Once Ideal: Beneficio colateral

Las movidas tácticas en el campeonato peruano incluye muchas veces cambios de posición para algunos jugadores. Si en el actual torneo se discute que a la velocidad de Luis Advíncula se le puede sacar mejor provecho haciéndolo retroceder desde al ataque a la defensa, en el pasado ese tema ya tuvo varios ejemplos con las mismas características aunque con diferentes resultados. En el presente artículo hacemos un repaso a once jugadores que tuvieron el mismo trance y fueron los que iniciaron, en cierto modo, esa tendencia que hoy se da con otros nombres como Jhoel Herrera, Giancarlo Carmona, Juan José Barros, Jaime Vásquez o el mencionado Luis Advíncula.
11. Ismael Habrahamshon
Cuando debutó, Habrahamshon no solo complicó a las defensas con su habilidad para encarar, también hizo lo mismo con los relatores que debían pronunciar su apellido. Formado en las canteras de Cristal, la trayectoria de Ismael Habrahamshon tuvo un cambio en 1999 cuando se enroló en Alianza Atlético, club en el que alcanzó su mejor momento como un veloz lateral derecho. Pero cuando parecía que todo iba bien, su camino por el fútbol se fue perdiendo de a poco. Luego de pasar por el Deportivo Wanka en 2002, sus últimos años los jugó en la Segunda División con Sport Coopsol y luego en la Copa Perú con el Diablos Rojos de Juliaca.
10. Carlos Basombrío
La historia de Carlos Basombrío empezó en el Alianza Lima que se rearmó luego de la tragedia de Ventanilla. Con la presión por conseguir un título luego de muchos años de sequía, lo de Basombrío con la blanquiazul se fue diluyendo desde su ubicación como puntero derecho, más aún con la aparición de Darío Muchotrigo en 1992. Fue así que, recién en 1996, el ‘Gato’ recuperó el protagonismo de sus primeros años, esta vez en la función de marcador de punta derecho. Desde ese puesto fue que conquistó el título un año después, pasando luego a jugar en Grecia con el Verria, para luego regresar al equipo grone y finalmente pasar al retiro con el Aurich.
9. Martin Alva
Jugando por los costados en sus primeros años con el Walter Ormeño de Cañete y Alianza Atlético, Martín Alva recién tuvo oportunidad de alternar en serio en la Primera División cuando La Loretana logró su ascenso para la temporada de 1996. Con los pucallpinos cumplió buenos partidos en los dos años que estuvo en el equipo, aunque nunca le llegó la gran oportunidad de dar un salto en su carrera. Para 1998, con Lawn Tennis, Alva formaba parte del once titular en otra función, la de marcador derecho, aunque el ser uno de los mejores de su equipo esa temporada no le alcanzó para salvar la categoría.
8. Manuel Marengo
Aunque ya había jugado en Primera con el Meteor en 1990, Manuel Marengo recién se hizo notorio en la categoría con Alianza Lima, equipo en el que apareció durante 1993 como delantero. Para la escasa fortuna del ‘Zorro’, ese año le fue imposible ganar minutos ante la aparición goleadora de Waldir Sáenz, situación que se repitió la siguiente temporada, por lo que cambió de aires al irse a Sullana para jugar con Alianza Atlético. Fue con los churres que se acomodó en el sector derecho de la defensa hasta convertirse en titular, lo que al final le valió para dar el salto cuando en 1997 lo contrató Sporting Cristal. Con los celestes, Marengo tuvo tan buenos partidos en el torneo local y la Copa Libertadores que llegó a formar parte de la selección, aunque una desafortunada lesión lo alejó mucho de ese nivel. Los siguiente años Manuel Marengo se mantuvo como jugador importante por los clubes que pasó, ya como defensa central, aunque sin permanecer por mucho tiempo en cada uno de ellos.
