Popeye: Barra de espinaca

Cuando Deportivo San Agustín irrumpió en el fútbol profesional, en 1985, luego de conquistar el campeonato de Segunda División del año anterior, no lo hizo en soledad. Su irrupción en el fútbol peruano fue vertiginosa, pues apenas un año más tarde, en 1986, con jóvenes figuras como José Chemo del Solar y Roberto Martínez, logró el título nacional tras vencer en la final a Alianza Lima. Paralelamente al campeonato obtenido, en las tribunas del Estadio Nacional surgió la figura de un hombre pequeño y albino, que, vistiendo los colores del equipo canario, no se cansó de alentar al club durante su periplo de once años en la Primera División. ¿Cuál era el nombre de aquel personaje? El mundo del fútbol lo inmortalizó como El Tío Popeye.
Padre hincha
Aunque su nombre verdadero es Óscar Pacheco y tenía cerca de cuarenta años en aquel 1986, su albinismo hacía pensar que se trataba de una persona de edad avanzada, hipótesis que reforzaba su pequeña figura.
En cuanto al sobrenombre, este no nació en la prensa ni en los estadios, sino que fue obra del recordado sacerdote del Colegio San Agustín, Cesáreo Fernández de las Cuevas, quien lo bautizó como Tío Popeye cuando lo vio en las tribunas del colegio, mientras alentaba a un grupo de padres de familia en un campeonato interno. Vale aclarar que Pacheco no era un ex alumno del colegio, sino que llegó a la institución de la mano de un profesor que era vecino suyo en el Rímac, y que pensó en él como una persona adecuada para entusiasmar a la barra durante los campeonatos de padres. Popeye se hizo rápidamente conocido por alumnos y ex alumnos del colegio, pues asistía casi todos los días a ver los entrenamientos del elenco canario.
La propina de los socios
De presenciar los entrenamientos del equipo del colegio, Popeye pasó a las tribunas de los estadios para seguir a Deportivo San Agustín en Primera División. Junto con otro antiguo hincha canario, Lucho Portocarrero, eran los únicos que lo alentaban durante sus encuentros. Como anécdota, El Tío Popeye, al verse solo en la tribuna, solía darles una propina a los vendedores de caramelos para que lo acompañaran durante los partidos. Así, el inconfundible Pacheco hacía sentir su canto con la voz de jóvenes compinches, en Occidente Baja.
Por otro lado, y según el testimonio del propio Popeye, en una oportunidad se metió a la cancha durante un partido y le dio una patada al árbitro Luis Seminario Maura, terminando en una comisaría. En cuanto a sus periplos con Portocarrero, solían juntarse en el estadio y contemplar los tripletes de hace veinte años, pese a la hostilidad de las barras rivales.
Tiempos inactivos
Luego del descenso del equipo, en 1996, Popeye no abandonó al cuadro canario; por el contrario, siguió asistiendo a los partidos de Segunda División. Cuando el club quedó inactivo, fue al colegio para apreciar los campeonatos de ex-alumnos, las kermeses, los torneos de padres de familia e incluso a los partidos de Adecore.
Popeye is back
Este año, en un partido del Interligas, en Lurín, entre San Agustín y Palomillas, y gracias a la iniciativa de un grupo de hinchas canarios encabezados por Carlos Ríos Manrique (quien colaboró gentilmente con esta nota), logró reunir, después de más de quince años, al popular Popeye y Lucho Portocarrero. Ambos evocaron aquellas tardes noventeras. Para felicidad de ambos y de la hinchada del equipo, San Agustín terminó ganando por 3-1.
Así, con Popeye como icono, siempre al lado de Portocarrero, la barra de San Agustín crece poco a poco, con el sueño de volver a Primera.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: cortesía Carlos Ríos Manrique, Recorte: diario Ojo, suplemento Super Crack

No se olviden del reportaje al loquito del muni un tio zambo pelado pero q vivia su partido desde la raya...
Es grato recordar aquellas jornada en las que si se podía disfrutar un domingo en familia en el estadio.
Un defensor lima de Breña, un Ciclista Lima, Un deportivo municipal de local en la cancha de los muerto en chorrillos, un guardia republicana apoyado por los cadetes de la escuela de la policia, un atletico chalaco, sumados a equipos rprsentativos de barrio como el cultural geminis de comas por ejm.
asi lima se veria con mas opciones para el futbol y no solo con la u, con alianza o sporting tabaco.