Jürgen Klopp: Lo normal es ganar
Por distancia es el técnico de moda, y por demolición el más ganador de 2019. Jürgen Norbert Klopp (Stuttgart, Alemania, 16 de junio de 1967) pasó del aplauso por el gegenpressing y el aplauso a la intención al reconocimiento unánime que solo se confiere al que triunfa, al que campeona, al que es el mejor.
Y es que su carácter no es de niño bueno como Guardiola o de adulto malo como Mourinho; él es un hombre de fútbol común. Es 'The Normal One', como dicta uno de sus apelativos: alguien sencillo y divertido, que no deja de lado el humor alemán a veces cáustico pero tampoco maquilla con él la emotividad o la reacción intempestiva de los mortales comunes. Puede ser un obsesivo de la presión en el campo, pero no lo traslada a ese culto a la personalidad que los tiempos actuales han remarcado tanto como cuasi requisito de quien quiera estar en la cresta de la ola, esa que él tiene ya dominada a punta de títulos exuberantes como los logrados con el Liverpool.
Le costó sacudirse del cartelito de segundón que su Borussia Dortmund, esa maquinita de jugar bien y complicar que fabricó mediante la entremezcla de habilidades individuales puestas al servicio de un proyecto común, le había colgado con tanto subtítulo. También de esa aura de obrero abnegado y estudioso que tenía marcada desde el Mainz de la década anterior. En realidad no perdió esos atributos, pero los potenció al servicio del glamour de un grande: de esa traza de superequipo que le ha devuelto a un Liverpool ansioso de gloria añeja. Fue el match perfecto: el de un hombre con vocación por la aventura imposible con de un club convencido de su historia pero no de su presente. La consecuencia del affaire ha venido expresada en una Champions League, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes en seis meses de un 2019 extraordinario. En esa línea, el premio The Best de la FIFA al mejor técnico del mundo es apenas un detalle: es algo normal.
Ilustración: Lenin Auris / DeChalaca.com
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