Perú en Roma 1960: Hablando del rey de Roma

Todos los caminos conducen a Roma, pero, en la historia del fútbol olímpico del Perú, todos los caminos conducen a Berlín. Sin embargo, muchos olvidan que en 1960 otra selección peruana alcanzó la clasificación a una competencia olímpica. Ciertamente, su actuación fue discreta y por eso al equipo que conducía el húngaro Gyouri Orth lo castigó el olvido: aquella selección alistó rápido las maletas y todos sus caminos condujeron a Lima.
Los preparativos
Perú había logrado una clasificación auspiciosa, quedando segundo en el Preolímpico Sub-23 disputado en nuestro país, por detrás del campeón Argentina y por encima de Brasil. Antes de su travesía a Roma ’60, la selección amateur, denominada así por la prensa de la época, realizó un par de amistosos contra el equipo brasileño en el estadio Nacional, con un triunfo cada para uno. El primer match resultó una inesperada derrota 1-3, pues hasta el minuto 83’ la bicolor se imponía con tanto de Gerardo Altuna sobre los 12’. Para el partido de vuelta hubo cambios en ambos planteles, debido a lo brusco que había sido el juego anterior, que dejó muchos lesionados. Esta vez Perú se cobró la revancha al vencer por la mínima con anotación de Alberto Gallardo a los 20’, con un remate cruzado que hizo inútil la estirada del portero Carlos Alberto. De todas formas, el encuentro tuvo condimentos violentos que hicieron que el juez austriaco Erwin Hiegger finalizara el cotejo a falta de diez minutos, cuando el meta brasileño inició una gresca al agredir a Nicolás Nieri.
Periplo romano
Los resultados dejaron conforme a Orth, aunque con la sensación de que se podía mejorar más en lo colectivo y corregir las desatenciones en la línea de fondo; considerando que los enfrentamientos ante selecciones europeas iban a ser más exigentes en el aspecto físico, dio prioridad al trabajo defensivo.
Perú quedó sembrado en el Grupo D de los Juegos Olímpicos, junto a Francia, Hungría e India. La delegación peruana de fútbol estuvo conformada por 19 integrantes: los arqueros Carlos Salinas y Herminio Campos; los defensas Eloy Campos, Daniel Earl, Teodoro Luna y Víctor Boulanger; los volantes Humberto Arguedas, Héctor Ladrón de Guevara, Juan Biselach y Hugo Carmona; y, finalmente, los delanteros Tomás Iwasaki, Gerardo Altuna, Alberto Gallardo, Jaime Ruiz, Ángel Uribe, Nicolás Nieri, Alberto Ramírez, Alejandro Guzmán y Javier Cáceres.
Perú viajó el 18 de agosto, llegando a la capital italiana el 20. El día jueves 23 partió a Florencia para adaptarse al terreno donde enfrentaría a Francia la noche del domingo 26; sin embargo, pese al optimismo del plantel por las comodidades de la estadía, el calor jugaba su partido aparte: basta decir que un ciclista olímpico danés murió a causa de una insolación.
El circo de los errores
Perú presentó en Florencia al mismo quinteto ofensivo que había jugado el primer amistoso frente a Brasil: Ruiz, Guzmán, Altuna, Uribe y Gallardo pilotearon el ataque blanquirrojo, siendo el crema Uribe el más destacado, pues fue quien marcó el único tanto en la derrota por 2-1 contra Francia, anotado al minuto de juego. No obstante, Uribe y Gallardo desperdiciaron gran cantidad de tiros que pudieron cambiar la historia del partido, que se caracterizó por la rudeza del cuadro francés en balones divididos: ello ocasionó la salida de Ruiz por lesión y su ausencia para el encuentro siguiente. A Perú le faltó agresividad y en la agonía del encuentro recibió el gol de la derrota, tras un error del arquero Salinas.
El siguiente rival fue la favorita Hungría, que venía de vencer 2-1 a India. El choque fue el miércoles 29 de agosto en Nápoles: los magiares hicieron gala de su fútbol avasallador y nos endosaron un inapelable 6-2 que significó la eliminación. Imperó la descoordinación del equipo, a pesar de las variantes que realizó Orth para amalgamar su esquema. Técnicamente mediocre, como la describió ‘Pocho’ Rospigliosi, enviado especial del diario La Crónica, la oncena incaica fue superada por los húngaros: fueron especialmente discretos los rendimientos de Ladrón de Guevara, Earl y Luna. Los goles peruanos fueron de Gallardo y Ramírez.
Ya sin chances de avanzar, a Perú no le quedó más remedio que despedirse, por mero trámite, ante la débil India. El 1 de septiembre consiguió su única victoria: en Pescara, le ganó 3-1 con un doblete de Nieri y un gol de Iwasaki. La formación peruana fue de urgencia al tratarse de un partido sin interés; Orth alineó con Campos en reemplazo de Salinas; Eloy Campos, Boulanger y Carmona en la zaga; Biselach y Arguedas en la zona media, y arriba Ruiz, Nieri, Iwasaki, Uribe y Gallardo.
El regreso
El viaje de retorno fue previsto para el lunes 3, con escala Madrid-Bogotá para luego enrumbar a la capital peruana. Cabizbajo, el plantel blanquirrojo se retiró de Roma sin siquiera conocer algún lugar turístico. “Solo la conocen desde el aire”, manifestó el locutor Óscar Artacho en el Hotel Universo, ya que la delegación concentró todo el tiempo cual convento en la Villa Olímpica, acostándose siempre a las nueve de la noche. Aquellos muchachos cabizbajos fueron los últimos futbolistas peruanos que disputaron unos Juegos Olímpicos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica

No hay que olvidar que ya habiamos sido eliminados oara mundial 1958 y un año antes no hicimos gran cosa en el sudamericano 1957.
Mas bien rescatemios algo bueno, hacer ver ahora wue en ese equipo estaba el primer Cachito Ramirez (SB) padre del actual Cachito de SB, Al, Corintias, U. Asi como de Daniel Ruiz hermano mayor del crack Pedrito de Union Huaral.
Tampoco debemos olvidar que despues de ese equipo vinieron otros eliminados para los mundiales Chile e Inglaterra y su seguimis vamos a encontrar mas sinsabores.
Saludos