Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com En 1992 llegó el primer jugador africano al fútbol peruano. Fue el delantero nigeriano Benjamin Nzeakor, que tuvo un breve pero significativo paso por el Deportivo Municipal.

 

Llegó un centro pasado, el delantero cabeceó, Chávez Riva se quedó parado y el zaguero Martín Vera Tudela intentó despejar sin éxito. Era el segundo gol, el definitivo, del triunfo de Municipal por 2-0 sobre Defensor Lima. 15 de agosto de 1992, fecha 17 del Descentralizado, estadio Nacional, preliminar de un Boys-Alianza. Un partido que, a simple vista, no aspiraba más que a engrosar estadísticas.

Benji antes de su debut, junto a los brasileños Dema Pereyra -del Defensor Lima- y Ricardo Moraes (Foto: revista Estadio)Pero el delantero respondía al nombre de Benjamin Nzeakor y esa tarde de sábado se convirtió en el primer futbolista africano que jugaba el campeonato peruano. Llegado de Nigeria, no se conformó con pasar a la historia por la mera pertenencia continental: debutó con un gol. De paso, se ganó el cariño de la hinchada edil, que, dado lo impronunciable de su apellido, lo rebautizó apocopando su nombre: Benji.

Goleador de trámites

Municipal, como de costumbre, peleaba los últimos lugares en ese 1992. La mala campaña había hecho rodar la cabeza del recordado técnico uruguayo Juan Eduardo Hohberg. Los ediles no salían del hoyo a pesar de tener toda una legión de extranjeros en el plantel: en la primera camada estuvieron el uruguayo Javier Baldriz (arquero), los argentinos Pablo Kratina (delantero), Amadeo Gasparini (delantero), Julio César Villagra (volante) y Gustavo Vílchez (volante). En la segunda mitad aparecieron el brasileño Ricardo Moraes (delantero) y el argentino-costarricense Eduardo Ramírez (delantero). El reemplazante de Hohberg, eso sí, era bien peruano, aunque su apelativo pudiera hacer pensar lo contrario: Gustavo ‘El Polaco’ Merino.

En medio de este impulso importador, Municipal trajo a Benji a la mitad del torneo. Si los otros extranjeros habían tenido actuaciones desiguales (unos regular, otros muy mal), Benji sí logró dar el salto desde el arranque. Su debut, como se dijo, fue con gol. Y con dos más la semana siguiente, en un claro 5-2 sobre Mannucci, también en el Nacional. Pero la presencia del nuevo jale edil no estaría librada de incidentes.

Benji corre celebrando su gol en el arco de Defensor. Atrás, lo acompaña un bisoño Jorge Soto (Foto: diario Expreso)Posiblemente apresurados (o ya mareados con tanto extranjero), los dirigentes de Municipal no llegaron a inscribir correctamente a Nzeakor. Al final de la campaña, todos los equipos reclamaron que los de la Comuna perdieran los puntos de todos los encuentros disputados con el susodicho en cancha: querían que la Academia bajara a como diera lugar. Al final, el reclamo solo llegó a aquel primer partido ante Defensor, que ganó los puntos en mesa. El nigeriano se convirtió así en involuntario protagonista de una serie de papeleos.

Le puso salsa

Volviendo a su excelente arranque, este previsiblemente lo hizo presa natural de las entrevistas. Y no lo libró tampoco de la escasez neuronal de cierto periodismo. Como la revista Estadio que, zurrándose en lo políticamente correcto, empezó una nota sobre Benji con las siguientes palabras: “Un hincha de Municipal ve a un negro africano corriendo y pregunta: ¿Será un caníbal? ¿Vendrá de una tribu? ¿Coleccionará cabezas? No, no se trata de ningún recolector de cabezas, se trata de Benjamin Nzeakor, goleador por excelencia (…)”. La paradoja es que en la misma nota, el periodista bautizó a Benji como el “Maradona africano”.

No faltó tampoco el show mediático, como en esta otra nota de la misma revista:
“- Benji, ¿te han dicho que te pareces al salsero Antonio Cartagena?
- En una oportunidad me compré un saco oscuro con amplias hombreras y un pantalón ancho. Cuando lo estrené, me fui a pasear por Miraflores, y de pronto unas chicas que pasaban por mi lado me gritaron: "¡Antonio... Antonio Cartagena!" Yo me sorprendí, y aunque no me amargué les dije: "Yo no Cartagena, yo llamo Benji"”.

