Ciclista Lima 1931 y 1995: Ciclismo de aventura
¡Que agradable comenzar un fin de semana con un paseo en bicicleta, respirando aire fresco combinado con saludable ejercicio! ¿Pero qué tal si el paseo se prolonga todos los fines de semana por un año entero? ¿Qué tal si ese saludable ejercicio se convierte en agotamiento y lesiones musculares? En carne propia lo pudieron evidenciar los jugadores de Ciclista Lima que, realizando una gira por América en 1931, tuvieron que pasar por todos estos infortunios gracias a las acostumbradas ineficiencias dirigenciales, palpables, como se ve, casi desde los orígenes.
Naufragio dirigencial
Era abril de 1931, unos meses después del primer Mundial. Ciclista Lima se mezclaba entre los grandes de nuestro balompié. Augusto Brondy, dirigente tallarinero, realizó las gestiones correspondientes para obtener el permiso de la Federación Peruana de Fútbol para que el equipo pudiera realizar una gira por el norte del continente. El ente rector aceptó. El conjunto partió con grandes ilusiones el 21 de abril rumbo a Guayaquil en la nave Santa Inés. Prontamente se vio varado: la nueva dirigencia de la Federación desconoció el permiso otorgado por la administración anterior, por lo que Ciclista quedaba descalificado para jugar fuera del Perú.
La espera desesperaba sin visos de solución. Mientras tanto, los días transcurrían y el dinero se agotaba. La delegación consiguió, sin embargo, jugar ante el Roca Fuerte de Guayaquil y ante un combinado local: ambos partidos los ganaron con holgura. La crisis económica que se empezaba a desatar obligó a solicitar de Colombia un adelanto de dinero por los próximos partidos.
El circo del tallarín
Ciclista llegó a Cali, donde no encontró dificultades para disputar algunos encuentros, aunque en condiciones poco ventajosas: por ejemplo, que el 60% de la taquilla fue para los jugadores. Ante los pocos éxitos económicos, el club decidió solventarse a manera de "circo", recorriendo pueblo por pueblo y llegando a los lugares más remotos: Cartago, Palmira, Manizales, Buga, Pereira, etcétera: todos fueron testigos del paso de Ciclista Lima. En algunos casos, se improvisaron canchas de fútbol para sus presentaciones.
Cuentan las anécdotas que, en una oportunidad, los tallarineros tuvieron que jugar en una cancha ubicada sobre una loma, donde las porterías se ubicaban en los extremos bajos de esta y el mediocampo era el punto más alto: los defensores no podían ver al arquero rival y los mediocampistas se ubicaban en el centro del campo para avisar en que momento llegaba el balón.
Estando en Barranquilla, los jugadores peruanos tuvieron que dejar sus objetos de valor empeñados hasta poder pagar la cuenta de la pensión en la que se alojaban. Estos fueron recuperados tras una fructífera taquilla lograda en Santa Marta ante el campeón colombiano Deportivo Samarios, empatando el primer encuentro y ganando el segundo.
A buen puerto se arrimó
Para poder seguir presentándose, Ciclista solicitó nuevos adelantos. Así llegó a Venezuela, donde enfrentó a varios combinados locales utilizando una original estrategia publicitaria: que los jugadores desfilaran por las calles al lado de una banda de músicos. En Caracas se invitó al presidente venezolano, el general Juan Vicente Gómez, a uno de los cotejos. Al conocer las dificultades económicas de los peruanos, les obsequió 30 mil bolívares y cubrió sus gastos en el territorio venezolano.
Ciclista se dirigió al Caribe, pasando por las Antillas y Curazao: allí fueron víctimas de una tempestad que los dejó al borde del naufragio. Se dice que el capitán de la nave tuvo que poner orden con un revólver en la mano. En la isla Trinidad, uno de los empleados del estadio preguntó cómo era la bandera peruana...seguramente nunca lo olvidó, ya que ese día Ciclista le propinó un 0-7 a un combinado local.
El cuadro limeño decidió emprender el retorno -siempre de una forma tan aventurera como bizarra- en la cubierta de un petrolero, llegando al Callao, donde... nadie los esperaba. Fue exactamente un año después de su partida. Todos los jugadores tallarineros estaban castigados por la Federación. Al día siguiente jugaron Atlético Chalaco y Alianza Lima. En el estadio, los jugadores de Ciclista hicieron su aparición, siendo ovacionados por la afición. Ante esto, la FPF decidió levantarles el castigo.
