugar de las selecciones nacionales. Por tal motivo, cobijó la idea que compartieron el presidente de la Compañía de Loterías y Apuestas suiza, Ernst B. Thommen, el italiano Ottorino Barrasi y el secretario general de la Federación inglesa de fútbol Sir Stanley Rous (a la postre presidente de la UEFA por 13 años). Ellos idearon, en 1950, lo que sería la Copa de Ferias.
¿Qué era la Copa de Ferias?
Aquellos tres señores diseñaron un torneo en el que se enfrente a los representativos de las ciudades que albergaran ferias industriales de carácter internacional. Además de promocionar así las ferias, se impulsaba la práctica del deporte en la posguerra. Los equipos no debían hacer mérito deportivo para clasificar a esta competición, lo que le restaba algo de nivel, sino que bastaba que la ciudad organizara un evento como el mencionado. En principio no debía ser un club el que represente a la ciudad, sino una selección de jugadores nacidos en la localidad; pero desde un inicio hubo desorden en ese aspecto y más de un participante delegó la responsabilidad a alguna institución futbolística ya establecida.
Otra complicación que al principio tuvo esta competición es que las reglas establecían que los partidos debían disputarse únicamente cuando se estaba llevando a cabo la feria que organizaba la ciudad. Obviamente eso hacía que la extensión del torneo fuera mucho más larga que lo habitual, tanto así que la primera edición, que empezó en 1955 (cuando la Liga de Campeones ya había coronado tres veces al Real Madrid), culminó recién en mayo de 1958. A pesar de estas dificultades, la Copa de Ferias, que en rigor se llamaba Copa de Ciudades con Ferias Industriales, se hizo importante a nivel europeo, llegó a jugarse con periodicidad anual y luego hubo que clasificar a ella. Hacia 1968 se le conocía como la “Copa de los Subcampeones” y en 1971 cambió definitivamente su nombre por el de Copa UEFA. Hoy se llama Europa League, el campeonato que acaba de ganar el Porto frente al Braga de Alberto Rodríguez.
Vamos a la feria
Con el apoyo de la UEFA, que había sido fundada el año anterior, se dio inicio a la Copa de Ferias. En la primera edición se hicieron presentes diez ciudades, todas invitadas por el comité organizador. Estas fueron: Lausana, Barcelona, Birmingham, Milán, Londres, Zagreb, Basilea, Frankfurt, Leipzig y Copenhague. Las cuatro primeras tuvieron como representante a un club de la ciudad (Lausanne Sports, Barcelona FC, Birmingham City FC e Internazionale, respectivamente), mientras que los otros seis armaron un combinado local. Colonia y Viena también debían participar, pero se retiraron de la competición.
La Copa de Ferias estaba prevista para ser jugada, en primera ronda, por cuatro grupos conformados por tres equipos, pero ante la declinación de esas dos ciudades, quedó un vacío que no fue posible llenar y se formaron dos grupos de tres y dos de dos. Barcelona fue el cabeza de serie del Grupo A, que compartió con Copenhague. En el Grupo B estuvieron el Birmingham City FC, el Inter de Milán y el representativo de Zagreb. Lausanne Sports se enfrentó con el combinado de Leipzig en el Grupo C; mientras que en el D, Londres enfrentó a Frankfurt y a Basilea.
Visca Barça
El Barcelona no sufrió para despachar a los once seleccionados de Copenhague. En el primer partido, jugado en el Camp Nou, les propinó una paliza de 6-1. En el partido de vuelta, que se disputó en Dinamarca, el empate 1-1 fue el resultado que cerró la serie a favor de los catalanes. Con el global de 7-2, los blaugranas clasificaron a las semifinales donde se encontrarían con el Birmingham City, que había ganado su grupo con autoridad. Los ingleses derrotaron tanto de local como de visita a Zagreb (0-1 y 3-0) mientras que empataron sin goles en la cancha del Inter para derrotarlos por 2-1 en el partido de vuelta en su ciudad.
Esa vez los de Cataluña sí la vieron difícil. En el choque de ida, Birmingham se impuso por un reñido 4-3. El partido del Camp Nou no fue muy diferente, pues el Barcelona apenas pudo lograr imponerse por 1-0. Ambos tuvieron que enfrentarse en un tercer y definitivo partido que fue tan cerrado como los dos anteriores. Barcelona pudo vencer por 2-1 y así se coló en su primera final continental.
