Gualberto Martínez: El rey de las curvas
Precursor de la ola colombiana que invadió el fútbol peruano en los noventa e inventor de la ‘Curva Diagonal’, es momento de recordar a Gualberto Martínez.
Ni Pinto ni el ‘Chiqui’ García, ni Álvaro de Jesús Gómez. Ni Ospina ni el ‘Chepe’, ni el casi olvidado Rujana. El nombre de quien inició la oleada de entrenadores colombianos que llegó al país fue el señor Gualberto Martínez Sarabia. Un hombre que dejó huella en el fútbol peruano, porque, aunque no haya conseguido un título ni ningún logro deportivo medianamente importante, sería una mezquindad olvidar a quien dejó uno de los conceptos tácticos más revolucionarios del fútbol peruano (¡perdón!: ¡del fútbol mundial!): la estrategia de la Curva Diagonal, con las mayúsculas de honor. Tan elevado fue este concepto que los simples mortales todavía no logramos entenderlo. DeChalaca.com, incluso, lo hizo trascender y lo convirtió en una de sus clásicas secciones; la deuda con Martínez, por donde se le mire, es impagable.
Martínez llegó al Perú en 1991 e hizo una campaña aceptable con Cienciano, al que logró ubicar entre los dieciséis clasificados al Descentralizado del año siguiente. Se fue del Cusco, pero no del corazón de los peruanos: otros equipos, con generosidad, le abrieron las puertas: así, Martínez reapareció en UTC (1992) y Unión Minas (1994), donde obtuvo resultados pobres, pero benignos, pues al menos los dejó en la categoría. En el único club donde causó estragos fue León de Huánuco, con el cual descendió en 1995 y donde dejó, para la anécdota, su bronca con José Carlos Amaral en Matute, el 16 de septiembre de ese año. Martínez, antes de enfrentar con León a Alianza, se encontró en camarín visitante con el brasileño, quien dirigía a Torino que, en el preliminar, había derrotado a Ciclista. Al parecer, la disputa sobre qué equipo debía usar el camarín devino en una alusión poco grata de Martínez sobre la virilidad de Amaral. La bronca no pasó de lo verbal y se disolvió en un mutuo “agárrenme que lo mato”.
Después de su descenso con León, no dejó rastro en el Perú. Pero la magia de Internet ayudó a reubicarlo. En uno de sus perfiles, Martínez resalta haberse graduado como entrenador en Alemania e Italia y que su otra pasión es la filosofía, subrayando que “soy soltero por convicción y amante de relacionarme con mujeres cultas”. Un ídolo.
En otro perfil, más conservador en cuanto a la información personal, incluye dos recomendaciones muy positivas sobre su trabajo. Una (“Es un exelente (sic) entrenador de fútbol”) es de él mismo (“Gualberto Martínez Sarabia”); la otra (“Es un entrenador muy táctico y con mucha vivencia en el fútbol”) es de alguien que solo podría concebirse como un alter ego (“Walberto Martínez”).
Martínez tiene hoy 65 años muy bien llevados (está igualito a como lo recordamos) y maneja en su país la “Academia Alemana de Fútbol”. Cherry obliga, amigos colombianos: las inscripciones están abiertas.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: archivo Gualberto Martínez; Recorte: revista Estadio
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p.d. Este sr lo dejo chiquito a "El show de los muppets" Marcovic.
TODO UN PERSONAJE DEL FUTBOL....