Walter Ormeño: Supermán multicolor
Los más grandes pueden ponerse todas las camisetas y lucir. Como el ‘Superman’ Walter Ormeño, un gigante de 192 centímetros que brilló en la ‘U’, jugó en Alianza e hizo carrera en el extranjero. Por donde pasó, dejó huella como futbolista y como persona.
Futbolistas destacados hay muchos. Siguen siendo bastantes los que también lo hicieron en el extranjero. Pero los que marcan su paso como persona aquí y allá, son bien poquitos. Walter Ormeño es uno de ellos, quien se ganó los elogios de El Gráfico de Argentina cuando dejó Rosario Central (“…sentimos que se vaya, por eso y porque con Ormeño se va, más que un jugador de fútbol, un hombre entero, uno de los que puede entrar a la galería de los señores de las canchas”). No solo ello, en México defendió si no todas, casi, la mayoría de camisetas que existían en su tiempo en el fútbol azteca. Allá fue respetado por los hinchas de cada club que defendió y de los que no. Lo mismo en Argentina y aquí también lo destacaron todos, de la ‘U’ y de Alianza, porque a los dos equipos representó con la calidad que lo pintaba.
De Kripton para el Perú
Mucho antes que naciera el conocido Clark Kent, otro Superman ya había nacido en el Perú. Francisco Walter Ormeño Arango nació en La Victoria el 3 de diciembre de 1926, y a pesar que nació en barrio blanquiazul, su cuna fue crema. Poco tiempo pasó para que con su familia se trasladara a Barranco donde encontró la oportunidad de exhibirse en el legendario semillero: el Santiago Barranco.
Este Superman no paraba trenes, pero sí cualquier tipo de disparo sobre su portería. Así su desempeño lo animó a tentar suerte con el Sucre, pero su intención fue rápidamente mitigada ante los buenos arqueros con los que contaban los dinamiteros por esa época, donde destacaba Gustavo Tarrillo.
Poco después tuvo mejor suerte en la reserva de Universitario. Años después, en 1946, debutó en Primera División jugando ante Alianza Lima. Una lesión del portero Julio Saco le permitió alzar su espigada figura morena y su peculiar gorrita blanca; ese día empezó a ganarse el apelativo de ‘Superman’ gracias a sus espectaculares voladas. Ormeño consiguió el título nacional de ese año con los cremas.
Vuelo de Superman
La carrera del “Gigante de Ébano” como también se le llamó, continuó con funda crema permitiéndose el gusto ganar nuevamente un título nacional en 1949 y atajar ese mismo año en el sudamericano de Brasil. Allí disputó los siete partidos de la selección como titular y recibió trece goles en total, siete de los cuales provinieron del scratch.
A inicios de 1950, Ormeño experimentó su primera salida a tierras extranjeras. Empresarios de 'El Dorado' colombiano tocaron su puerta para ofrecerle jugar en el extinto Huracán de Medellín, equipo al que se enrolaría junto a otros peruanos como Alejandro “Pichón´´ León, Guillermo Delgado y Alberto Loret de Mola (a quienes se les uniría Andrés Bedoya al año siguiente). En el primer año en el cuadro colombiano alternó la titularidad con Orlando Gutiérrez para adueñarse del arco en el siguiente campeonato.
De regreso a la capital, 'Gulliver' (otro de las motes del gran arquero) se enroló en el Sucre FBC por el que jugó a fines de 1951 y todo 1952. Sus buenas actuaciones en 'El Dorado' despertaron la curiosidad del popular Boca Juniors de Argentina, equipo que lo contrató para jugar en 1954; la verdad es que Ormeño encontró a otro superhéroe en el arco xeneize: Julio Mussimessi. Tuvo que resignarse a la banca jugando solamente dos partidos en dos años ante Independiente y Gimnasia y Esgrima de La Plata (ambos perdidos y en ambos le anotaron tres goles).
Su viaje por tierras gauchas lo llevó en 1956 a Rosario Central, salvando por dos puntos la baja, mientras que al siguiente año logró un meritorio sexto lugar. Sin embargo, Walter Ormeño no era dueño del puesto en el arco canalla por lo que decidió pegar la vuelta al Perú para sudar la divisa de Alianza Lima.
Encontró la Kriptonita
Su paso por el cuadro blanquiazul no sonó tanto y ante su disconformidad, dejó La Victoria en 1959 para irse a México. Sin contrato, solo con las referencias del entrenador del América Fernando Marcos (quien se cuenta lo había visto en los Panamericanos de Chile), llegó a México a firmar su vinculación al club de Televisa (cuenta el propio Walter Ormeño) en el capó del carro del presidente del América.
En México, 'Superman' también tuvo su momento negro. Se dice que insultó y agredió a un árbitro en 1960 por lo que fue suspendido; su para obligatoria lo empujó a volar a Canadá para jugar por el Montreal. Poco antes de cumplir su castigo, Ormeño regresó a México otra vez con el América pero las cosas parecían no ser las mismas. Poco tiempo después se fue a jugar al Zacatepec.
En 1962 Ormeño llegó al Atlante y sus últimos años como futbolista los hizo con el Morelia para retirarse en 1964. No obstante, 'Superman' ya estaba estudiando para formarse como técnico y sin desperdiciar la oportunidad accedió a la dirección técnica del Atlante.
Grande Walter
Su palmarés como técnico es tan impresionante como su currículo de jugador. Dirigió a los más poderosos clubes del fútbol mexicano como el Cruz Azul, los Pumas, el América y las Chivas del Guadalajara. Allá tuvo la oportunidad de dirigir a varios compatriotas como Jesús Goyzueta, Percy Vilchez, Eladio Reyes y Juan Carlos Oblitas en 1975 en el Veracruz, además de ver de cerca a Juan José Muñante, de quien dijo que había disminuido su nivel, gracias a una franqueza de acero la misma que le permitió reconocerle alguna vez a ‘Pocho’ Rospigliosi que Tim fracasó técnica y tácticamente en el Mundial de España. Sin anestesia, con absoluta sinceridad, como hacen los hombres de verdad.
Su travesía como entrenador lo llevó a paises tan lejanos como la India, donde llegó también a levantar un trofeo como campeón con el Dempo de Goha. Sin embargo, su éxito más sonante son los cinco campeonatos obtenidos en Guatemala (cuatro con el Comunicaciones y uno con el Municipal).
La grandeza de Walter Ormeño no termina con su carrera como jugador y entrenador ya que ha dado origen también al nombre de un club cañetano que tuvo paso por la Primera División de nuestro fútbol. Se dice que el nombre surgió cuando los fundadores del equipo fueron a ver un partido del gran 'Superman' cuando jugaba en Alianza, quedando impresionados y decidiendo ponerle el nombre del gigante. El Walter Ormeño de Cañete ha sido casa de grandes figuras nacionales como Victor Calatayud y Luis Cruzado; con el aporte de estos dos jugadores el equipo tomó parte del Descentralizado de 1974 (único año que estuvo en la máxima categoría). Actualmente, este peculiar elenco milita en la Liga Distrital de Imperial con regular suceso.
Ormeño fue un gigante dentro y fuera de la cancha, uno de los que hicieron que al Perú se le conozca como “Tierra de arqueros”.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista Ovación, libro '200 Clásicos de Historia', Lorenzo Villanueva Regalado
Mostrar/Ocultar comentarios
