Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comJorge Sampaoli, el técnico de Chile, dirigió a cuatro equipos peruanos, con resultados variados. ¿Cómo conformó sus planteles, qué tácticas privilegió y cuáles fueron sus números en nuestro país?

 

Jorge Sampaoli pisó el Perú en el verano de 2002, cuando ningún técnico se declaraba aún “bielsista”; su escueto currículo fue vapuleado por todos quienes lo creían un estafador. Han pasado once años y hoy Sampaoli es un técnico consagrado y respetado a nivel internacional. Cuatro equipos peruanos fueron su trampolín al éxito; en dos le fue bien y en dos le fue mal. Es momento de repasar, táctica y numéricamente, su paso por nuestro país.

 

Sinsabor inicial

En aquel verano de 2002, Sampaoli llegó a Chiclayo para dirigir a un Juan Aurich aún muy alejado de la prosperidad económica de la que hoy goza. Aquel ‘Ciclón’, que apostó por la experiencia del plantel, optó por planteamientos más bien conservadores: comenzó con dos líneas de cuatro, un enganche y un solo delantero. En el arco solía arrancar Fischer Guevara; los cuatro del fondo eran Marko Okuma, el paraguayo Carlos Lugo, Walter Rojas y Sergio Ubillús; al medio, por los carriles, César Sánchez (derecha) y José Luis Guevara (izquierda), acompañados de un neto de marca, como Marco Salinas; el ‘10’ era Carlos ‘Kukín’ Flores que era secundado por Johnny Mujica en la elaboración; y el ‘9’ era el semi-retirado Andrés ‘Balán’ Gonzales. Con las fechas, Sampaoli dispuso hasta a dos delanteros más (Abel Lobatón y James Angulo), por lo cual su equipo pasó a formar con un 4-cuadrado-2 en los dos últimos partidos con él al mando, dejando a 'Balán' en la banca. Alternaban Ismael Alvarado, Dúber Zapata, Juan ‘Petete’ Gutiérrez, Aldo Mora y el brasileño Renato Rafael.



 

Los resultados no lo acompañaron con Aurich: dirigió apenas los ocho primeros partidos y solo pudo ganar el último (2-0 contra Cienciano). Luego, renunció por los problemas económicos del ‘Ciclón’. Apenas cosechó un 20.83% de los puntos en disputa. Se marchó, pero volvió antes de lo pensado.

Puerto progresivo

Sport Boys lo llamó en junio de 2002, dos meses después de dejar Aurich, para reemplazar a Ramón Mifflin. Llegó con un equipo armado y dirigió las tres últimas fechas del Apertura. Para el Clausura pudo hacer algunas variantes: optó por un clásico 4-rombo-2, con Johnny Vegas en el arco; la línea defensiva la formaban Omar ‘Caramelo’ Zegarra, José Chacón, el argentino Norberto Araujo (quien llegó con él) y Jair Yglesias (Donny Neyra solía arrancar, algunas veces, como zaguero central); el ‘6’ neto solía ser Mario ‘Ropero’ Flores o José Corcuera, en volante, la banda derecha se la turnaban Paolo De La Haza (quien dejó de ser lateral) y Gabriel Silvera; por izquierda iba Paulo Zabárbulo; el ‘10’ era Alfredo Carmona o Carlos ‘Kukín’ Flores (en ocasiones, jugaban juntos y el equipo formaba con un cuadrado al medio, sacrificando a Zabárbulo); en ataque, la dupla la formaron Rómulo ‘Copete’ Fernández y Antonio Serrano, alternando Rafael ‘Patucho’ Villanueva. Boys mejoró en el Clausura y Sampaoli redondeó un 42.67% de efectividad. Pero sus grandes números vinieron en 2003.


 


En 2003, Sampaoli armó el equipo a su gusto, aunque sobre la base del año anterior. Las mayores novedades fueron un nuevo lateral derecho (Amilton Prado) y el regreso de Santiago Salazar, que permitió que Araujo comenzara a jugar como ‘6’, aunque también retrocedía de back central para acabar formando una línea de tres. Como ‘10’ siguió Carmona, aunque ahora acompañado por Jean Pierre Moreno o el argentino Guillermo Fórmica al lado izquierdo. La dupla ofensiva también fue nueva: el argentino Christian Jeandet y Carlos Orejuela, que tuvo una temporada brillante; Piero Alva se sumó como pieza de recambio, aunque acabó jugando con más frecuencia de tercer punta en un 3-rombo-3 inolvidable para muchos hinchas rosados.


 


Boys mostró un equipo más ofensivo, que alternaba entre el 4-cuadrado-2 o el 4-3-3. Sus números fueron muy buenos: 52.25% de promedio y una frustrada clasificación internacional que se diluyó tras la huelga del Safap, el inconcluso final del torneo y el polémico ‘Cuadrangular de a 3’. Sampaoli tomó un nuevo rumbo.

