El villano de Innsbrück
España alcanzó un triunfo sobre Suecia al final de un partido plagado de gruesos errores arbitrales y se inscribió en los cuartos de final de la Euro. El 2-1 sentenciado por Villa, sin embargo, reflejó las falencias de un equipo que solo gusta cuando se le deja jugar, pero que cuando no encuentra los espacios deja un mar de dudas.
¿Qué otros jugadores españoles habían metido goles de última hora en la Euro?
Fotos: EMPICS
Si en el partido contra Rusia la 'Furia' pintó fútbol al mejor estilo de Picasso, hoy Suecia la dejó dibujando garabatos aislados. Quedó claro que cuando un equipo tácticamente disciplinado le plantea un partido cerrado a los once de Aragonés, estos terminan sufriendo más de la cuenta. Quizá por eso siempre sean solo buenas intenciones y grandes nombres a la hora de las definiciones importantes.
Los de Lars Lägerback, por su parte,
hicieron un partido inteligente, aunque mezquino sobre el final,
obnubilados ante la ausencia de Zlatan Ibrahimovic en la segunda mitad.
Fue precisamente el talentoso delantero del Inter de Milán quien dibujó
las más claras en la primera fracción, al jugar libre de tres cuartos de
cancha en adelante e hilvanar finamente los ataques nórdicos.
TOMA Y DACA
Lo que Torres, Silva y Villa hacían en el área amarilla, Ibrahimovic y Larsson lo replicaban frente a Iker Casillas, traicionado por una defensa pasiva que se dejó estar, en especial tras la salida por lesión de Carles Puyol. La última línea española le cedió campo a los atacantes suecos, lo que les permitió pisar el rectángulo con sorprendente facilidad, quedando a tiro de gol en muchas ocasiones.
Quizá por eso, el gol de 'Ibra' no fue casualidad: recibiendo de espaldas al arco ante la frágil marca de Sergio Ramos y estando tan cerca del pórtico, solo necesitó girar y colocarla suavemente para vencer al guardapiolas ibérico.
Era
claro, no obstante, que el planteamiento monótonamente defensivo del
cuadro vikingo se derrumbaría tarde o temprano. Xavi e
Iniesta -peculiarmente intrascendentes hoy- fueron las primeras víctimas
de la marca asfixiante y el trajín de Svensson y Elmander; pero, aun
así, Ljungberg no logró traducir la recuperación de balón en jugadas de
gol para Rosenberg y compañía.
DEPENDENCIAS RIESGOSAS
La dependencia de Ibrahimovic para la generación de peligro y las pocas propuestas ofensivas del mediocampo amarillo sean, quizás, las debilidades más grandes de la oncena sueca. Eso, sumado a las claras fallas del árbitro Peter Vink, convirtió a Suecia en esclava del cronómetro, cuando aguantaba las arremetidas de Cazorla y Fábregas, quienes inyectaron frescura por las bandas españolas.
El
fútbol moderno ya no permite jugar a aguantar por 90 minutos. Exije,
entre muchas otras cosas, que un equipo tenga vocación de ataque, al
margen de ser o sentirse futbolísticamente inferiores. Suecia no
entendió la enseñanza y en un contragolpe iniciado tras una falta sobre
un sueco que Vink no quiso ver, derrumbó el castillo de naipes
defensivo que juró funcionaría.
La cuenta de España, al margen del marcador, está en rojo. Si Holanda ha dominado ampliamente un grupo con el campeón y subcampeón del mundo, España solo lo ha hecho frente a escuadras de la medianía futbolística. Los hombres de Aragonés han sembrado dudas, en especial en su primera línea. No se discute la calidad del mediocampo ni el veneno en los pies de Villa y Torres; sin embargo, se siente que España no la pasaría bien frente a un rival de la élite europea. Con la clasificación en la mano, la tarea de la 'Furia' sigue siendo difícil: demostrar, por fin, que es capaz de borrar una historia de fracaso europeo y mundial.
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