Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comParticipar de una Copa del Mundo no siempre es sinónimo de alto rendimiento en el fútbol peruano. Ese rótulo lo tiene Augusto Poroso, quien era el único seleccionado de Ecuador en esa posición que jugó en el Descentralizado hasta la convocatoria de John Narváez.

Daniel Orrego | @dorrego1411
Redactor

Alianza Lima fue el equipo que más veces alzó el trofeo del Descentralizado en la primera década del siglo XXI. Sin embargo, la Copa Libertadores, como para todos los equipos peruanos, era una competencia en la que la primera fase era un techo casi imposible de superar. Lo más cerca que estuvo de este objetivo fue en 2004, campaña en la que logró 9 puntos y se ubicó tercero en su grupo, así que el reclamo por conseguir una mejor posición era latente en tienda íntima.

Por esta razón, luego de lograr el título nacional en 2006 la dirigencia blanquiazul decidió reforzarse con jugadores extranjeros que pudieran marcar una real diferencia. Uno de ellos fue Augusto Jesús Poroso Caicedo (Guayaquil, Ecuador, 13 de abril de 1974), titular en la defensa ecuatoriana que había participado en la Copa del Mundo Corea/Japón 2002. El historial del zaguero era su principal carta de presentación, pero su paso por el Perú en 2007 fue efímero. 

Electricidad por sus venas

Si bien Poroso jugó en Barcelona y Aucas antes de arribar a La Victoria, su historia en Ecuador está ligada a Emelec. Debutó en 1993 con los eléctricos y se mantuvo once años allí, antes de pasar al tradicional rival de la ciudad. En más de una década logró cuatro títulos nacionales y fue el primer jugador en conseguirlo con los azules. Además fue protagonista del título obtenido en 2002 pues marcó el gol del triunfo ante Aucas hacia el final del partido, en chalaca inolvidable para aquellos que estuvieron presentes ese día en el George Capwell.

Augusto Poroso celebra uno de los tantos con los que Emelec se consagró campeón en Ecuador, junto a otro jugador con pasado en el Perú: Carlos 'Cuqui' Juárez (Foto: El Universo) 

Actuaciones como esta llevaron al zaguero a ser habitual convocado en la campaña que clasificó por primera vez al cuadro tricolor a una cita mundialista. Los dirigidos por Hernán ‘Bolillo’ Gómez sorprendieron al ubicarse segundos en las Eliminatorias sudamericanas, solo por debajo de Argentina, y generaron gran expectativa de cara al certamen. Ubicados en el grupo G, cayeron ante Italia y México, y vencieron a Croacia en la última fecha por 1-0; Poroso fue titular inamovible en los 270 minutos disputados por el 'Tri' en el torneo, en dupla en la zaga central con el capitán Iván Hurtado.   

Esta fue la principal característica que ilusionó a la hinchada aliancista. Alguien que había debutado en el Mundial marcando a Christian Vieri sonaba como una adición sólida para la zaga central de los dirigidos por Gerardo Pelusso, quienes se preparaban para el Descentralizado 2007. De ser titular en las tres fechas de la Copa del Mundo pasó a ser la primera opción para defender la retaguardia del cuadro limeño.

De superficie difícil

Gerardo Pelusso le dio oportunidades a Poroso. Sin embargo, su desempeño no fue el deseado. (Recorte: diario El Bocón)Lamentablemente, el zaguero que llegó a Matute distaba de aquel mundialista de un lusto antes. Fue uno más del montón y su contratación es recordada más como parte de un ranking de fiascos en dicha materia que por sus buenas actuaciones. Debutó en el Apertura 2007 ante Sport Boys en dupla con Santiago Salazar. Este fue solo uno de los tres partidos en los que logró completar los 90’ en el torneo.

Tras empatar ante los rosados, Poroso poco pudo hacer en la caída de su equipo ante Melgar por la segunda fecha del certamen. Para el tercer partido, triunfo de los íntimos por 4-1 ante San Martín, salió del campo lesionado y se perdió el duelo ante Sporting Cristal. Por eso volvió ante Cienciano, último encuentro en el que fue titular, y completó su participación en el Descentralizado al ingresar por Ismael Alvarado en el encuentro ante Sport Áncash por la fecha 7. En total sumó 369 minutos y tres tarjetas amarillas.

Todos hacen agua

La Copa Libertadores de ese año fue una pesadilla para Alianza Lima. Cero puntos en seis partidos fue el balance de una campaña que todos quieren olvidar. Ni Poroso, ‘Cafú’ Salazar, Alvarado o Ernesto Arakaki -en diferentes combinaciones- fueron capaces de sumar para lograr un resultado positivo. Después de sus pálidas actuaciones en las derrotas ante Necaxa en Matute y Sao Paulo en el 'Morumbí', la confianza de Pelusso sobre el ecuatoriano se esfumó tras la aun más catastrófica derrota ante Audax Italiano en Lima, y relegó al zaguero a la banca de suplentes.

Con pocas actuaciones positivas en el equipo, la dirigencia optó por rescindir su contrato apenas a inicios de abril, aprovechando que Poroso tenía una chance de volver a su país para enrolarse en El Nacional. Solo el pobre nivel de Kilian Virviescas, lateral izquierdo colombiano que arribó ese año también, evitó que fuera elegido como el peor refuerzo de la temporada.

Las actuaciones de Poroso con Alianza quedaron en el olvido. O mejor dicho, en el ingrato recuerdo del hincha blanquiazul. (Recorte: diario El Bocón) 

Poroso volvió a su país para sumarse al cuadro de los 'Puros Criollos' y en 2008 pasó al Macará, su último club en Primera División. En el ocaso de su carrera también pasó por el Mushuc Runa y el Pilahuin Tío, de la Segunda Categoría (tercer nivel del fútbol ecuatoriano), antes de su retiro en 2014. Recordado en tierras norteñas, pero con un pobre paso por Alianza Lima; esa es la historia de un jugador que jugaba como arquero en su niñez y que pese a todo estuvo presente en el máximo nivel mundial.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: El Universo; recortes: diario El Bocón


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