Chile - Perú 1954: Rompiendo el molde

Chile y Perú se vieron las caras por primera vez un 26 de enero de 1935. Desde aquella vez en que la bicolor ganó por 1-0, el duelo adoptó una gran rivalidad, con el tiempo se lo denominó como 'Clásico del Pacífico' y así empezó una larga trayectoria de encuentros que tiene a los sureños muy por encima en las estadísticas, estableciendo su supremacía como local.
No obstante, tuvieron que pasar algo más de 19 años para que la selección peruana consiga su primer triunfo ante los chilenos en su propio terruño. Eran, pues, épocas en las que el fútbol local gozaba de una riqueza colectiva de jugadores, tanto que encaró la segunda edición de la entonces renombrada Copa del Pacífico con un equipo neto de la ADFP (Asociación Central de Fútbol), resignando a sus principales figuras que destacaban en el fútbol argentino y en 'El Dorado' colombiano. Si bien cayó de manera ajustada en el primer cotejo, en la revancha tuvo un desquite abrumador y apabulló a la escuadra sureña en el mismísimo 'Gigante de Ñuñoa'.
Tren al sur
En setiembre de 1954, el combinado nacional partió a Chile para disputar
la segunda edición de la Copa del Pacífico, estrenada un año antes en
nuestras tierras y que se jugó y permaneció en casa después de perder 1-2 el primer partido y apabullar a los mapochinos por 5-0 en la revancha. En su arribo a tierras sureñas, la selección se instaló en el hotel La Cucana en Paidahué. El hospedaje resultó ser paupérrimo. Los periódicos de la época reportan que no había calefacción para pasar las noches frías que se venían, ni tampoco sillas que alcanzaran para todos. Además, estaba localizado en una colina, lo que obligaba a los jugadores a subirla y bajarla a pie. Al final se tuvo que optar por otro hospedaje en el que sí contaban con las comodidades mínimas requeridas.
Los últimos partidos previos a este encuentro -tres- disputados un año antes, ponían a la selección nacional como favorita, con lo que los jugadores llegaban también con altas expectativas. Una victoria para cada uno y un empate establecía cierta igualdad entre ambos equipos para estos encuentros, con la diferencia de que el último de ellos Perú goleó por 5-0 a Chile, en lo que es hasta la actualidad uno de los partidos más recordados en la historia de la selección. La confianza, pues, estaba instalada en los jugadores y se veía reflejada en el apoyo que recibió el equipo desde su partida al sur hasta su regreso, con los centenares de hinchas que los acompañaron a Santiago.
Lidiando con la apatía
El primer partido de la edición 1954 de la Copa del Pacífico se jugó el 17 de setiembre. Perú cayó derrotado en un duelo que fue calificado por la prensa como mediocre. La blanquirroja, dirigida por el 'Mago' Juan Valdivieso, empezó con Luis Suárez; Andrés Bedoya, Guillermo Delgado, Joe Calderón; Dagoberto Lavalle, Cornelio Heredia; Félix Castillo, Roberto Drago, Manuel Rivera, Alberto Terry y Óscar Gómez Sánchez. La particularidad de la oncena (en realidad de la totalidad del plantel), es que todos ellos militaban en el torneo doméstico. Aquella vez la defensa no actuó como se esperaba, con una performance bastante débil que permitió a los chilenos jugar libremente cuando se fueron al ataque.
Chile se alzó con el triunfo por 2-1 frente a un seleccionado peruano que estuvo muy tibio en ataque, que no supo estar a la altura de un equipo que no fue realmente superior en la cancha, pero que sí tuvo la claridad para definir dos goles que Luis Suárez, portero peruano, nada pudo hacer para evitarlos. René Meléndez y Braulio Musso anotaron para Chile, mientras que Óscar 'Huaqui' Gómez Sánchez descontó para la bicolor.
Las críticas también fueron hacia la formación. Y es que se decía que el 'Mago' Valdivieso no supo alinear un equipo capaz de hacerle frente a la selección chilena. Por ello, con miras al segundo partido, se esperaba un cambio en la alineación que permitiera a Perú hacer gala del juego vistoso que ya le era característico, además de poder contar con Roberto Castillo que fue dado de baja por el cuerpo médico de la selección por un problema en su pie derecho. Definitivamente Perú sintió su ausencia.
Tratando de dejar de lado el resultado, y con ello la mala actuación del primer partido, los hinchas, los jugadores y la prensa peruana voltearon la página con miras a un segundo duelo que podía resultar más beneficioso ya que no volverían a pasar las incomodidades de los primeros días de la llegada a Chile. Las expectativas seguían altas y nadie daba a Perú por perdido después de la primera derrota, esperando que saliera a relucir el buen fútbol de una selección madura que ya había jugado varios torneos internacionales, que podía estar a la altura de un encuentro de este calibre con un clásico rival. Y el segundo partido demostró que todas las ideas y expectativas que generó la blanquirroja no eran en vano, que existía sustento para formularlas y, por ello, se podía lograr un resultado a nuestro favor.