¿Antonio Cartagena? No, es Benji, quien posó así para la prensa de la época, a la que le llamaba la atención el parecido del nigeriano con el conocido salsero (Foto: revista Estadio)El milagro no solo fue que Benji pudiera dar una respuesta tan minuciosamente elaborada a pesar del remate final (“Yo no Cartagena, yo llamo Benji”). El milagro fue que la diera a pesar de no hablar castellano. Solo le faltó decir “Mushasha”.

Pero el colmo de los colmos se los llevó un despistado periodista radial. Se sabía que Benji venía de jugar en Brasil (en el América de Río de Janeiro). El radioloro ató cabos sueltos (demasiado sueltos, al parecer) y, a micrófono abierto, denunció que Benji era un farsante, pues no era nigeriano, sino brasileño. Nunca presentó pruebas, más aún cuando se demostró que Nzeakor había jugado algunos partidos de la selección nigeriana en la Eliminatoria a México '86 (en dos encuentros ante Kenia y uno ante Liberia, para ser más exactos), habiendo alternado con los recordados Peter Rufai y Rashidi Yekini.

Se le acabó el pasaje

Nzeakor no la pasaba mal, pese a los sustos que, según confesión posterior, le daban los coches bomba que por la época estallaban en Miraflores. Compartía departamento con el brasileño Moraes, su socio ideal en la cancha. Un bus contratado por el propio club (lujos que el 'Muni' se daba por entonces) lo llevaba del entrenamiento a su casa y viceversa. Era aparentemente bromista, encajó bien en el plantel y hacía goles. Pero nada podía ser tan perfecto.

La aparición de Benji fue todo un boom mediático, por ser el primer africano que jugaba en el país (Recorte: diario Expreso)En la fecha 20 marcó su cuarto y último gol con chompa edil, ante CNI en Iquitos. Unas semanas después, en un partido ante Universitario, sufrió una grave lesión que lo sacó del torneo y de las portadas, y lo hizo marcharse en silencio.

El agente Benji

Tras su paso por Muni, casi nada se supo de Benji, hasta que en 1998 reapareció como jefe de la delegación nigeriana en el Mundial de Francia. Después regresó a Brasil para radicar en la ciudad de Sao Paulo y la suerte ahora sí le sonrió en serio: desde 2004 es agente FIFA. En su cartera han estado, entre otros, el brasileño Giovanni (que jugara en Barcelona a fines de los noventa) y el argentino Rodrigo Astudillo, de ingrato recuerdo por estos lares.

El fútbol peruano le ha abierto los brazos a África con distintos resultados (Amoako, Aziz, Inganga, Bayoi, Nzenza, Morula, Embé, Emeka, Ceesai, entre tantos). Todos, tranquilamente, podrán tener algún día un espacio en esta sección. Pero había que empezar por el primero y por el que siempre será recordado cada vez que suene una canción de Antonio Cartagena.

Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

Comentarios ( 6)add
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escrito por Jimmy , May 23, 2009
Esta sección es de lejos la mejor de la página. Fue por ella que llegué acá. Felicitaciones.
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escrito por marco , May 23, 2009
Ya que le hicieron el homenaje a Benji, pueden seguirla con un artículo sobre los más destacados africanos (aparte de Benji), como lo hicieron con los peruanos de ascendencia asiática
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escrito por echamuni83 , May 29, 2009
Otro delantero africano que recordamos es al ghanés Prince Amoako... a pesar que prácticamente "huyó" del país sorpresivamente de un día para el otro (por culpa de los dirigentes incapaces y come hechados que abandonaron a nuestros jugadores), nunca olvidaré esa delantera de temer que conformaba con el argentino Calcaterra. Echa Muni para toda la vida.
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escrito por Felix , August 02, 2009
Creo que hay una imprecisión. El campeonato de ese año comenzó con El Polaco Merino, quien luego fue remplazado por los malos resultados
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escrito por Raúl Behr , August 02, 2009
Estimado Félix

No hay ninguna imprecisión. Hohberg, que ya venía entrenando a Muni desde septiembre de 1991, dirigió las primeras seis fechas del Descentralizado 92 (hasta un empate 3-3 con Yurimaguas). Desde la sétima fecha (Muni 2 - CNI 0), hasta el final de ese torneo, lo entrenó Gustavo Merino.
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escrito por Proscrito , October 19, 2010
Prince Amoako fue el mejor de los africanos que estuvo por acá, incluso llegó a jugar la final de la Libertadores en el 97 con el glorioso SC.
Y pensar que el gordo Gonzales lo había botado de la U a principios de año.
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