Por algo tenía más vuelo
En un partido luchado hasta el final, Alemania sacó a relucir el peso de su historia frente a Portugal y lo derrotó por 3-2 para resolver la primera llave de los cuartos de final. Joachim Low presentó variantes en sus nombres y esquema, con lo que sorprendió letalmente a los lusos, quienes -por más que intentaron- solo pudieron descontar cuando ya restaba muy poco.
¿Por qué Nuno Gomes tuvo un consuelo especial con su gol?
Fotos: EMPICS
Los tiempos modernos en el fútbol permiten que hoy, un gigante -como es Alemania- se libre de presiones y se las otorgue a quienes otrora lucían chicos a su lado. Y esto se ha visto reflejado en la previa entre teutones y lusitanos, cuando Bastian Schweinsteiger se animó a reconocer a Portugal como favorito frente a los medios. Primero, porque destacó que es un equipo que viene creciendo desde antes del último mundial. Y segundo, porque puntualizó que cuenta con la estrella del momento: Cristiano Ronaldo.
Así salieron ambas escuadras a encontrarse en Basilea, con una Alemania que no había terminado de convencer y que encaraba al quizá máximo candidato al título entre los apostadores desde antes de que se iniciara la competición europea.
Y lo hacían bajo presagios con sustento empírico, porque ya desde hace mucho que el famoso dicho de Gary Lineker -“El fútbol es un juego donde juegan 11 contra 11 y que siempre ganan los alemanes”- no tiene ese fin. Por lo que la primera y dudosa fase alemana, derrota incluida con Croacia, se permitía una mueca en cualquiera.
FICHAS MOVIDAS
El técnico Joachim Low tomó una excelente decisión con las variantes tácticas al copiar el dibujo (4-2-3-1) de sus adversarios, con lo que fue consciente de que el ataque y defensa requeriría de una mayor contención y fuerza para impedir el juego de los habilidosos, además de potenciar con ello una salida rápida por las bandas.
En el medio terreno, fueron Hitzlperger y Rolfes quienes cumplieron una labor magnífica y de mucho desgaste al tener a cargo la destrucción del juego de Ronaldo, Deco y Simao.
Fue a partir de ahí -y aunque no pudieron librarse de las tareas defensivas, pues todo Alemania marcaba- que Schweinsteiger, Ballack y Podolski explotarían también el ataque. Y sumado a ellos un marcador tan ofensivo como Lahm, formaron el cuarteto que alimentó a quien llegara a culminar la jugada como centroatacante además de Klose.
VIEJA TRADICIÓN
Daba la impresión, cuando aun no llegaban los goles, de que Portugal se hacía dueño del mediocampo. Aunque esto no era solo más que una idea, pues los germanos tomaron el pulso a las acciones y encontraron en las subidas recurrentes del portugues Bosingwa el espacio ideal para hacer daño.
Entonces fue por la franja izquierda y tras una doble pared que llegó el centro rasante y asesino de Podolski para que Schweinsteiger gritara el primero. Y en dicha zona nacieron dos tiros libres más que bombardearon a una defensa horrible y a un Ricardo desastroso en portería, y en los que Klose y Ballack consiguieron el triunfo de cabeza.
Han sido, entonces, tanto el trabajo en conjunto y disciplinado de los alemanes como los propios errores portugueses los que se han encargado de liquidar al equipo de Luis Felipe Scolari, técnico que además cierra su ciclo al frente de los lusitanos para enrolarse al Chelsea inglés.
La atractiva Portugal ha sucumbido así una vez más y contra los teutones como en la Euro 2000, por más que descontó y peleó con todo el talento de Deco, Simao y hasta el de los ingresados Postiga y Nani. Y ha dado paso así a la vieja tradición germana, que ha sabido adelantarse al resto y que ya sueña, al igual que en el '72, '80 y '96, llevar una vez más la copa más preciada del Viejo Continente a sus vitrinas.
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