Estudiantes 1967-1970: Pinchar para ganar
De las aulas a las canchas. Podría ser este el lema que condensó la idea del Estudiantes de 1967, porque el trabajo de Osvaldo Juan Zubeldía –que había tomado el club dos años antes- no se limitaba al pizarrón y a las prácticas, sino mas bien a crear un verdadero laboratorio dentro de la cancha, analizaba y planificaba las jugadas de cada una de las líneas, incluida la del arquero. Sus jugadores llegaron a ser llamados 'los robots' por la precisión con la que ejecutaban los planes de su técnico.
Lo académico en los pincharratas, sin embargo, trascendía el análisis de Zubeldía. Era complementado con el aporte de dos médicos que se convirtieron en claves a la hora de “operar” al rival: Carlos Salvador Bilardo –que en su faceta de jugador brilló en la volante albirroja– y Raúl Horacio Madero – recio zaguero que salvó resultados en muchas ocasiones. El sobrenombre 'pincharratas' se debe un tanto a ellos, ya que en sus prácticas universitarias en la facultad de medicina hacían pruebas con jeringas y ratas; posteriormente trasladarían esa tendencia a los pinchazos al modo de enfrentar a un rival, a veces de manera ilícita, con minúsculos alfileres portados dentro de la canchsa.
A todos ellos se agregaba un compacto grupo de bravucones entrenados para dejar hasta la última gota de sudor en el campo: Alberto Poletti y Néstor Martín Errea en el arco, Hugo Spadaro, Oscar 'Cacho' Malbernat (luego técnico de Universitario y San Martín), Néstor Togneri, Carlos Pachamé y Ramón Aguirre Suárez en la defensa, Felipe Ribaudo, Carlos 'Indio' Solari en la volante y Juan Ramón 'La Bruja' Verón, Juan Echecopar y Marcos Conigliaro en la delantera. Ellos se encargaron de interpretar la receta durante los años que estuvieron juntos para convertir al club en uno de los mas ganadores de América.
La marca del Zorro
El campeonato Metropolitano de 1967 fue el primer éxito albirrojo. Al vencer en la final a Racing por 3-0 con goles de Madero, Verón y Ribaudo, los pincharratas lograron en este torneo la mejor racha de triunfos de su historia: diez consecutivos, finiquitados con un empate de visitante ante Ferro Carril Oeste por 1-1. Sin embargo, no ganaron el derecho de jugar la Libertadores por el título obtenido, sino solo hasta cuando lograron el subcampeonato nacional detrás de Independiente.
La jerarquía internacional la ganaron con la conquista de la Copa Libertadores de 1968, la edición en la que participaban por primera vez. Qué mejor debut que goleando al campeón Independiente en su propia cancha por 2-4; Estudiantes culminó primero en su grupo delante de los de Avellaneda y del Deportivo Cali y Millonarios de Colombia. Sorprendentemente, un equipo peruano le quitaría el invicto en la segunda ronda: la 'U' lo venció en el Nacional de Lima con gol de 'Kilo' Lobatón, pero eso no sirvió para impedir el pase pincha a semifinales.
Estudiantes se enfrentó luego a Racing en semifinales. Las dudas sobre la clasificación saltaron cuando cayó 2-0 en Avellaneda ante el campeón defensor. El coraje pincha despuntó en la revancha y con dos goles de la 'Bruja' Verón y uno de Fucenecco se logró la diferencia que necesitaban para pasar la Eliminatoria puesto que en el tercer partido, jugado en Buenos Aires, conservar esa ventaja les permitió llegar a la final.
El aquelarre
Para los partidos definitivos, Estudiantes tuvo que recibir al Palmeiras, primero en La Plata para después visitarlo en Sao Paulo. Fue la oportunidad para la 'Bruja' Verón de convertirse en ídolo de la '12' pincharrata, pues en el partido de ida anotó el gol de empate que luego permitió el 2-1 en una magistral jugada personal (el otro gol lo convertiría Flores). Luego, en el fortín del 'Verdao' anotó el único gol en la derrota 1-3.
La diferencia de gol conseguida por el Palmeiras no le otorgó el título directamente a Estudiantes. dio mas bien una diferencia (en caso de empate) para el tercer partido, el cual se jugaría en el Centenario de Montevideo y sería dirigida por el peruano César Orozco. La justa definitiva fue una demostración de garra y coraje de los pincharratas. Una maniobra de Pachamé dejó servido un balón para Ribaudo, quien abrió el marcador para que Verón a los 80’ selle la eliminatoria con otra jugada de hechizo. La hinchada no se cansaba de corear: “Si ven una bruja montada en una escoba, ese es Verón, Verón, Verón que está de moda (o de joda, según el humor del hincha)”.
Contra el Manchester United en la final intercontinental, Estudiantes golpeó primero en 'La Bombonera' ante 35,000 aficionados derrotando a los 'Red Devils' de Bobby Charlton, Dennis Law y George Best por 1-0 con gol de Conigliaro. El resultado, sin embargo, fue poco alentador, el cual en la desfachatez fue celebrada por hinchas ingleses quienes confiaban en una paliza en el Old Trafford.
Animals, Animals!
En la vuelta en Old Trafford, el clima era enrarecido por las acusaciones de Sir Alf Ramsey respecto de las malas artes pincharratas -y el maltrato del público argentino- de las que habían sido víctimas los jugadores del Manchester en Buenos Aires. La 'Bruja' Verón, no obstante, puso el primero a los 7’ y acalló al 'Teatro de los sueños'. La garra de Estudiantes comenzó a aflorar y las atajadas de Poletti eran increíbles. Un gol de Morgan a los 89’ puso el justiciero pero amargo empate para los 'Red Devils'; al hincha inglés no le quedaría mas que descargar su rabia haciendo coro con su técnico: "Animals, animals!", decían a los argentinos por su juego vedado (ver video 1).
