Juan Carlos Kopriva: Vikingo bicolor
A mediados de los noventa, un melenudo volante que se dio a conocer en el Perú como un volante de marca cumplidor acabó siendo gran figura y emblema una hinchada. Tras haber jugado en dos breves etapas por Sporting Cristal, había pegado la vuelta para convertirse en una de las figuras de Alianza Lima, club con el que se dio el lujo de anotar en tres de los cuatro clásicos que jugó. Y aunque en la mente de los aficionados más jóvenes Juan Carlos Kopriva Rivera (Resistencia, Argentina, 6 de noviembre de 1964) esté más fresco por su recordado incidente con Jorge Amado Nunes, la verdad es que su huella en el fútbol peruano tiene varias razones más para ser recordada.
Un salto rápido
En una de esas historias singulares, Juan Carlos Kopriva no hizo divisiones menores en ningún club, pero eso no fue ningún inconveniente para que en 1983 el melenudo jugador hiciera su debut con la casaquilla del Deportivo Italiano, que entonces jugaba en el Nacional B del fútbol argentino, en un cotejo frente a Gimnasia y Esgrima de La Plata -jugado, curiosamente, un día antes de su santo, el 5 de noviembre-. Comenzó su carrera como delantero, pero progresivamente fue retrasado a ser mediocampista. Jugando en esa posición, en 1986, con la escuadra itálica se adjudicó el Torneo Apertura del Nacional B y obtuvo el ascenso a Primera por única vez en su historia. Allí, Kopriva hizo su debut frente a Platense un 17 de agosto de 1986.
En la máxima categoría, sin embargo, la permanencia del 'Azzurro' fue efímera y al año siguiente volvió a Primera B. Pero Kopriva tuvo una oferta del exterior y pegó el salto al fútbol ecuatoriano. Así, en 1987 pasó a préstamo al Deportivo Cuenca, donde a pesar de llegar para fungir como '8' terminó jugando como atacante. Sucedió que el club, al no contar con delanteros eficientes, buscó una alternativa y Kopriva, por su porte y buen juego aéreo, terminó siendo la solución. Se quedó solo un año y la pasó bien, salvo cuando en un partido un rival le arrancó una cadena de oro que significaba un recuerdo especial para él.
Refuerzo copero
Luego de su paso por Ecuador retornó a filas azzurras, y allí, en febrero de 1989, tuvo la experiencia de tener que jugar de arquero de emergencia ante Atlético Tucumán por 4 minutos, ya que el portero Koleff, el titular, había sido expulsado.
Con esos antecedentes, le llegó el llamado de Oscar López y Oscar Cavallero para sumarse a su proyecto en Sporting Cristal de cara a la Copa Libertadores de 1990, junto a tres compatriotas suyos: el zaguero Carlos Argüeso y los delanteros Pedro Julio Galván y Maximiliano Cincunegui. En realidad, casi todos ellos tuvieron un discreto rendimiento y se marcharon luego de la Copa, y Kopriva, que sí se salvó de la guillotina, también acabó dejando de jugar por una lesión, que lo mantuvo al margen casi hasta el final de la temporada.
Sin embargo, Juan Carlos Oblitas solicitó su renovación para 1991, y la oferta de volver lo sedujo. El 'Ciego' lo reafirmó como volante de marca -de hecho, usaba el dorsal '6'-, y fue en esa segunda etapa cuando anotó su único gol con camiseta celeste: el 14 de abril de 1991, en la goleada 0-4 frente a San Agustín por el I Metropolitano, al batir la meta de Héctor Martín Yupanqui. Semanas después, jugó su último partido con Cristal ante Octavio Espinosa, luego de lo cual el torneo entró en receso y Kopriva, ahuyentado de Lima por el terrorismo, que comenzaba a tocar las puertas de la capital, terminó cambiando de rumbo.
En ese momento llegó una oferta para él y para Francesco Manassero, también volante de Cristal, procedente del fútbol chileno, específicamente del Deportes La Serena. Allí jugó un año y, luego, Kopriva se mudó al Everton de Viña del Mar, donde se mantuvo hasta 1993. Por sus buenas actuaciones en el balompié mapochino, Miguel Ángel Arrué lo tuvo en la mira y lo llamó para que pegara la vuelta al fútbol peruano y se enfundara la casaquilla blanquiazul de Alianza Lima, con miras a la Copa Libertadores de 1994.
A La Victoria
Alianza Lima, tras resignarse al subcampeonato en 1993, comenzó a reforzar su plantilla en pos de realizar una buena presentación en el torneo continental. Por ello, fichó a varios extranjeros; además de Kopriva, llegaron Óscar Wirth, Rubén Tanucci, Henry Hommann y Gustavo de Luca. En ese plantel, Kopriva ya no fue volante de marca ni tampoco mixto: se convirtió en volante netamente ofensivo, casi un segundo delantero, formando pareja con Marco Antonio Valencia y detrás de Darío Muchotrigo y Waldir Sáenz.
Su arranque con la blanquiazul fue inmejorable. En los primeros partidos del Apertura 1994, se hizo presente en el empate 1-1 ante Deportivo Sipesa, un sábado, y el miércoles anotó en dos ocasiones ante Defensor Lima. Una semana después, en el debut copero ante Universitario, Kopriva terminó siendo la figura del encuentro y fue el encargado de anotar en el arco de Juan Carlos Zubczuck el solitario gol que terminó por quebrar la racha íntima de tres años sin ganar clásicos. De esta forma, en unas cuantas semanas, Kopriva comenzó a convertirse en uno de los ídolos del 'Comando Sur'. Posteriormente, en Matute, por la revancha copera, volvió a marcarle a los cremas, aunque esta vez para descontar en la derrota 1-2.
