Rumania 2 - Checoslovaquia 1
El partido fue…
INTENSO. Y de poder a poder. En el Jalisco, las dos selecciones de Europa Oriental -que venían de perder en sus respectivos cotejos de debut- disputaron uno de los encuentros más peleados hasta ahora en la Copa del Mundo. Por el desarrollo del juego, en el que tanto Rumania -que arriesgó un poco más- como Checoslovaquia tuvieron momentos de dominio intercalados y oportunidades de gol claras, quizá lo más lógico habría sido el empate; sin embargo un penal indiscutible que transformó en gol el ariete Florea Dumitrache sentenció el triunfo rumano.
La Ficha
El Capo: Inventiva servicial
Alexandru Neagu no solo marcó un gran gol en el que quedó demostrado su capacidad para el amague y la definición; también fabricó el penal que resolvió el encuentro a favor de Rumania. Y más allá de estas acciones cruciales, el intuitivo ariete del Rapid Bucarest estuvo muy activo en el juego. Les ganó las espaldas a los zagueros checos de forma constante y tejieó jugadas de peligro en ofensiva con Radu Nunweiller, Emerich Dembrovschi, Florea Dumitrache y Mircea Lucescu.
Kazuki Ito: Con palabras no basta
A pesar de la agresividad y la vehemencia en las entradas por parte de ambos equipos, el juez italiano naturalizado mexicano Diego de Leo estuvo bastante permisivo durante todo el encuentro. Las desleales barridas a los mejores atacantes de los respectivos equipos -Petras y Lucescu- ameritaban el uso de las novedosas tarjetas desde el primer tiempo, pero el árbitro prefirió solo la advertencia verbal y recién las empleó cuando faltaban 7' para el final. Con respecto al penal, el jalón sobre Neagu no fue aparatoso, pero la buena ubicación del juez le permitió detectarlo.
Composición Fotográfica: Víctor Sierra / DeChalaca.com