Brasil 4 - Checoslovaquia 1
El partido fue...
MUY BUENO. El marcador resulta engañoso porque podría pensarse que fue un baile, de esos que acostumbra Brasil, pero no fue así. Rápidamente se vio con el marcador en contra por golazo de Ladislav Petras pero supo reponerse, a partir de la gran categoría de sus hombres de mitad de cancha para adelante. Y tuvo, hay que decirlo, esa pizca de fortuna que siempre acompaña a los equipos que tienen fuego sagrado. Cuando pudo verse dos goles abajo, la libró y luego marcó el empate; y en la segunda etapa, pudo estar otra vez abajo, pero lo salvó Félix y en el arco de enfrente apareció Pelé para poner la ventaja. Luego, se relamió los labios con los espacios que brindó la zaga checa y se regodeó con la velocidad y el dribbling de Jairzinho.
La Ficha
El Capo: Botó fuego
Tiene el olfato de los goleadores de área, los recursos para resolver en situaciones complicadas como en el tercer tanto -en las que el común de los mortales puede hacerse un nudo con sus propias piernas- y, por si ello fuera poco, la gambeta endemoniada de su antecesor en Botafogo y en la verdeamarelha. Como Garrincha, Jairzinho posee el amague de la 'Alegría del Pueblo', como lo acreditó en el tanto que cerró la goleada. El delantero apareció en el Jalisco en toda su dimensión y hasta el más grande sombrero charro luciría pequeño al sacarlo en reconocimiento a su gran labor en el verde.
Kazuki Ito: Código de barras
La terna conducida por el uruguayo Ramón Barreto no pasó mayores apuros pese a que apenas al minuto tuvo que mostrar dos amarillas, esta novedad que depara México 1970 para el fútbol: las enseñó en simultáneo, tanto a Tostão como a Alexander Horvath. Ello calmó a ambos bandos, pues luego fue un partido luchado pero limpio en el juego. En otra incidencia del trámite, el árbitro uruguayo estuvo acertado en sancionar el foul contra Pelé que derivó en el tiro libre magistralmente ejecutado por Rivelino.
Composición Fotográfica: Víctor Sierra / DeChalaca.com