Meses más tarde, un nuevo título adornaría el palmarés pincha. Estudiantes obtuvo la Copa Interamericana venciendo al Toluca en doble final, decidida en un tercer partido -nuevamente jugado en el Centenario- por un contundente 3-0 con un gol de Flores y dos de Conigliaro. Así, los pincharratas se olvidaron de los torneos locales para saciar el hambre internacional. Como campeones de la edición anterior ingresaron directamente a las semifinales y en tan solo cuatro partidos alcanzaron nuevamente la gloria. Así, primero dieron cuenta de la Universidad Católica en Santiago y La Plata, y luego enfrentaron en la final al Nacional de Montevideo. El estadio Centenario se había convertido en un puesto familiar para Estudiantes y vencieron 0-1 con gol de Flores; una semana más tarde nuevamente Flores y Conigliaro marcarían en el triunfo 2-0 sobre el 'Decano' del fútbol uruguayo.
Otra final intercontinental se cocinaba en ollas pinchas. Esta vez la víctima tendría que haber sido el Milan, pero la derrota en su visita a San Siro por 3-0 los dejó casi sin chance, por lo que el siguiente encuentro fue prácticamente de mero trámite en 'La Bombonera'. El desagradable recuerdo de las retinas del aficionado quedó en el concierto de patadas repartidas por los jugadores del Estudiantes ante la impotencia (ver video 2); el accidentado partido dejó a Alberto Poletti, Eduardo Luján Manera y Ramón Aguirre Suárez detenidos en la cárcel por 30 días, pena sugerida por el general Onganía, el mismo que un año antes, como presidente de la nación, los había agasajado en la Casa Rosada por el triunfo ante Manchester.
Pero si el bicampeonato era mucho más que notable, el motivo para alardear sobre ello y menospreciar a los grandes de Argentina llegó en 1970. De la misma forma que en el 69’, jugando tan solo cuatro partidos, Estudiantes se convirtió en el primer tricampeón de Copa Libertadores, gesta igualada y superada a lo largo de los años solamente por Independiente de Avellaneda con cuatro campeonatos seguidos entre el 72’ y 75’. El 'Pincha' derrotó a River Plate en los cotejos de ida y vuelta, para pasar a jugar la final con Peñarol.
Centenario, su alma máter
Las finales de 1970 validaron la hipótesis que hablaba del mejor equipo de Sudamérica. Por fin La Plata sería el escenario de una final y Estudiantes no desaprovechó la oportunidad para demostrar ante Peñarol por qué era el campeón. Entre acciones de típicos partidos de equipos rioplatenses -es decir, con palo y machete-, a falta de 3 minutos para el final el defensor Hugo Togneri rompió el equilibrio. Ese gol sería a la postre importantísimo, a pesar de tener sabor a poco.
El partido de vuelta sería, una vez más, en el Centenario. La historia no fue diferente esta vez: el partido fue tan cerrado como el marcador, un empate a cero para coronar una vez más a los pinchas. Claro, para variar, lo más "interesante" comenzó al final del partido, cuando uruguayos y argentinos se trenzaron en una andanada de tacles y trompadas. Empezó el veterano Néstor Goncalvez propinándole una golpiza al 'Tato' Medina, el 'Doctor' Bilardo aportó lo suyo, el peñarolense Larnberk también hizo su parte y fue rápidamente reducido por un uppercut de Néstor Larrea, el mismo Goncálvez -expulsado- se lidiaba a golpes en los camarines con Poletti -quien, suspendido, había ido a apoyar a la delegación-...
La riña se resolvió varios minutos más tarde, cuando un puñado de policías se decidió a entrar en acción. El público también puso su sal y pimienta, muchos se metieron a la cancha. La gresca continuó fuera del estadio con los enfrentamientos de ambos bandos y con los clásicos piedrazos a los negocios vecinos. Era la primera vez que un equipo argentino derrotaba a uno uruguayo en campeonatos importantes en el Centenario.
Luego de ello, la final intercontinental contra el Feyenoord marcó el inicio del fin de Zubeldía en Estudiantes. Un empate 2-2 en 'La Bombonera' y la derrota 1-0 en Rotterdam decidieron el título en favor de los holandeses.
El decano contra los estudiantes
Sin embargo, la Libertadores volvería a soportar a esta banda. Nuevamente en semifinales, los pincharratas pasaron el grupo ante Barcelona de Guayaquil y Unión Española de Chile para encontrarse con Nacional en la final. Así como lo lee: Montevideo volvería a recibir a Estudiantes.
El primer partido, en La Plata, fue victoria pincha por 1-0 con gol de Romero. Quedaba sólo repetir la historia para un cuarto título consecutivo, pero esto no se dió. Nacional ganó 1-0 con gol de Masnik para forzar un tercer partido que sería jugado nada menos que en Lima, un 9 de junio de 1971. Nacional venció sin comtemplaciones con un contundente 2-0, y los goles de Espárrago y Artime acabaron con el ciclo de Zubeldía, quien se marchó a Vélez Sarsfield.
Igual, la Libertadores dejó en primera línea de su historia a un equipo que, sin la grandeza de otros -y sujeto a muchas antipatías por sus mañas descritas-, logró tres campeonatos al hilo sobre la base a su juego aguerrido al límite de la legalidad. Como hacía un legendario personaje vestido de negro y antifaz y como su técnico, el 'Zorro' Zubeldía.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos: taringa.net, la-redó.net
Videos: YouTube / Usuarios: tongha, vicxs
escrito por HUGO RODRIGUEZ , March 02, 2009
escrito por Alan , March 07, 2009
FELICITACIONES.