Bica en administración
La ineficiencia dirigencial es notoria por nuestros lares: la primera salida al exterior del Ciclista Lima había sido un caos. Una historia similar se repitió 64 años después, en 1995, cuando los tallarineros debían disputar el encuentro de vuelta por la primera fase de la Copa Conmebol ante Cobreloa.
El ‘Decano’, en el que era su primer cotejo internacional oficial en casi un siglo de historia, había derrotado al cuadro chileno en Lima por 4-1, en partidazo jugado en Matute. La Victoria vibró ante la exhibición de buen fútbol de los dirigidos por José Fernández. Un zurdazo desde 35 metros de Martín Hernández y un tiro libre de Juan Carlos Bazalar dejaron 2-0 el primer tiempo. Cerraron la faena los goles de Manuel ‘Arañita’ García y Manuel ‘Huevo’ López; descontó para los visitantes Jaime Riveros.
Calamidad en Calama
Pero el entusiasmo quedó hecho trizas. Ciclista no contaba con médico de equipo hacía tres meses y las concentraciones se hacían en las casas de los jugadores por falta de liquidez. La dirigencia, obligadas por la Conmebol a sostener el encuentro, planeó viajar por avión hasta Tacna y el resto del trayecto realizarlo en bus: todo esto sin darle viáticos a los deportistas. Una medida desesperada fue planear dos compromisos ante el Bolognesi de Tacna (que jugaba la Copa Perú) para solventar el viaje por tierra a Calama. Además, de forma "brillante", sugirieron una colecta entre los jugadores para la alimentación y alojamiento. Nada de esto se realizó. Al final, financiaron el viaje en bus con la ADFP.
La nueva aventura de Ciclista fue menos larga que aquella de 1931, pero no menos catastrófica. Después de diez horas de viaje, llegó a la altura de Calama, casi directamente a la cancha. Cobreloa, con su equipo titular completo, destrozó a los tallarineros con humillante 7-2, en el cual ni el honor quedó librado a pesar de los goles de Titto Torrejón y Raimundo Espinoza.
Creatividad navideña
Los hilarantes hechos de Chile tuvieron su apogeo hacia el final de aquel 1995. El "iluminismo" dirigencial decidió solucionar parte de la crisis económica del club con una metodología inédita: pagó los sueldos de los deportistas con toneladas de papel higiénico, gracias a que uno de sus dirigentes era propietario de una fábrica del mismo producto. Ante esta extrema medida, muchos de los jugadores tuvieron que dedicarse al negocio ambulante. Alguien, incluso, recuerda al volante José Muñoz vendiendo su "sueldo" en México; mejor dicho, en la berma central de la avenida México. Sí, por lo menos, esa vez no tuvieron que irse tan lejos.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos y recortes: revista Equipo; yaracuy-es.com; diarios El Comercio y El Bocón
escrito por Carlos , August 28, 2009
escrito por CHESU , August 28, 2009
escrito por ANTON , August 28, 2009
escrito por Diego Neyra , August 28, 2009
escrito por rrvio , August 28, 2009
escrito por roberto(fk) , August 28, 2009
escrito por Jimmy , August 29, 2009
escrito por Jimmyler , August 29, 2009
escrito por Omar , August 29, 2009
escrito por FER , August 31, 2009
escrito por Paul Pérez Rioja , September 05, 2009
Ciclista Lima no es el Decano del fútbol peruano. Se fundó como un club de CICLISMO y recién para 1926 nació para el fútbol.
Saludos.
escrito por robertofk , January 11, 2010
escrito por JOSE , April 09, 2010
escrito por luisanto , April 25, 2010
escrito por Ricardo Alvarez , July 27, 2011
escrito por jcnunezst , December 16, 2011
una pena... vamos ciclista! en lugar que la usmp compre el coopsol deberia reflotar al ciclista
escrito por Emilio Fagri , October 23, 2016
escrito por CESAR EDUARDO TOVAR ZEGARRA , November 02, 2020
Sólo recuerdo que mencionba a Adolfo Muro, que era un dominador de pelota. No estaba muy orgulloso de su gira por el mal trato que les dieron sus dirigentes, que a la cabeza estaba el Sr. Claudio MartÃnez.
Tengo refundido un cuadro con foto del equipo, en la cual solo reconozco a mi padre, que en 1931 tenÃa 21 años de edad, y al retornar se retira del fútbol y aparece su hermano menor, Carlos Tovar Venegas, que formó parte de una generación privilegiada, junto a otras glorias, como Juan Valdivieso, Lolo, Campolo, Villanueva, Jordán, Titina Castillo, JM Lavalle, etc. etc...
Gracias.