Segundo round
Dos días después del primer partido, Perú salió a la cancha con un equipo distinto al que arrancó el primer encuentro, formado básicamente con jugadores de Alianza Lima. Se vuelve necesario recordar que los seleccionados que disputaron esta copa no eran los jugadores base de la selección, sino un equipo de la por ese entonces llamada Asociación Central de Fútbol (ADFP). A pesar de ello, la confianza no se desgastó en la interna. Perú arrancó con Luis Suárez; Guillermo Delgado, Andrés Bedoya, Alberto Garrido; Germán Colunga, Cornelio Heredia; Carlos Lazón, Guillermo Barbadillo, Roberto Castillo, Máximo 'Vides' Mosquera y Óscar 'Huaqui' Gómez Sánchez.
El inicio del partido vio a dos equipos jugando con cierto nerviosismo que, con el pasar de los minutos, fue desapareciendo para darle paso a un partido disputado y entretenido. Ambos equipos lucharon con garra cada metro de la cancha sin darle tregua al rival, jugando de igual a igual. Si bien un error de Guillermo Delgado le permitió a Chile ponerse arriba en el marcador a poco del final de la primera etapa (vía Meléndez, que aprovechó un descuido del zaguero y abrió la cuenta que más tarde se vería volteada a favor de la bicolor), en contra de las expectativas, Perú no se amilanó con el gol rival y salió con todo en busca del empate con poco tiempo por jugar. No obstante, el árbitro Carlos Robles dio por terminada la primera parte apenas unos minutos después del gol. Sin embargo, en el segundo tiempo sería otra la historia.
Remontada histórica
Recién iniciada la etapa complementaria, Castillo tuvo que ser reemplazado por Alberto Terry debido a una lesión. Este cambio fue el momento crucial para Perú pues fue Toto quien funcionó como cerebro del equipo peruano, comandando la delantera hacia un triunfo que quedaría grabado en la memoria de un país con sed de victoria.
Habría que empezar resaltando a la defensa, ya que entre Bedoya, Delgado y Garrido anularon a Musso, Lorca, Ramírez, Espino y al resto de rivales chilenos que buscaron las redes peruanas; la última línea nacional, pues, estuvo imbatible. Y así, antes de cumplirse los 60', 'Toto' Terry, recién ingresado, puso la paridad en el marcador. Sin embargo, el empate no duró mucho pues Meléndez volvió a marcar, poniendo a los mapochinos nuevamente arriba en el marcador. Empero, un rato después vendría el mejor despliegue de fútbol por parte de Perú, mientras que aprovechaba a su vez los errores del rival.
En once minutos, los dirigidos por el 'Mago' Valdivieso pasaron de estar 2-1 abajo a ganar por 2-4. El primero (de los tres) fue, nuevamente, obra de Terry. El delantero crema estuvo endiablado en Santiago y fue quien le entregó al equipo la confianza necesaria para darle vuelta al resultado. Pocos minutos después del empate, Gómez Sánchez volteó el pastel tras aprovechar un pase de 'Vides' Mosquera y mandarla al fondo del arco. Sería Huaqui quien, no contento con el tercer gol, anotaría el cuarto al poco rato para sellar una espectacular e histórica victoria peruana en un partido electrizante y espectacular.
Con los dedos de la mano
Esta victoria nacional significó mucho en su momento, tanto para la selección como para el país. En materia futbolística, Perú obtuvo su segunda Copa del Pacífico, pero en realidad logró mucho más que eso: por primera vez ganó de visita en Chile, además de marcar cuatro goles, uno de los resultados más holgados que había encajado hasta ese entonces la seleción sureña en Santiago (solo superados por un 2-5 ante Argentina por la Copa Presidente de Argentina en 1941, y un amistoso ante Uruguay en 1950 que culminó 1-5).
El resto de peruanos también gozaron con ello. Y es que triunfar de esta manera a nuestro clásico rival tenía un significado adicional. Si bien es cierto que con ese marcador se alimentó esa rivalidad que va más allá de lo futbolístico, el triunfo era merecido y justo ya que Perú planteó el partido de excelente manera.
Desde que se jugó el primer partido oficial entre ambas selecciones, Perú tuvo que esperar 19 años para ganarle a Chile de visita. Desde entonces, la bicolor solo volvió a triunfar una vez más en calidad de visitante: en febrero de 1985, en un cotejo amistoso en el que Franco Navarro regaló una joya de gol. De aquel partido han pasado 26 años y el fantasma de estos duelos sigue vigente.
Recortes: diario La Crónica

Ojo que lo mismo nos pasaba con Paraguay, al cual no ganábamos un partido en más de 50 años hasta que llegó esta andanada de victorias peruanas.