La frontera favorable

El arranque de Bolognesi, en 2004, fue muy malo: acumuló cinco derrotas en cinco fechas y despidió a su técnico, Roberto Mosquera. La dirigencia de Fernando Martorell se acordó del ‘Hombrecito’ y lo llamó en marzo. Sampaoli tuvo que lidiar con un equipo formado y una sede alternativa (usualmente Ica) para el Apertura, pues el estadio Jorge Basadre estaba siendo refaccionado de cara a la Copa América. Cinco fechas tuvieron que pasar para que ‘Bolo’ ganara: fue en la fecha 10, por 4-1 sobre la San Martín en Matute.


 


Su esquema usual fue un 4-1-2-3. El arco se lo alternaron Diego Penny y Diego ‘El Pipa’ Carranza. La defensa solía formar con Víctor Zambrano, Donny Neyra, Frank Rojas o César Doy, y Jair Yglesias. Marco Ruiz fungía de único contención; lo acompañaban, con más salida, Johan Vásquez y Luis ‘Manzanita’ Hernández. En ataque, bien abiertos, Manuel Barreto, Jorge ‘Loverita’ Ramírez o David Soria acompañaban a Junior Ross, que aquel año debutó y fue titular fijo; el ‘9’, casi siempre, fue Johan Fano. En ocasiones, Sampaoli apelaba a jugar con un ‘10’ y para eso recurría a Miguel Zagazeta o a un bisoño Luis ‘Cachito’ Ramírez. Para el Clausura, llegaron los argentinos Julio Caldeiro y Carlos Marczuk y comenzaron a tener continuidad Jesús Álvarez y Renzo Revoredo. Aunque la campaña de 2004 no fue del todo buena (42.55%), sentó las columnas para 2005.


 


En 2005 Bolognesi consiguió clasificar a la Sudamericana. A la base de 2004, se sumaron a la defensa Manuel Marengo y Víctor Anchante, mientras que, en ofensiva, el argentino Roberto Demus cubrió la partida de Johan Fano a Alianza Lima. El equipo fue casi el mismo, muy agresivo, aunque los jugadores jóvenes (Revoredo, Álvarez, ‘Cachito’) cobraron mayor protagonismo; también llegó Nórbil Romero, para asentarse en la volante por izquierda. Bolo comenzó a jugar con tres al fondo como propuesta alternativa y le funcionó. La campaña tacneña, sobre todo en el Clausura, fue muy buena y permitió que Bolognesi clasificara a la Sudamericana 2006; los números globales fueron 54.86%. Sin embargo, Sampaoli no renovó para 2006 y, en el Apertura, los tacneños fueron dirigidos por su compatriota Héctor Raúl Donsanti, con irregular saldo. Sampaoli regresó para el Clausura e hizo un campañón con la base de años anteriores y unas cuantas caras nuevas, como el zaguero argentino Federico Martorell y el delantero japonés Masakatsu Sawa.


 


‘Bolo’ venció a San Martín en el duelo peruano por la Sudamericana, para luego ser ajustadamente eliminado por Colo Colo. Los santos se cobraron la revancha en la fecha final del Clausura: cuando todo estaba listo para que el cuadro de Sampaoli ganara el Clausura y clasificara a la final nacional, Bolognesi perdió ante ellos por 2-0 en el Monumental de Ate. Sus números fueron los mejores de su trayectoria en Perú (59.09%), pero apenas consiguió, como premio consuelo, una nueva clasificación a la Sudamericana. Y el teléfono de Sampaoli volvió a sonar, esta vez desde La Florida.

Cristal roto y buena suerte

En Sporting Cristal, conspiró en contra de Sampaoli el corto tiempo: apenas pudo realizar la pretemporada, pues tenía encima la fase previa de la Libertadores, de la que fue eliminado por América, comiéndose un 5-0 en tierras mexicanas. Tras un aceptable arranque en el Apertura, una derrota en casa (1-3) contra Melgar, en la fecha 5, desvió la senda a un precipicio.


 


Su idea de jugar con tres al fondo (Miguel Villalta, Ramiro Fassi, y Miguel Rebosio o Jesús Álvarez) no tuvo eco en el plantel y Sampaoli cedió, volviendo a la línea de cuatro, con Amilton Prado y Luis ‘Pinza’ Hernández por las bandas. Rainer Torres y José ‘Tierra’ Mendoza comenzaron a ser la dupla de contención, con Carlos Lobatón y Damián Ísmodes (o Juan Cominges) en funciones creativas; Carlos Orejuela, Luis Alberto Bonnet y Gabriel García se pelearon dos de los tres puestos de ataque. La postergación de Jorge Soto le jugó rencillas en la interna rimense y Sampaoli dejó La Florida tras una caída 0-3 ante San Martín, con apenas 37.50%, su segundo peor promedio de efectividad en nuestro país.

Nunca más Sampaoli volvió al Perú; su personalidad y sus tácticas alternaron entre Chile y Ecuador, y en el primero de estos dos países alcanzó la cúspide: primero, un título de Copa Sudamericana y ahora una designación como el técnico de Chile, nuestro rival clave de este viernes 22.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com

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