7. Percy Olivares
Su velocidad por el sector izquierdo fue un gran arma para crear zozobra en las defensas como delantero en Sporting Cristal. Sin embargo, esa virtud del ‘Zancudo’ acabó por ser aprovechada mejor cuando retrocedió varios metros para arrancar desde la defensa como un lateral con mucha subida, en especial en el equipo que Juan Carlos Oblitas empezó a moldear entre 1992 y 1993, aunque su estancia esos años en el Rímac fue breve al emigrar al fútbol europeo para jugar en Alemania y España. Siempre en esa posición del campo, lo de Olivares fue una prolífica carrea que lo tuvo en varios países, aunque en sus últimos años, tanto con Universitario como con Alianza Atlético, su función pasó a ser la de un defensa central.
6. Julio Rivera
Ligado a la carrera militar, el ‘Coyote’ Rivera se inició en el fútbol según el destino al que fuera destacado. Empezó como puntero en la Segunda División con el equipo de la Escuela Técnica del Ejército, pasando luego a Moquegua para alternar en el Juvenil Los Ángeles. Fue recién en 1992 que Julio Rivera cobró importancia en los medios cuando se enfundó la rojinegra de Melgar. Con los arequipeños cumplió tan destacada labor que Cristal lo contrató el siguiente año para empezar a formar la base del futuro tricampeón. Con los celestes, al ‘Coyote’ se le rememora tanto por los títulos como por el gol que le anotó a Racing Cub de Argentina disputando la Copa Libertadores en 1997. Rivera permaneció en el Rímac una temporada más, siendo Universitario su siguiente destino. Con los cremas reeditó sus logros en el torneo local jugando más cerca de la defensa, como lateral, aunque sin dejar de visitar el área con sus constantes proyecciones. Alejado de los primeros planos, Julio Rivera culminó su etapa de jugador en 2010 con el Hijos de Acosvinchos.
5. José Luis Reyna
Nacido en Huancayo, José Luis Reyna hizo sus pininos en equipos de su zona, como el Deportivo Junín y Unión Huayllaspanca, hasta llegar al Unión Minas y León de Huánuco donde se dio a conocer primero como un bullidor puntero para luego destacar como marcador de punta. Reyna pasó luego a Alianza Lima, siendo con los íntimos que consiguió sus mayores éxitos al obtener el campeonato de 1997 y llegar a la selección peruana que disputó la Copa América el mismo año. Sin embargo, también fue en La Victoria que tuvo sus momentos más amargos al caer en una racha de lesiones que lo marginó del primer equipo hasta tener que cambiar de rumbo en medio de la temporada del año 2000 cuando se fue a Chiclayo para defender al Aurich. El último tramo de Reyna en el fútbol fue en su ciudad natal donde se desempeño con el Deportivo Wanka hasta que el equipo desapareció del mapa al ser desafiliado.
4. Roberto Salazar
Formado en las canteras del AELU de Pueblo Libre, el ‘Chinito’ Salazar se abrió paso hasta llegar al primer equipo nikkei en 1991, aunque sin llegar a cumplir su debut en Primera Disivión. Esto recién se le dio a Salazar en 1994 con el San Agustín, permaneciendo en el club canario hasta el año de su descenso. Siempre como delantero, su chispa goleadora prendió con todo en la Segunda División como parte del Deportivo Yurimaguas, equipo en el que se consagró como goleador en 1997. Así fue que Roberto Salazar pudo regresar a la máxima categoría, primero con Lawn Tennis, club en el que inició como atacante pero en el que cerró la temporada como un destacado lateral izquierdo. Fue entonces que Cristal posó sus ojos sobre él como un refuerzo que permaneció con los cerveceros hasta el 2000. Al dejar el Rímac, Salazar no se hizo problemas en retornar a su primer equipo, el AELU, para disputar tanto la Segunda como la Copa Perú, torneo este último en el que se mantiene hasta ahora en actividad.
