Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comUn gol de Alan Kennedy en los últimos minutos le dio el triunfo a Liverpool sobre Real Madrid en la final de la Copa de Campeones de Europa 1980/81. El 1-0 a favor de los reds es el último antecedente de un enfrentamiento entre ambos equipos en una final continental, previo al duelo que jugarán este sábado.

Daniel Orrego | @dorrego1411
Redactor

A inicios de la década de los 80, el Liverpool dirigido por Bob Paisley era un rival a temer por cualquiera pues no solo contaba con dos títulos continentales recientes, era bicampeón de la Copa de Campeones de Europa 1976/77 y 1977/78, sino que mantenía la base de ese equipo y ya sabía lo que era enfrentarse cara a cara con la gloria europea. En la edición 1980/81 tendría una oportunidad de alzar el trofeo nuevamente; su rival: Real Madrid.

El cuadro merengue no era el favorito del duelo, ni por asomo; aunque se había formado un equipo competitivo, llovían las críticas tras perder el título de la liga local semanas atrás y se decía que los jugadores no llegaban de la mejor forma –sumado a un escándalo mediático en el que estuvo involucrado Laurie Cunningham por aparecer en una discoteca en el tiempo en el que se recuperaba de una lesión-.

Libreto conocido

Del equipo que salió campeón en 1978, Paisley repitió nueve titulares en una oncena que se sabía de memoria; solo David Johnson y Sammy Lee no habían alzado el máximo trofeo a nivel de clubes del Viejo Continente. El técnico inglés se inclinó por un 4-trapecio-2 que sufrió pocas  variaciones a lo largo del duelo.

 

 

El dueño del arco fue Ray Clemence; Phil Neal y Alan Kennedy los laterales, mientras que la zaga central la formaron Phil Thompson –capitán de los reds- y Alan Hansen. Kennedy, el lateral izquierdo, fue el que más se proyectó en los primeros minutos del duelo y parecía ser una de las armas más peligrosas de su equipo, como lo demostró hacia el final.

En el mediocampo la primera línea de volantes era el hábitat de Ray Kennedy y Sammy Lee, para que Terry McDermott y Graeme Souness puedan ubicarse a los lados; ambos se recogían hasta quedar a la misma altura de sus compañeros al defender y hasta Kenny Dalglish hacía lo propio para sumar esfuerzos en la recuperación del balón. Más arriba, su acompañante en la delantera David Johnson aprovechaba su capacidad de salto para ganar balones aéreos lanzados en su dirección.

Cama de varias plazas

Las novedades estuvieron del lado de los dirigidos por Francisco Pineda pues José Antonio Camacho, habitual lateral izquierdo de los merengues, se ubicó unos metros más adelante y acompañó en la volante a Vicente del Bosque, Uli Stielike y Ángel de los Santos. En la defensa Rafael García Cortés y Andrés Sabido custodiaban a Antonio García Navajas por los lados; los tres delante del portero Agustín.

 

 

El 3-4-3 que planteó el técnico malagueño se completó con un trío que intercambió posiciones durante todo el encuentro: el inglés Cunningham, Carlos Santillana y Juanito –el mejor de su equipo a pesar de que en muchos momentos abusó de la jugada individual en desmedro del pase a uno de sus compañeros-.

La reubicación de Camacho tenía como objetivo tapar la salida de R. Kennedy por el centro del campo. Sin embargo, en los primeros minutos fue el otro Kennedy quien hizo uso de los espacios libres para desbordar por izquierda pues a pesar de que Juanito seguía el mismo recorrido, no era suficiente para frenarlo. El movimiento de piezas no demoró demasiado y Stielike fue a ocupar ese espacio del campo y logró neutralizar la trepada del lateral izquierdo inglés.

Esto liberó a Juanito para enfocarse en el ataque, al inicio partió desde la derecha, pero tras intercambiar posiciones con sus socios de ataque pasó al centro donde causó más peligro. A diferencia del conjunto español, la zaga del Liverpool realizaba una marca zonal y dejaba que Camacho pise el área; aunque no fue el único con labores defensivas en buscar el arco contrario pues fue común ver a los García cerca de Clemence, momento en el cual Del Bosque cubría su lugar en la retaguardia.

Kenne…cesidad de dejarlo entrar

 

Pases largos, muchos jugadores en ataque y defensa, y un despliegue físico digno de antiguos chasquis, fueron los factores para que el dominio se incline hacia los de blanco; situación que no cambió en la segunda mitad. A poco de iniciado el último periodo de juego, Camacho contó con la chance más clara de gol, pero su remate, o intento de colgar al portero, salió más lejos de lo necesario para ponerse adelante en el marcador.

Del Bosque pasó a ubicarse a la derecha y sumó una alternativa a la ofensiva: el centro con curva hacia el punto de penal buscando algún rebote que pueda ganar Santillana, pues por lo alto era muy difícil hacerlo. No solo la contextura física de Thompson y Hansen era mayor que la de Juanito, sino que los cuatro defensores se aglomeraban en un espacio pequeño; sin presionar mucho por las bandas, pero con poca distancia entre ellos en el centro.

Para romper la paridad alguien tenía que salirse del libreto y fue Alan Kennedy el que decidió entrar al área contraria, situación de la que había sido rechazado durante gran parte del encuentro, para recibir un lateral cobrado por el otro Kennedy y tras porfiar el balón con García Cortés marcó el tanto del título de un zurdazo contundente.

 

En un intento desesperado por llegar al empate, el estructurado desorden en el que vivía el Madrid se convirtió en caos, y se hizo más evidente con el ingreso de Francisco Pineda, un delantero más. El segundo gol de los reds pudo haber llegado de no ser por la intervención, esta vez sí atinada, del joven guardameta ibérico en los últimos segundos del duelo de París.

El triunfo ante el conjunto merengue le dio el tercer título de la Copa de Campeones de Europa al Liverpool en cinco temporadas. En un nuevo cara a cara entre estos dos equipos se podría repetir un encuentro entretenido a los ojos del público dada la calidad de jugadores con los que cuenta cada plantilla. En el banquillo quizá Jurgen Klopp tenga cierta ventaja. ¿El resultado? Incierto hasta que suene el pitazo final en Kiev.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AS, AFP


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