Francia - Inglaterra: Mensaje subliminal
El capo: Llenó el vacío
Si en anteriores competiciones se indicaba que Inglaterra no contaba con un portero que le brinde seguridad, hoy sucedió totalmente lo contrario. Joe Hart desplegó todo su potencial físico para intervenir correctamente cada vez que fue requerido. El golero del Manchester City se erigió como pilar fundamental y da para pensar en que si sigue por esta ruta, hará olvidar los nefastos tiempos de Paul Robinson o 'Calamity' James en el arco de su seleccionado.
La clave: Dibujo adecuado
Roy Hodgson acertó en la lectura que le dio al partido. Ordenó poblar el medio sector, con la intención de cortar los circuitos franceses. Nasri, Ribéry y Malouda intercalaron posiciones, tratando de romper la marca propuesta por el esquema rival. Dicha improvisación sirvió para asegurar la posesión del balón, pero restó profundidad en el ataque galo. Los ingleses tuvieron en Parker a su mejor hombre de recuperación, destacando también lo hecho por Johnson y Cole, quienes cerraron sus respectivas bandas.
El duelo: Grata aparición
Oxlade-Chamberlain tuvo la oportunidad de alinear en el rol titular del seleccionado británico y no decepcionó. El atacante del Arsenal, de tan solo 18 años, hizo su trabajo por el lado derecho del ataque inglés, superando en ciertas ocasiones la marca del experimentado Evra. Sin lugar a dudas, este joven valor demostró que, ante las numerosas bajas, puede ser de gran utilidad para su equipo.
El jugadón: Faltó el puntillazo
Sobre los 14', Inglaterra tuvo una inmejorable chance para abrir la cuenta. Parker filtró un pase magistral entre los zagueros galos y dejó en posición de gol a su compañero Milner. El volante británico recepcionó el balón y, tras eludir a Lloris, definió a un costado del arco francés. Una ocasión perdida que se lamentó por varios minutos, hasta que llegó el cabezazo goleador de Lescott.
El tapadón: Felino suelto
Como se señaló líneas arriba, Joe Hart fue el mejor valor de este compromiso. Para muestra, un botón. Sobre los 35', Nasri ejecutó un tiro libre que encontró la testa de Diarra. El volante del Olympique Marsella, sacó el cabezazo prácticamente en área pequeña. Y sin importar la estrecha distancia, el portero inglés desvió en espectacular reacción.
La joyita: Rayo incontenible
Cuando parecía que Inglaterra podría administrar la ventaja conseguida con el tanto de Lescott, su adversario respondió con una fórmula no prevista. Sobre los 39', Nasri decidió hacer la diagonal para romper líneas, encontrando un espacio libre. Dichos metros fueron suficientes para ensayar un feroz disparo que venció la resistencia de Hart. Fue la única ocasión en que los ingleses perdieron el libreto y les costó el empate.
El cambiazo: Envío tardío
Para el segundo periodo, Francia pronunció su mayor posesión y traslado rápido del esférico. Sin embargo, no encontraba la manera de descifrar el cerrojo inglés. Por ello, muchos pedían el ingreso de Ben Arfa, quien podía darle esa claridad al pase final. Laurent Blanc decidió darle entrada cuando se jugaban los 84'. Tiempo insuficiente para que el volante de Newcastle pueda mostrar sus cualidades.
Kazuki Ito: Rol secundario
La terna arbitral encabezada por el italiano Nicola Rizzoli, no tuvo mayores complicaciones con el trámite. Casi no le hizo falta emplear las tarjetas, pues ambos propusieron un juego fluido. En síntesis, un trabajo correcto que no desnaturalizó lo visto en el Donbass Arena de Donetsk.
Fotos: AFP