3. Carlos Torres
Un polifuncional jugador, de esos que calzan perfecto en cualquier equipo que afronta largas campañas. A lo largo de su andar en el fútbol peruano, Carlos Torres se desempeño siempre por el sector izquierdo. Primero con Boys, equipo en el que debutó a mediados de los 80s como puntero. Luego pasó al Internazionale de San Borja, club que le permitió ganar continuidad para crecer y hacerse notar por Cristal, que lo fichó en 1992. Es recién con los rimenses que Torres retrocedió en la cancha. Primero para actuar como volante, y luego de lateral izquierdo en un equipo que salió tricampeón, aunque él no llegó al último título. Al dejar el Rímac, Torres se fue al norte durante dos años para jugar en Aurich/Cañaña y Alianza Atlético, siendo con los sullanenses que recuperó protagonismo para pegar la vuelta al club cervecero en 1998, aunque por muy corto tiempo. El tramo final de su carrera lo tuvo nuevamente por Chiclayo, para defender a Juan Aurich, y en Sullana, ciudad de su retiro profesional.
2. Freddy Torrealba
Recordado tanto por su apodo, ‘Chucky’, como por su gol de cabeza a Cristal en 1992, Fredy Torrealba vistió tres camisetas en su carrera. La Primera de ellas fue la del club más popular del departamento en el que nació: el Octavio Espinoza de Ica. Con ‘El Solitario del Sur’ Torrealba se inició como un hábil delantero que se deshacía con facilidad de sus marcadores. Ese buen nivel fue el que le sirvió para recalar en Universitario en 1991 para jugar junto a su hermano Jesús, el ‘Chucho’, quien llevaba algunos años destacando por sus goles en tienda crema. Sin embargo, con los cremas solo estuvo una temporada, mudando su juego hasta Arequipa donde cumplió una gran labor como volante ofensivo, la misma que se coronó con el tanto mencionado líneas arriba. De regreso en Lima, Torrealba vivió su segunda etapa con el club merengue logrando un campeonato y quedándose hasta 1997. Fue justo en esos años que actuó como marcador derecho a partir de la disposición de Sergio Markarián en 1995. Pero insatisfecho con la crema, Freddy Torrealba optó por intentar ganarse un puesto en Melgar durante un 1998 que resultó fatal: tuvo que retirarse por una complicada lesión en su rodilla derecha.
1. Leonardo Rojas
El ser uno de los más destacados delanteros reconvertidos en lateral le vale a ‘Leo’ Rojas el ocupar el primer puesto de este Once Ideal. Sus inicios se remontan a fines de la década del 70’ con la rosada del Boys, equipo con el que dio sus primeros pasos en el fútbol como un promisorio puntero derecho. De ello se fijó Universitario, que lo contrató al poco tiempo para iniciar el despegue definitivo de su carrera, aunque ya como marcador de punta. En tienda crema Rojas llegó a convertirse en capitán del equipo, además de lograr cuatro títulos. Sin embargo, el final de su historia no estuvo en Odriozola, sino en el Rímac, ya que el Cristal de Juan Carlos Oblitas lo contrató en 1991 para armar un duro equipo que acabó como campeón de la temporada.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: robertopalacios.com, historiadeuniversitariodedeportes.blogspot.com; Recortes: revista Don Balón Perú, libro '¡Vamos Boys!', Teodoro Salazar Canaval

Creo que en todos ellos se presentan caracterÃsticas comunes para la conversión: son veloces, tienen capacidad fÃsica para desplazamientos largos, pueden aprender a marcar como defensas, y no se han caracterizado por hacer muchos goles como delanteros...
Juan Manuel Vargas debe ser uno de los pocos casos inversos, cuando, luego de una trayectoria como marcador o volante lateral, Markarian lo hizo jugar con éxito como segundo delantero en la selección en la Copa América.
Si algunos de ustedes tiene ese gol grabado, subanlo a youtube porfavorr