La hermana mayor de la orejona
El rival para definir al primer ganador de la Copa de Ferias fue la Ciudad de Londres. Nuevamente un equipo inglés se interponía en su paso ganador, pero esta vez la historia fue muy diferente. Londres prefirió no ceder su representación a ningún equipo y conformó uno con jugadores del Arsenal, Tottenham, Chelsea, West Ham, Fulham y Queen's Park Rangers. La pluralidad de la proveniencia de estos jugadores le hizo muy difícil el trabajo al equipo inglés. Si bien en la primera rueda le ganó los dos partidos a Basilea, solo pudo vencer a Frankfurt como local, mientras que cayó como visitante. En la semifinal eliminó a Lausanne Sports pero únicamente por diferencia de gol. Y no muy amplia, pues cayó 2-1 de visita y lo derrotó por 2-0 en Londres.
El rival, entonces, no estaba a la misma altura del Barcelona, que contaba con grandes figuras como Luis Suárez, Estanislao Basora, el capitán Joan Segarra, el paraguayo-español Eulogio Martínez y el goleador brasileño Evaristo. El partido de ida se jugó en Stamford Bridge el 5 de marzo de 1958: y a pesar del prestigio que siempre tuvo el fútbol inglés, quedó la sensación, más bien la certeza, de que los londinenses no eran tan fuertes, pues Barcelona empató 2-2 en aquella visita.
Casi dos meses después, el 1 de mayo, los culés recibieron a los británicos en el Camp Nou, vestidos de blanco y con el escudo de la ciudad, aunque sin perder su identidad culé. No puede decirse otra cosa que fue un baile catalán sobre los ingleses. Para este partido, los españoles tuvieron en el banco a un histórico entrenador: Helenio Herrera. Bajo la conducción de H.H. el equipo blaugrana dominó de principio a final el último partido de la primera Copa de Ferias.
A los seis minutos, Suárez puso el primero de los seis goles con que su equipo se hizo campeón. Dos minutos después puso el segundo y Martínez puso el tercero dos minutos antes de que acabe la primera mitad. El goleador Evaristo, quien con el tiempo se convertiría en el máximo anotador histórico del torneo con cuatro dianas y se cansara de ganar títulos en Brasil y en España, puso uno más al reiniciarse las acciones y otro a 15’ del final. En el medio de ese par, Vergés, el back, puso el quinto de la tarde. Tras el global de 8-2, el capitán Segarra recibió la primera Copa de Ferias que ganó el Barça.
No hay primera sin segunda
A pesar de la poca prensa que tuvo, la Copa de Ferias se hizo querida entre la gente sobre todo porque llevaba fútbol de primer nivel a ciudades que estaban poco acostumbradas a albergarlo. Así que a pesar de lo extenso de la primera edición, hecho que la desvirtuó en alguna medida, se jugó la segunda edición al año siguiente la primera mejora es que esta duró "solo" dos años a diferencia de su antecesora. Esta Copa se jugó con 16 equipos, solo seis fueron selecciones propias de las ciudades que organizaban ferias y las demás fueron representadas por un club local. Estacron las participaciones de la Roma, el Olympique de Lyon, y el Hannover 96. Repitieron el plato el Birmingham, Inter, Lausanne Sports y, por supuesto, el Barcelona.
El torneo se disputó con el sistema de eliminación directa, desde los octavos de final. En dicha etapa, el Barça se deshizo sin inconvenientes del Basilea XI (combinado local) al que superó por un global de 8-3. En el siguiente choque se encontraría con el Inter de Milán, que había superado al Olympique de Lyon por 8-1 luego de los dos partidos. Sin embargo, no fue rival de los catalanes, que le dieron una catana de 8-2 (4-0 en la ida y 2-4 en la vuelta). En la semifinal rindieron el primer punto cuando visitaron al Belgrado XI (combinado local) al empatar 1-1; en el partido de Barcelona, los locales se impusieron 3-1 y accedieron a la final.
Allí se iban a ver las caras nuevamente con un rival conocido: el Birmingham, aquel que los hiciera sufrir más de la cuenta en el torneo anterior. Sin embargo, la resistencia de los británicos ya no era la misma. El 29 de marzo, en Inglaterra, se dio una igualdad sin goles, la cual anunciaba la superioridad de los catalanes. Una semana después, el 4 de mayo, en el Camp Nou, Barcelona goleó con autoridad por 4-1 al Birmingham y así se adueñó de la segunda, su segunda, Copa de Ferias. Eulogio Martínez, el húngaro Zoltan Czibor por partida doble y Luis Coll hicieron estéril el descuento de Henry Hoover.
Más adelante el Barça ganaría una tercera Copa de Ferias que lo acreditaría como el club más ganador de la historia del certamen. Cuando en 1971 cambió su nombre por el de Copa UEFA, el ente continental le entregaría de forma definitiva el trofeo, el mismo que hoy puede apreciarse en la vitrinas de trofeos del cuadro catalán.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos: wikipedia.org, picturestodocoleccion.net, blaugranas.com, wikimedia.org
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