Juan Criado: Jarana bajo los tres palos
Juan Criado Delgado nació, por algo, un 24 de junio de 1913 en el Callao. Aquel día, entre tantas otras efemérides, se conmemora la Fiesta de Amancaes, celebración criolla si las hay, evocada en el inmortal valse José Antonio por Chabuca Granda.
Le dijo alguna vez Criado a la revista Equipo que uno de sus recuerdos de más pequeño era del restaurante que administraba su padre en la calle Huancavelica, donde los comensales acostumbraban cargarlo encima del mostrador para que el bebé Juanito siguiera algún compás musical cantando o bailando. Y que su anécdota escolar favorita era una de la Primaria que estudió en el colegio de la Inmaculada, donde el Hermano García, uno de los religiosos más queridos del plantel, lo obligó a pararse en el arco para completar una oncena bajo el argumento de que era físicamente parecido a Ricardo Zamora 'El Divino', el gran arquero español que estaba de moda por la época.
De esa mezcla surgió el que sería un cantante por vocación y un arquero por formación. El famoso 'Arquero Cantor'.
Criado para atajar
Con los muchachos de su barrio, Monserrate, 'Juanito' fundó un equipo llamado Defensor Perú, con el que alineó varios años en torneos de menores. En 1927, fue llamado por el Deportivo Unión, equipo que jugaba en la División Intermedia (segunda categoría de la época). Debutó en un cotejo ante el Ferrocarril Tarapacá y no le fue bien: recibió tres goles. Pero ello no lo amilanó y ese año fue protagonista de la campaña de ascenso del Unión, que a partir de 1928 se hizo estable en la División de Honor (primera categoría).
En 1931 dio el gran salto: luego de cumplir buenas actuaciones con el Unión en una gira a Ecuador, fue llamado por su buen amigo Arturo Fernández para sumarse a la entonces Federación Universitaria (hoy Universitario de Deportes) para sumarse a sus filas. En aquel equipo, en el que hacía sus pinitos el hermano menor de Arturo, un tal 'Lolo', Criado sumó dos subcampeonatos en 1932 y 1933 y una exitosa gira a Chile, la cual resultó clave para que fuera incluido junto a Juan Valdivieso como arquero del Combinado del Pacífico que hizo una extensa gira de 39 partidos a Europa (ganando 13, empatando 13 y perdiendo 13).
Al regreso, Criado participó de la buena campaña hecha por el ya Universitario en el torneo de 1934, que acabó en la conocida polémica por el título entre el cuadro crema y Alianza Lima. Luego participó de la preparación de la selección que jugó el Sudamericano extraordinario de 1935 en Lima, pero no llegó a jugar porque el titularato estaba reservado para el 'Mago' Valdivieso. No obstante, ese proceso sería decisivo para su vida.
Nace el 'Arquero Cantor'
En las concentraciones para el Sudamericano, con el propósito de disipar el ambiente, Criado compuso una canción criolla a la que denominó Concentración de Bellavista. Fue entre valse y valse que surgió el apelativo que lo perennizaría: el de 'Arquero Cantor'. Contrariamente de lo que podría creerse, este apodo surgió en esta época y no fue copiado del argentino Julio Elías Musimessi, golero que recién en 1944 debutó en Primera División con camiseta de Newell's Old Boys y luego triunfara en Boca Juniors, a quien se apodaba de la misma manera por su afición a la canción litoraleña, un ritmo folclórico argentino.
Pero paralelamente Criado seguía tapando, y en 1936 decidió cambiar de camiseta para pasar a filas del Deportivo Municipal, que se aprestaba para debutar en la División de Honor. Con los ediles conformó un equipo de polendas, que apenas en su segunda temporada en la máxima categoría consiguió su primer título. En aquel equipo de la 'Academia' de 1938 ya empezaba a brillar con luz propia Luis 'Caricho' Guzmán, y también destacaban 'Pipo' Ortega en la zaga, Pablo Pasache en el medio y 'Pichín' Bielich en el ataque.
Al año siguiente, Criado ofreció el que tal vez sería el mejor partido de su carrera. Un empate a dos goles contra su ex equipo, Universitario, en el que -de acuerdo con escritos del periodista 'Lolo' Carrera- acabó siendo cargado en hombros al final del cotejo. Con Alianza Lima descendido en aquel 1939, eran los albores del llamado 'Clásico Moderno' entre ediles y cremas.
En 1940, el 'Arquero Cantor' conseguiría su segundo título con la 'Academia'. Ya no estaba Bielich, fallecido en un trágico accidente automovilístico, pero había llegado al club un mozo llamado Roberto Drago que perennizaría su sobrenombre 'Tito' entre la fanaticada edil. Tampoco estaba Ortega en la defensa, pero sí Enrique Perales, un sobrio zaguero que luego prolongaría la dinastía de su apellido en el cuadro de la franja con sus hermanos Agapito y Constantino.
Cantar consagratorio
En Municipal, volvió a ganar un título: en 1943, pero ya como suplente de Jaime Sacco. En búsqueda de mayor continuidad, para 1946 -a instancias de su amigo 'Pipo' Ortega'- cambió la camiseta edil por la de Sporting Tabaco, pero no atajó mucho y, luego de un cotejo ante Mariscal Sucre, optó por colgar los chimpunes luego de sentir que ya no era el mismo de antes.
Luego de ello, Criado estudió en la Escuela Técnica de Entrenadores y fungió como preparador físico en Universitario y Tabaco, pero a la vez se dio espacio para desarrollar su otra pasión: la música criolla. Y cuando el tiempo empezó a faltarle, acabó dejando del todo el fútbol para desarrollar su conjunto llamado Patria, Amistad y Criollismo, y vaya si lo hizo con éxito.
En épocas en las que la radio emitía contenidos musicales en vivo, Criado era infaltable en las ondas de Radio Libertad de 1 a 3 de la tarde para amenizar con su conjunto las horas de almuerzo de los limeños. Compuso así más de 30 canciones, entre las cuales destacó la polca Angélica. También dedicó tiempo al festejo, pues era aficionado a los ritmos
negroides. Todo ello, paralelamente a su trabajo como empleado en la
sección Sanidad de la Municipalidad de Lima.
Juan Criado Delgado falleció, por algo, un 13 de mayo de 1978 en Lima. Aquel día se conmemoraba un aniversario más de la partida de Luis Felipe Pinglo Alva, acaso el ícono más grande de la música criolla y al que 'Juanito' tanto admiró a lo largo de su vida. Dejó para el criollismo un legado musical reconocido por cuanto círculo experto en la materia existe. Y al fútbol, el recuerdo de un arquero que supo hacerse de un nombre pese a contar con contemporáneos de fuste en el puesto -Pardón, Valdivieso, Honores-, entre los cuales su cantar supo volar bajo los tres palos.
Fotos: libros ¡...Y dale U! (Enrique Roel Miranda) y Lolo, Ídolo Eterno (Teodoro Salazar Canaval); revista Equipo; archivo José Augusto Giuffra; echamuni.net
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