• EL CAPO. Simon Kjaer fue una muralla en el fondo de la zaga danesa.  Su concentración y solvencia durante los noventa minutos fueron más que destacables. (Foto: AFP)
  • LA CLAVE. El trabajo de los volantes de primera línea de Dinamarca, hablamos de William Kvist  y Niki Zimling, fue meritorio debido a que le cerraron los espacios a Van Persie y compañía. (Foto: AFP)
  • LA CALAMIDAD. Robben se mostró muy individualista y para colmo de males estuvo  impreciso en la definición. Holanda sufrió su irregular performance. (Foto: AFP)
  • EL GOLAZO. A los 24’ y tras un amague donde se sacó la marca de tres defensores, Michael Krohn-Dehli venció la resistencia de Maarten Stekelenburg con un potente remate. (Foto: AFP)
  • EL TAPADÓN. A falta de tres minutos para el final del primer tiempo, Andersen le ganó un mano a mano a Van Persie. Dicha jugada fue una de las más claras para Holanda. (Foto: AFP)
  • EL DUELO. Nicklas Bendtner logró soportar la marca de los centrales holandeses durante todo el compromiso. El atacante danés ganó valiosos minutos para que su defensa pudiera darse un respiro. (Foto: AFP)
  • EL CAMBIAZO. Rafael van der Vaart no se conectó al partido durante los minutos que estuvo en el campo. Holanda careció de ideas en el tramo final. (Foto: AFP)
  • KAZUKI ITO. La terna eslovena encabezada por Damir Skomina no tuvo mayores problemas para desenvolver su trabajo. Sus decisiones estuvieron correctas y no dieron lugar a polémicas. (Foto: AFP)

 

El capo: Héroes (no) anónimos

Cuando un equipo tiene un rendimiento colectivo prolijo, resulta difícil elegir una figura. Si bien la labor de Bendtner fue elogiable en el ataque danés ya que aguantó solo a la defensa holandesa, el trabajo defensivo de Simon Kjaer fue impecable. El exdefensor del Wolfsburgo, logró tomarle la mano a Van Persie, Robben y Sneijder, logrando neutralizarlos cuando se enfrentó a ellos.  Tanto por arriba como al ras de piso, Kjaer respondió bien y tuvo criterio al momento de decidir qué hacer con el balón.

La clave: Economía de espacios

El despliegue que realizaron William Kvist y Niki Zimling en la volante danesa fue determinante en el partido ya que ambos lograron reducirle los espacios de juego  a Holanda.  Si en los primeros minutos el cuadro naranja se había situado como el dominador del compromiso  causando gran daño por las bandas fruto de las arremetidas de Robben y Affelay, tras la apertura del marcador a favor de Dinamarca, la situación cambió. Los volantes de primera línea del cuadro danés lograron frenar a los extremos holandeses y obligaron a que su rival tuviera que optar por el pelotazo frontal.

La calamidad: Postal 2012

En un partido luchado tácticamente, la labor de Arjen Robben fue el punto más bajo. El jugador del Bayern pecó de individualista en varias ocasiones  y mermó el potencial de los ataques holandeses.  De igual modo, en las situaciones que generó, su puntería no estuvo fina y desechó varias opciones de gol. Al final del encuentro, y con el marcador decidido, la imagen de Robben tendido en el campo de juego con una dura expresión en su rostro fue el retrato de su selección, la cual, pese a dominar el balón, fue incapaz de traducir su control con goles.

La joyita: Sin escalas hacia el gol

Corrían 24’ cuando una proyección de Poulsen por derecha terminó en un balón suelto en las inmediaciones del área holandesa que fue controlado por Michael Krohn-Dehli. El hombre del Brøndby IF,  lejos de parar el balón, sorprendió con una rápida irrupción en el área rival. Es ahí donde logró sacarse la marca de tres jugadores con un amague que lo dejó mano a mano con Stekelenburg, a quien vencería con un remate entre las piernas.

El tapadón: Conservando el cero

A falta de tres minutos para la culminación del primer tiempo, un pase en profundidad de Sneijder encontró desmarcado a Van Persie. Sin embargo, antes que el delantero del Arsenal pudiera acomodarse bien para sacar un remate, se encontró con la humanidad de Stephan Andersen, quien había salido presuroso de su portería para reducirle al ángulo de disparo. Justamente, la buena intuición del portero danés, provocó que Van Persie no tuviera más opción que sacar un remate a quemarropa que fue desviado.

El duelo: Con uno basta y sobra

Nicklas Bendtner se las ingenió para soportar la marca de la pareja de centrales holandeses compuesta por Heitinga y Vlaar.  El jugador del Arsenal tuvo criterio al decidir cuándo debía apoyarse en sus compañeros y cuándo debía hacer la individual. Gracias a sus decisiones, Dinamarca ganó minutos que sirvieron para que el bloque defensivo no se desgastara en exceso.  

El cambiazo: Cuando la teoría no alcanza

Con el marcador en contra, Bert van Marwijk hizo lo que le pedía el partido: quitó a un volante de marca (De Jong) e hizo ingresar a Rafael van der Vaart con la intención de tener una mayor elaboración en la mitad de la cancha. De igual forma, hizo ingresar a Huntelaar para tener a un ‘9’ neto que sirviera como referente en ataque. Lamentablemente para él, Van der Vaart no hilvanó juego con Van Bommel o Sneijder. Por si fuera poco, los ataques por las bandas no pudieron darse debido al buen trabajo defensivo danés, lo cual provocó que la única forma de crear peligro se diera por intermedio de pelotazos frontales.

Kazuki Ito: Fluyendo con el juego

El hecho que los equipos se dedicaran a jugar contribuyó para que el accionar de Damir Skomina y sus asistentes no tuviera mayor percance.  Por el contrario, sus decisiones fueron acertadas, especialmente en las jugadas que se llevaron a cabo en las áreas de ambos equipos.  Con relación a las tarjetas, las tres amonestaciones que se dieron a lo largo del partido fueron sacadas de acuerdo al reglamento (por juego fuerte, por reclamos excesivos y por hacer tiempo).

Foto: AFP

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