Se lo llevó puesto
Categórica victoria de Holanda sobre Italia en el mejor cotejo en lo que va de la Euro. Un 3-0 que, si bien suena grande, no lo fue tanto para quienes gozaron de un vertiginoso partido en el que la diferencia fue generosa con la ‘Naranja Mecánica’ e insolente con los azzurri. Un polémico fallo del juez sueco Peter Frödjelt en el primer gol holandés monopolizó la polémica.
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Fotos: EMPICS
Un error arbitral puede cambiar la historia de un partido, pero un error táctico puede ahogar a un equipo desde el saque. Eso fue lo que les sucedió a los actuales campeones del mundo, quienes se encontraron debajo en el marcador tras una polémica decisión del juez Frödjelt al convalidar el primer tanto de Ruud van Nistelrooy, cuando Christian Pannucci -que supuestamente lo habilitaba junto a Buffon- estaba caído fuera del campo.
Para
algunos, Frödjelt aplicó sofisticadamente una regla poco conocida, que dice que un jugador puede influir sobre el juego aun estando fuera del campo. Para otros, literalmente se
hizo el sueco al no advertir que Pannucci no participaba de la acción y por tanto Van Nistelrooy solo tenía delante a un jugador rival (Buffon). Lo cierto es que Italia terminó pagando caro su mezquindad
ofensiva, y dejó la sensación que intentando solo un poco más pudo haber
equilibrado un poco más el cotejo.
EL VALOR DE CAMBIAR
Holanda comenzó la contienda mejor parada en la cancha y con disposición ofensiva, pese a que su tradicional esquema de tres delanteros trocó por un único hombre en punta definido (Van Nistelrooy). Italia, en cambio, confió en la estrategia que a través de los años le ha brindado resultados: el catenaccio.
Sin embargo, la historia del fútbol no es circular y el pasado no se viste de corto. Para el catenaccio, los nombres que hubo hoy en defensa no eran los apropiados; la férrea zaga que tenían los azzurri hace dos años en el Mundial se ha visto quebrada ante la ausencia de su baluarte y capitán Fabio Cannavaro, y Barzagli nunca se entendió del todo con Materazzi -como que este fue cambiado al finalizar el primer tiempo-.
Con
el 1-0, una Holanda motivada y una Italia desconcentrada confluirían en un mar
de acciones a las que se sumó una pintura de gol, labrada en gran acción
colectiva entre Kuyt y Sneijder que finalizaría con el tanto de este último. Así,
el volante del Madrid se permitió festejar su cumpleaños número 24 quemando
redes antes que apagando velitas.
La
ventaja de dos goles hacía que los naranjas solo tuvieran que manejar el
partido ante un equivocado primer tiempo planteado por Donadoni. Pero el
segundo tiempo regalaría más momentos de buen fútbol; los italianos se vieron
revitalizados con los aportes de sus cambios y las ganas de remontar, mientras
que Holanda se hacía cada vez más fuerte en defensa.
PESE A LOS NUEVOS AIRES
Ante los desacertados ataques de los italianos, respondieron los precisos pases y las oportunas salvadas de los tulipanes, sobre todo de un enorme Gio van Bronckhorst, quien infiltrado con ánimo se puso la escuadra a la espalda y la empujó a la victoria.
Mejoró
Italia con los cambios de tono ofensivo. El hoy “más joven que nunca”
Alessandro del Piero ingresó para cambiarle la cara a la pálida azzurra, junto con Grosso y Cassano. Pero
eso no bastaría para batir al gigante Van de Sar quién con brazos alargados
parecía cubrir la entera portería.
Los hombres de Van Basten se mostraban seguros: la velocidad de sus jugadores y la exactitud de sus pases pusieron cuesta arriba la tarea de recuperación de balón de los italianos. Kuyt, Engelaar y Van der Vaart (el compañero de Guerrero en el Hamburgo) tejieron lúcidas jugadas de entre las cuales nació el último gol holandés. Como premio a la labor desplegada durante todo el encuentro, Giovani Van Bornckhorst se hizo presente en el marcador para clavar la tercera cuchillada a los azzurri. Era el tercer gol para la tercera victoria naranja sobre Italia a lo largo de la historia, una historia que hoy no jugaba pero se vio abatida después de 30 años.
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