• EL CAPO. Bastian Schweinsteiger participó de manera directa en los dos goles de su elenco. Además, el volante del Bayern fue la aduana por la que pasaron la mayor parte de jugadas teutonas.  (Foto: AFP)
  • LA CLAVE. La eficacia goleadora de Gómez fue importante para que Alemania inclinara la balanza a su favor.  (Foto: AFP)
  • LA CALAMIDAD. Los laterales de Holanda cumplieron una floja labor en defensa. Tanto Gregory Van der Wiel y Jetro Willems no ofrecieron mayores seguridades en el último bloque lo cual fue aprovechado por Alemania.  (Foto: Reuters)
  • LA JOYITA. Tras un pase en profundidad de Schweinsteiger, Gómez marcaría el 0-1 a favor de Alemania con un potente remate a media altura.  (Foto: AFP)
  • EL DUELO.  Debido a su excesivo individualismo, Robben le facilitó las labores defensivas  Lahm.  (Foto: AP)
  • EL CAMBIAZO. El ingreso de Huntelaar no contribuyó para que Holanda tuviera otra cara ofensiva.  (Foto: AP)

 

El Capo: Punto de inflexión

Bastian Schweinsteiger fue decisivo en la segunda victoria germana en el campeonato al ser el punto de equilibrio del equipo. ‘Basti’ no solo le dio al equipo una salida clara que hizo posible el rápido tránsito de la defensa al ataque, sino que participó de los dos goles de su equipo, obra de Mario Gómez. Justamente, el atacante teutón fue otra de las figuras al demostrar su eficacia de cara al arco rival al convertir las situaciones claras que tuvo en el arco de Stekelenburg  Finalmente, vale mencionar la buena labor que desempeñó en defensa Mats Hummels, quien se mostró solvente en cada intervención.

La clave: El llamado del gol

Cuando un goleador se encuentra en racha, resulta más probable que su equipo se alce con la victoria. En un cotejo que tuvo unos 20’ de mucho estudio, Alemania desniveló el cotejo gracias a la eficacia de Mario Gómez, quien aprovechó la primera ocasión clara que tuvo para vulnerar el pórtico holandés. Ahora, pese al 0-1, y lejos de conformarse, Gómez volvió a hacerse presente con un segundo gol.  Ya con una ventaja de dos tantos, el conjunto teutón tuvo una mayor tranquilidad para manejar las riendas del compromiso pese a tener como rival a un cuadro con varias individualidades.

La calamidad: Extremos inclusivos

Holanda sufrió mucho por las bandas producto de una mala jornada de sus laterales Gregory Van der Wiel y Jetro Willems, quienes perdieron en el duelo individual frente a Lukas Podolski y Thomas Müller, respectivamente.  De los pies de los extremos alemanes surgieron una gran cantidad de situaciones de gol, las cuales tuvieron que ser neutralizadas por  Stekelenburg. En cuanto al plano ofensivo, los laterales holandeses tuvieron poca incidencia en el juego, lo cual provocó que Robben y Affelay perdieran peligrosidad ante la imposibilidad de apoyarse en sus compañeros para ganarles las espaldas a los defensores alemanes.

La joyita: Visión de lujo

Cuando el partido todavía no tenía muchas situaciones de gol, a los 24’, Schweinsteiger rompió líneas  y lanzó un pase en profundidad que encontró bien ubicado a Mario Gómez, quien con un hábil control logró quedar mano a mano con Stekelenburg.  Ya frente al portero alemán, el atacante del Bayern sacó un disparo potente a media altura que dejó sin opciones al ‘1’ holandés.

El duelo: Prometía más

Pese a no cumplir su mejor presentación con Alemania, Lahm logró salir airoso de su duelo ante Robben. El capitán germano logró sacarle provecho al monólogo utilizado por el holandés, quien en reiteradas oportunidades pecó de individualista, lo cual terminó por desbaratar sus propios ataques.  Sin proyectarse más de la cuenta  y cuidando mucho su espalda. Lahm terminó por cumplir con la primera misión de un lateral: restringir los ingresos por su banda.

El cambiazo: No les sacaron el jugo

Al verse abajo en el marcador por dos goles, Bert Van Marwijk apostó por los ingresos de Rafael van der Vaart y Klaas-Jan Huntelaar para buscar el empate. Lamentablemente para su fortuna, van der Vaart tuvo poca participación en el juego y pasó desapercibido, lo cual provocó que tanto Robben como Sneijder prefirieran la acción individual antes que hilvanar juego en equipo. Ante esta situación en la zona medular holandesa, Huntelaar tuvo que resignarse a chocar con los zagueros alemanes en busca de un pivoteo o una falta.

El blooper: No encuentran la salida

La sorpresiva caída en su debut ante Dinamarca le pasó factura a los jugadores holandeses, a quienes se les notó muy nerviosos frente a Alemania. Este nerviosismo provocó que las imprecisiones estuvieran a la orden del día. Sobre los 88’, Maarten Stekelenburg se complicó más de la cuenta tras un pase de un compañero y casi ocasiona que Miroslav Klose convirtiera el tercer tanto germano luego de realizar un mal despeje que impactó en la humanidad del atacante, quien se había barrido para robar el esférico.

El estadio: Dicen presente

Durante la transmisión del partido resultó curioso escuchar desde las tribunas del estadio el grito de ¡Ukraine! ¡Ukraine! durante varios pasajes del cotejo. Más allá de encontrarse en un partido vibrante entre dos potencias futbolísticas, los aficionados ucranianos hicieron que su selección estuviera presente de alguna manera.

Kazuki Ito: ¿Se hicieron los suecos?

La terna sueca encabezada por Jonas Eriksson cumplió una irregular performance en el partido. Si bien los jueves asistentes no fallaron al momento de señalar los fuera de juego, tuvieron poca participación al momento de advertir infracciones. En cuanto al tema de las tarjetas, cabe señalar que más de una entrada del equipo holandés, en particular las jugadas en las que intervinieron Mark Van Bommel o Gregory Van der Wiel, merecieron una amonestación; sin embargo, Eriksson se mostró muy benevolente a la hora de sancionar el juego fuerte.

Fotos: AP

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