En realidad, Kopriva no marcó muchos goles con la blanquiazul, sino que se hizo presente en los más importantes. En el Descentralizado marcó tres veces: la primera en Trujillo, en un empate 3-3 ante Carlos A. Mannucci; luego ante Aurich-Cañaña en Matute y, finalmente, en el clásico de vuelta, en el Nacional, con un cabezazo a la salida de Yupanqui. Antes, en mayo, había tenido el recordado incidente con Nunes en Matute, en el único clásico de los que jugó en el que no consiguió anotar.
Luego de ese episodio, el argentino estuvo ausente en algunos partidos del tramo final de la temporada 1994 por una lesión en la rodilla que lo afectaba de modo intermitente. Por este motivo, no jugó el decisivo clásico de la Liguilla que Alianza Lima terminó venciendo a Universitario por 2-1 con goles de Juan Jayo, aunque sí estuvo presente en el último partido de la temporada frente a Deportivo Sipesa, el que selló el subcampeonato. Es importante acotar que otro tema que ponía siempre en riesgo la presencia de Kopriva, era el cupo de extranjeros, ya que Alianza había contratado en el segundo semestre a Carlos Enrique, 'Checho' Pérez y Eliel, además de seguir contando con la presencia de Wirth y Tannucci.
Hora del adiós
El arribo de nuevos refuerzos foráneos a la escuadra blanquiazul para la siguiente temporada opacó la presencia de Kopriva. Con la llegada de Marquinho, Monzón, Sozzani y Gerson Lente, el tema del cupo de extranjeros volvió a jugarle una mala pasada al volante argentino. Además, Iván Brzic -técnico aliancista- pasó a jugar con tres puntas (Muchotrigo, Gerson Lente y Sáenz) y solo había lugar para un volante ofensivo, cuyo dueño sería el brasileño Marquinho.
El último partido de Kopriva en el Perú fue en Matute, el 13 de mayo de 1995, víspera del Día de la Madre. Aquella vez, Alianza venció por la mínima diferencia al Atlético Torino, y el argentino terminó siendo reemplazado por Roberto Aspe sobre los 80'. Su partida se dio una fecha antes del recordado clásico que culminó con triunfo aliancista por 6-3.
Pega la vuelta
Tras su periplo en el fútbol peruano, Kopriva regresó al club que lo vio nacer, Deportivo Italiano. Ese mismo año -1995- logró el ascenso de Primera B al Nacional B, tras vencer en la final al Almagro. El 'Azzurro', entonces, se encontraba bajo la batuta de Ricardo Caruso Lombardi y la figura y goleador del equipo era Mauricio Piersimone.
Luego, en los años subsiguientes, Kopriva siguió jugando en equipos del ascenso argentino: Los Andes (1995), Atlético Tigre (1996) y All Boys (1997). Nuevamente, en 1998, tendría la oportunidad de jugar en el extranjero: su nuevo club sería el Racing Club de Montevideo. Con la escuadra verdiblanca se mantuvo por espacio de tres temporadas, ya que en octubre de 2000 decidió colgar los botines.
Desde el banquillo
Tras su retiro del fútbol, de manera inmediata, Kopriva recibió la oferta para hacerse cargo del Club Atlético Tigre, donde se mantuvo hasta septiembre de 2001. Después, tuvo la oportunidad de ponerse el buzo de diversos equipos del ascenso argentino como Deportivo Italiano, Atlético Temperley, Deportivo Merlo y Brown de Adrogué.
Recientemente, Kopriva, catalogado en el ascenso argentino como técnico joven con un gran futuro, se convirtió en el estratega de Barracas Central, club al que después de dos décadas y media -y más de una frustración- lo devolvió a la Primera B luego de vencer en la final de la Primera C al Excursionistas. El tanto triunfal del 'Camionero' fue convertido por el ex Cienciano Carlos Salom.
Al hablar de Kopriva, más de uno podrá rememorar aquel clásico en que los locales vencieron con un cabezazo de José Soto, resultado que se vio relegado con la trifulca entre cremas y blanquiazules, y que tendría como sello distintivo el enfrentamiento entre Kopriva y Nunes. Si bien se recuerda al argentino por aquella pelea, los seguidores aliancistas tienen mucho más presente su cuota goleadora en los enfrentamientos ante el eterno rival. Y en tienda celeste tampoco pasará desapercibido su correcto desempeño, ese que lo acaparó de elogios y flashes en su estadía en territorio peruano.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos: cortesía Luis Alberto Sánchez; revistas Estadio y El Gráfico Argentina; clubdeporteslaserena.cl; brown2000.blogspot.com
Videos: Universidad Católica TV, Red Global
escrito por jorge , May 17, 2010
escrito por riazor , May 17, 2010
escrito por Omar , May 18, 2010
escrito por Omar , May 18, 2010
escrito por Guaje , May 19, 2010
Nunes fue tan cobarde en ese clásico que le tiró el puñete y luego se escondió en el vestuario cuando Kopriva lo fue a buscar...que se puede esperar...
escrito por Omar , May 21, 2010
escrito por RICARDO , May 31, 2010
escrito por LOLO VILLANUEVA , July 10, 2010
escrito por Lucho T. , August 10, 2010
En cuanto al puñete de Nunes, éste lo agarra distraido, asà no es de hombres.
escrito por ricardo , December 13, 2010
escrito por Master Tetra , March 09, 2011